En una audiencia celebrada esta mañana en los tribunales de Venado Tuerto, se decidió que continúe en prisión Ramiro D., imputado como coautor del homicidio de Juan Carlos Salinas, en el marco de un ataque sufrido frente a su vivienda el pasado 8 de noviembre en calle Pringles entre Santa Fe y Caseros. La víctima falleció veinte días más tarde, tras permanecer internado.
Esta mañana, el defensor de Ramiro D., Oni Mura, hizo una serie de planteos para apelar la prisión preventiva que oportunamente había sido ordenada por la jueza Paula Borrello. Sin embargo, el juez de Segunda Instancia, Juan Pablo Lavini, a instancias de los argumentos del fiscal Damián Cassullo y la querellante Ana Regidor, decidió que el acusado debe continuar privado de su libertad.
Ramiro D. era empleado de Kevin Parodi, quien quedó filmado apuñalando a Salinas. En la reconstrucción del hecho que presentó durante las audiencias preliminares la fiscal Mayra Vuletic, se acreditó que Parodi y Ramiro D. estuvieron juntos durante la noche previa al ataque, junto a otras personas, en un departamento ubicado sobre avenida España. A partir de filmaciones de cámaras de seguridad se observa que circulan todo el tiempo, entrando y saliendo desde la medianoche hasta casi las 8 de la mañana.
Minutos más tarde, se ve cuando Ramiro D. vuelve a buscarlo a Parodi por el departamento y se suben al Fiat Palio con el que se trasladaba el autor del hecho previo al ataque, tal como quedó registrado.
Ramiro D. declaró durante la audiencia cuando fue imputado y reconoció que estuvo toda la noche con Parodi, que habían utilizado ese vehículo e incluso respondió preguntas de la querella y la fiscalía. Aseguró que fue a buscar a Parodi y lo trasladó hasta el lugar del hecho en calle Pringles, argumentando que lo llevaba a la obra en construcción que se encuentra enfrente de la casa de Salinas.
El fiscal Cassullo planteó que se mantenga al acusado en prisión.
En su relato, Ramiro D. aseguró que dejó a su patrón en el lugar y fue a dar vueltas en el auto hasta que Parodi lo llamó para buscarlo y lo levantó en una esquina cercana. Ese fue uno de los argumentos planteados hoy por la defensa: que el empleado desconocía lo que pensaba realizar Parodi y que por lo tanto su grado de responsabilidad es menor.
En la audiencia celebrada esta mañana, la defensa apeló la prisión preventiva con una serie de argumentos que fueron rebatidos por la fiscalía y la querella, decidiendo el juez Lavini confirmar la vigencia de la medida.
“Existe una clara apariencia de responsabilidad en la conducta desplegada por el acusado, con una pena en expectativa que es alta porque hablamos de un homicidio, que va de 8 a 25 años”, expuso Cassullo tras la audiencia.
Además puso énfasis en los peligros procesales que existirían en caso de que Ramiro D. transite el proceso en libertad: “Expuse que el entorpecimiento probatorio y el riesgo de fuga continúan latentes. Es importante resguardar la recolección de evidencia que resta, como convocatoria de testigos y el peritaje de celulares que fueron secuestrados”.
El fiscal también destacó que “fue importante la declaración del hijo de Salinas, quien en todo momento apoyó la postura de la fiscalía de confirmar la prisión preventiva. Y yo pedí que se tenga muy en cuenta lo expresado por el familiar de la víctima, teniendo en cuenta las leyes provinciales y nacionales que resguardan los derechos de las víctimas de delitos”.