La crisis que viene sufriendo el país en los últimos años y las consecuencias de la cuarentena hacen que la situación económica de la ciudad de Venado Tuerto quede tristemente reflejada en la enorme cantidad de locales vacíos en el centro. Un número muy importante de comercios no pudieron sostener las embestidas de la inflación y la caída de ventas, teniendo que tomar la determinación de cerrar definitivamente las puertas en algunos casos y otros reducir costos en locales más pequeños y no tan céntricos. Estrategias de supervivencia.
Un relevamiento realizado por Venado24 por las calles Belgrano, San Martín y Casey y sus transversales, en el tramo comprendido entre Rivadavia y 25 de Mayo permitió contabilizar que hoy se encuentran más de 50 locales desocupados, con un dato desolador: en las siete cuadras de calle Belgrano hay 18 locales comerciales con carteles de alquiler o tapados con papeles.
Algunos rubros son claramente los más afectados: indumentaria y accesorios y los gastronómicos, que estuvieron dos meses con las puertas prácticamente cerradas y no pudieron sostenerse.
Los locales vacíos son variados: inmuebles de grandes dimensiones cuyos costos de alquiler evidentemente se hicieron insostenibles y también los más pequeños, donde los comerciantes tienen menos espaldas para sostener los vaivenes económicos.
La calle Belgrano encabeza la lista, pero por San Martín y Casey se contabilizan nueve locales vacíos en cada una de las arterias. En apenas dos cuadras, por Pellegrini hay cinco carteles de alquiler, y por Alvear son cuatro. Y ni hablar si se ingresa al shopping, donde hay más locales vacíos que ocupados a pesar de las distintas reconversiones que ya tuvo el espacio.
Reconvertirse, mudarse, cerrar
El secretario de Producción de la Municipalidad, Mauro Nervi, contó que desde el gobierno local realizaron un relevamiento informal donde el número “medianamente coincide” con el de este informe. La situación es preocupante y el funcionario considera que “no vemos que esta tendencia vaya a modificarse en el corto plazo”.
Por eso la intención es realizar un trabajo que permita tener un panorama más certero: “Vamos a hacer un censo productivo por intermedio de una ordenanza que vamos a enviar al Concejo, donde podamos relevar todas estas cuestiones. Nos va a faltar información previa de cuántos locales había abiertos y cuántos cerraron, pero sí es evidente que muchos cerraron en el centro y continúan con la actividad on line desde sus casas, especialmente los de ropa y accesorios”, puntualizó el funcionario.
En la actualidad, los registros que tiene el Municipio no permiten arrojar demasiada claridad sobre la cuestión, dado que “no tenemos un número preciso sobre bajas de comercios porque en general ese trámite no se hace ante el Municipio, por ese lado no tenemos referencias muy claras”.
De todos modos, Nervi considera que hay un porcentaje alto de comerciantes que no abandonaron la actividad, sino que deciden no continuar alquilando un local en calle Belgrano, “o porque no lo necesitan o porque no lo pueden costear, y venden lo mismo desarrollando otros medios de comercialización. Los costos de alquiler y de la luz seguramente son cuestiones que llevan a los comerciantes a instalarse en el barrio o en sus casas”.
Además es evidente que la grave situación económica que se arrastraba tuvo a la cuarentena como un factor que terminó de decidir la suerte de varios comercios: “Afectó seriamente a algunos rubros como bares y restaurantes, con varios que cerraron y otros que están al límite; los jardines maternales están con una crisis gravísima y algunos ya cerraron porque son rubros que no se pueden reconvertir”.
No obstante, hay un dato que permite tener cierto optimismo, porque “si utilizamos el DRI como indicador, nosotros observamos que viene subiendo o se mantiene, por lo tanto eso demuestra que hay actividad. Más allá que la inflación se come la recaudación, la actividad continúa a pesar de los locales cerrados”.
Costos insostenibles
Desde el Centro Comercial e Industrial de Venado Tuerto, el presidente Luis Pagnoni sostiene que el panorama que hoy se observa en las calles principales no hace más que “poner en evidencia lo que nosotros venimos reclamando desde hace muchísimo tiempo sobre los costos para mantener un comercio abierto, tanto en lo impositivo como en servicios. Esta pandemia fue el último golpe que le dieron al comercio que se esforzaba para sostenerse”.
A esto se le suman los alquileres, que el dirigente considera que deberán empezar a tener costos más razonables: “Algunos se tornan impagables y creo que habrá un reacomodamiento de toda la economía para que las cosas sean más lógicas”, confió.
Pagnoni afirma que el sector del pequeño y mediano comercio es el que más sufrió esta situación y entiende que es el momento para que las autoridades políticas “generen una reforma impositiva para cobrar impuestos viables y se dejen de generar negocios en negro”.
Por otro lado, aseguró que algunos comerciantes pudieron acceder a los ATP para el pago de los sueldos de los empleados, pero “lo que no fue exitoso fueron los créditos para las empresas porque resultaba muy burocrática la gestión ante los bancos. Mientras que la Provincia ahora está empezando a otorgar unos créditos a través del Centro Regional para el Desarrollo, que es una ayuda pero llega varios meses después”.
Para finalizar, Pagnoni aseguró: “Desde que estoy en el Centro Comercial, que es el 2008, esta es la situación más complicada. Lo inédito de la pandemia generó muchas complicaciones”. Con sólo recorrer el centro venadense, la realidad se hace visible a los ojos.
