En las últimas horas se viene hablando en todo el país sobre “personas no binarias” a partir del flamante anuncio presidencial de la incorporación de la “X” como género en el DNI, para quienes no se identifiquen dentro de los patrones masculino o femenino. Sin embargo, eso que fue celebrado como un gran logro sobre las identidades sexuales, no tiene posturas uniformes incluso entre quienes se supone que serán beneficiados.
Tal es el caso de Camile, venadense que se percibe como “no binarie”, que es militante y activista sobre la cuestión y viene peleando desde hace varios años para ser reconocide de esa forma en sus documentos personales, y no con una X que “invalida identidades”.
“Dentro del no binarismo está el agénero que es como yo me autopercibo, pero también está el género fluido, bigénero y otros. Se tomó la expresión no binarie para hacerlo más entendible”, aclara.
Camile atravesó diferentes procesos gestionando que su partida de nacimiento y su DNI le reconozcan su identidad “no binarie” porque “mi documento no me representaba ni en el nombre ni en el género, pero me terminé haciendo cambio a masculino para que al menos diga mi nombre después de mucho desgaste y tres años de espera”. Hoy es legalmente Camile, y en caso que quiera podría volver a cambiarlo por un género X.
Pero su postura es clara: “Se va a dar un DNI que tiene una X, por lo tanto invalida las identidades. Esta es mi opinión, hay gente a la cual le sirve este DNI, pero yo creo que se están invisibilizando identidades, por lo tanto no lo voy a hacer. Entiendo que es un paso, pero a medias porque se podría haber eliminado el sexo de los DNI y sí poner la X en el pasaporte, porque se necesita para viajar”, plantea.
Ser no binarie
Camile cuenta que hay poca información sobre las personas no binaries, porque “muchos creen que es el andrógeno, pero hay muchas formas, están las que se hormonizan, las que se llevan toda la ropa de un género, etc. Sí tenemos que estar todo el tiempo recalcando los pronombres porque te asignan a un género, que puede ser el de nacimiento o no, y eso es bastante chocante todos los días. No hay información ni gente capacitada, se desconoce la ley de Identidad de Género, tiene que haber más comunicación del Estado en ese sentido”, aporta.
Además explica que “la identidad se va construyendo”, que personalmente nunca se identificó “dentro del binarismo mujer y varón”, y que a una cierta edad “hay cosas que te empiezan a hacer ruido a la hora de ser nombrade”.
Y luego destaca que “cuando se conoce a alguien que no sabés la identidad de género, hay que preguntar los pronombres y cómo se autopercibe. No está mal la pregunta sino que lo malo es suponer, y lo mejor es saber cómo tratar a la otra persona”.
Quizás el gran avance en la cuestión es la ley de Identidad de Género, pero de la letra a la realidad suele haber dificultades: “Podés registrarte como vos quieras, pero el tema es que la gente lo tome. Se ve mucho en el sistema de salud, donde uno dice que es no binarie y se quedan recalculando, muchos conocides pasan situaciones muy violentas de tener que explicar y pelear para que se respete la identidad”.
Lejos de Venado
Hoy Camile está viviendo en el conurbano bonaerense, pero su transformación se pudo completar cuando decidió irse a vivir a Rosario, porque su ciudad natal no le resultaba amable en este proceso. “Siempre se buscan pares para esa transición, porque tenés que buscar gente que esté en la misma que vos, y eso lo encontré en Rosario donde empecé mi transición hace cuatro años”, recuerda.
“Cuando voy a Venado es volver al binarismo, por eso intento no ir. Cuando lo hago es para ver a mi sobrina, mi hermana y mi familia, pero es todo el tiempo tratarme en femenino. Tengo que estar aclarando que soy no binarie y la respuesta es que ya me conocieron así. Pero tienen que acostumbrarse a que ahora soy de esta forma, que muté”, resalta.
Además la experiencia le demuestra que “en las ciudades más grandes hay otra concientización y ámbitos donde militar estas cuestiones, por eso irme de Venado fue parte de mi proceso, porque esta transformación iba a ser muy difícil darla desde la ciudad. Al irme me encontré conmigo, descubrí lo que me hacía sentir mal y encontré otras formas que tuvieron un acompañamiento en Rosario”.
Los debates
El anuncio de Alberto Fernández sobre el nuevo DNI sorprendió incluso dentro de los propios grupos de no binaries, donde enseguida estalló el debate interno: “Se prendió fuego todo”, se ríe Camile, valorando que “es necesario que se genere eso porque aparecen las distintas voces, y ahí se ve que hay mucha gente muy militante del kirchnerismo y avalan por eso, otra gente que critica aunque sea kirchnerista porque no está de acuerdo. Y obviamente que hay diferencias dentro de las mismas agrupaciones”.
Criticando que también en este tema existe una mirada demasiado porteñocéntrica y recordando que las identidades sexuales “están en constante transformación”, Camile tiene una convicción: “Lo mejor sería que ningún documento diga nada en cuanto al género o sexo de la persona”.