La diputada Clara García, referente provincial del Partido Socialista, estuvo presente en Venado Tuerto donde desarrolló una intensa agenda que incluyó un encuentro con el intendente Leonel Chiarella, se reunió con autoridades del Centro Comercial y del Parque Industrial, además de recorrer la planta de la empresa Rossmet. Luego visitó la localidad de San Francisco, donde fue recibida por el presidente comunal Ignacio Freytes, para cerrar la gira en la ciudad de Firmat.
“Estuvimos con Leonel Chiarella, un intendente joven pero que es un hombre de gestión y valiente, que es algo que se necesita como sociedad. Ojalá la Justicia esté acompañando activamente sus denuncias y su vocación de encontrar seguridad y dejar a las violencias afuera de Venado Tuerto. También con mucho impulso en la obra pública, a pesar de los atrasos de la Provincia”, resaltó la excandidata a senadora nacional.
También explicó que “me gusta volver porque en la campaña me decían que la política solamente se acerca a los territorios en épocas electorales y nosotros queremos seguir percibiendo el pulso de la producción y la vida de la gente. Con ese espíritu de recobrar lo bueno de la política hemos venido a la ciudad”.
-En Venado Tuerto el intendente viene insistiendo en que se siente discriminado por el gobierno provincial. ¿Esta situación la encuentra en otras localidades?
-Sí, es común que el gobierno digite los fondos si el signo político es afín o no. Incluso dentro del propio justicialismo a algunos les hacen un vacío. Además de no ser un gobierno equitativo, es muy poco eficiente porque vemos que hay fondos guardados en el banco de los impuestos de todos los santafesinos y no están con la pasión de gobernar e invertir. Hoy tenemos el problema del gasoil, y qué va a pasar en una zona tan productiva como esta si no tenemos el combustible suficiente. El año pasado pusimos la voz en alto cuando se votó la ley de biocombustibles en contra de Santa Fe, y hoy el mundo con el problema bélico pone en evidencia cuánto se hubiera necesitado la fortaleza de los combustibles que se hacen con nuestra producción agropecuaria.
-También es real que la Provincia no puede escapar a la realidad nacional compleja y las consecuencias del acuerdo con el FMI.
-Ahí es cuando más hay que apoyar a la producción, y no en tiempo de crisis guardar la plata en el banco en lugar de apoyar los baches. Santa Fe es una provincia rica e innovadora, que con muy poco apoyo despliega un potencial enorme.
-¿A esta altura ya es una característica de la gestión tener una posición más conservadora con los recursos y no por la inversión?
-Es muy conservadora y hay hechos que lo pintan de cuerpo entero. Cuando asumió, después de 12 años sin que gobierne el justicialismo, se podía pensar en que iban a entrar como una tromba, pero lo primero que hicieron fue decretar asueto en enero. Eso pinta que no estaban los programas ni los equipos completos ni había proyectos. A la gente se la ilusionó con el slogan de ‘paz y orden’ o ‘poner al gigante de pie’. Yo vengo de Rosario, que tuvo ocho jefes de policía en la gestión Perotti. Cómo se puede tener un programa sin siquiera tener conducción.
-Y una situación muy crítica de violencia que se sostiene…
-Y que se expande, entonces en Venado hay balaceras, gente que trafica y organiza desde las cárceles. Hay que llevar tranquilidad a la gente.
¿Hacia el frente de frentes?
Por estos meses se dirime dentro de la oposición la posible construcción de un “frente de frentes”, que reúna a la mayoría de las fuerzas políticas que están en la vereda de enfrente del peronismo. Aunque en ese armado, por ahora es el socialismo el que parece más reticente.
Clara García ratifica que “el Frente Progresista sigue vigente, la amplísima mayoría de las localidades son gobernadas por este espacio. Pero el país está cambiando tanto que nos cuesta decir qué va a pasar en poco tiempo, por eso es prematuro hacer escenarios electorales para el año que viene. A los socialistas nos encuentra unidos a pesar de las pérdidas que hemos tenido, pero quienes entendemos a la política como una vocación de servicio decidimos ir hacia adelante, preocupados en los problemas cotidianos y en encontrar diálogo para solucionarlos, y no en un rejunte para ganar una elección sin saber para qué”, expuso quien fuera la compañera de Miguel Lifschitz.
-¿Cuál debería ser el camino?
-Muchos están buscando el anti antes que el punto en común, y eso termina en un mal gobierno. Creo que tenemos que dedicarnos en serio a privilegiar el empleo, la obra pública y darle a la salud pública y la educación el lugar que les corresponde. Cuando nos une todo eso está la clave, y no tanto en los sellos partidarios.
-¿Y hoy ve potable ese acercamiento entre partidos que históricamente han estado en posturas antagónicas, como el socialismo y el PRO?
-Nos está preocupando un fenómeno que no existía hasta el año pasado que es la antipolítica, y ahí es donde tenemos que poner el acento. Quienes estamos en la política tenemos la gran responsabilidad de que no nos gane ‘el famoso’ o porque tiene un discurso entrador.
-En la provincia de Santa Fe hay muchos antecedentes de eso…
-Y lamentablemente se ven las consecuencias. La gente puede decir que la mala política nos ha llevado a los malos lugares, pero yo aspiro a la buena política de construcción y diálogo, que es lo que nos enseñaron Hermes, Antonio y más recientemente Miguel. Estos son tiempos de escuchar mucho a la gente más que al ombligo político, por eso tiene que haber diálogo con todos los sectores para encontrar puntos en común.
-Tienen la experiencia de Venado Tuerto.
-Sí, y lo positivo es haberse puesto de acuerdo con un programa de trabajo y desde ahí encontrarse juntos.