Nuevamente nuestra ciudad volvió a amanecer cubierta de una espesa nube de humo que en este caso no provino del basural a cielo abierto sino de una planta acopiadora de marlos ubicada a metros del camino a San Eduardo.
Los focos ígneos en dicha planta no son la primera vez que ocurren, sobre todo por lo altamente inflamable de los productos allí acopiados, pero en otras oportunidades fueron rápidamente sofocados. De hecho según remarcaron los titulares de la empresa dedicada a producir alimento balanceado, existe una guardia permanente para intentar prevenir los posibles incendios.
De todos modos hoy las llamas empezaron a visibilizarse alrededor de las 5 y las condiciones climáticas que incluyo un cambio del viento provocaron su expansión. Recién a media mañana los bomberos pudieron controlar definitivamente el fuego.