El Juzgado Federal de Venado Tuerto considera que desbarató en el día de ayer a la principal organización de narcotráfico que estaba operando en este momento en la ciudad, en el marco de un megaoperativo regional que incluyó 68 allanamientos y treinta detenciones, la mitad de ellas en Venado Tuerto.
El fiscal Javier Arzubi Calvo reunió los elementos suficientes para determinar que el líder de esta banda dedicada a la venta de estupefacientes es Nahuel Novelino, quien operaba desde la cárcel de Piñero, moviendo vía telefónica –según consta en las escuchas- una aceitada organización donde contaba con su propia mujer (que fue una de las detenidas) como referente en el territorio.
El nombre de Novelino no es nuevo en la crónica policial de la ciudad. En diciembre de 2015, el concejal Leonel Chiarella y el senador Lisandro Enrico hicieron saber su enojo porque este joven contaba con causas por robo, abuso de armas y amenazas, robo calificado; resistencia y atentado a la autoridad, tenencia de arma de fuego, robo calificado y privación de la libertad; pero permanecía en libertad.
Pocos meses después finalmente Novelino fue detenido y protagonizó un episodio que tomó notoriedad por lo singular: en ocasión de ser trasladado a la Comisaría Segunda para una visita familiar, se le escapó a los agentes policiales a pie, caminando hasta la esquina para luego emprender la retirada corriendo. Eso fue en abril de 2016.
A los pocos días el prófugo fue detenido en la Terminal de ómnibus de Rosario por un policía que lo reconoció de casualidad. Desde entonces está alojado en la cárcel de Piñero, donde –según fuentes judiciales- fue construyendo un importante poder en la comercialización de drogas en su ciudad.
Las causas
La investigación judicial que concluyó con el megaoperativo de ayer, empezó en mayo, con mucha producción de pruebas por intervenciones telefónicas. Se iniciaron alrededor de 13 causas independientes, pero al avanzar en su trabajo, la Fiscalía Federal pudo determinar que existían vínculos, quedando cuatro causas por bandas que operaban en Wheelwright, Firmat y Venado, principalmente.
Los tiempos se aceleraron cuando la Justicia notó que en Venado Tuerto la organización encabezada por Novelino estaba teniendo diferencias con una banda de la ciudad de Rosario, con algunos enfrentamientos que quedaron reflejados en las escuchas telefónicas, llegando a episodios de violencia que incluyeron autos que aparecieron baleados.
Si bien no existen en principio vinculaciones directas entre estas cuatro bandas dedicadas al narcotráfico en la región, desde el Juzgado Federal entendieron que lo más oportuno era atacarlas a todas en simultáneo, por eso se montó un gran operativo que comenzó a organizarse en la medianoche del lunes, reuniendo más de 130 testigos para proceder a los allanamientos.
El modus operandi
De acuerdo con los primeros datos, fueron secuestrados alrededor de 300 mil pesos, 60 mil pesos falsos, 8 mil dólares, gran cantidad de armas y municiones y un volumen considerable de cocaína y marihuana. El secuestro de estupefacientes más importante fue dentro de un auto en nuestra ciudad: 170 gramos de cocaína, medio kilo de marihuana y el dinero falso mencionado anteriormente.
Este hallazgo confirmó el dato que venía siguiendo la Fiscalía: el sistema empleado consistía en guardar la droga y el dinero dentro de un auto que iban cambiando de cocheras que iban alquilando. De hecho, la noche anterior a los allanamientos, lo habían trasladado. De esta forma, se evitaba la posibilidad de que les encuentren volúmenes importantes de drogas dentro de las viviendas. Como antecedente, en una causa anterior del año 2015, a uno de los implicados se le encontraron diez kilos de marihuana en la cámara séptica de su casa.
“El cabecilla de la banda está detenido en Piñero, se llama Nahuel Novelino y manejaba todo desde la cárcel junto a su mujer, que estuvo con prisión domiciliaria, actualmente gozaba de libertad condicional y fue una de las detenidas” en la jornada de ayer, revelaron fuentes judiciales.
Si bien el volumen de cocaína secuestrado puede parecer menor, afirman que esto obedece al sistema de trabajo, donde semanalmente viajaban a Rosario y traían la cantidad justo para comercializar los fines de semana, donde se incrementa el consumo.
Desde adentro
Un dato que llamó la atención de los investigadores es la facilidad con la que el acusado se movía dentro de la cárcel de Piñero. Las escuchas revelan que utilizaba en forma permanente su teléfono celular para organizar la venta de drogas en Venado Tuerto y los vínculos con una banda de Rosario que le suministraba la materia prima, con la que habían surgido diferencias importantes en los últimos tiempos.
Incluso afirman que su esposa, a pesar de estar en libertad condicional, se movía con gran facilidad en la cárcel, accediendo incluso por fuera de los días de visita. Los investigadores sospechan además que el mismo playón de estacionamiento de la cárcel era un punto de encuentro para diferentes transacciones entre las bandas.