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Según informó la oficina de Prensa Municipal, el jefe municipal se reservaría casi hasta el final el listado de nombres que lo acompañará en los próximos 4 años. La reasunción de José Luis Freyre está programada para el Miércoles próximo, y la conferencia de prensa en la que se informarán los nombres del gabinete se hará recién el Martes, “con horario a confirmar”.
Debe recordarse que la falta de información no es solo de la prensa, sino que también hay incertidumbre entre el propio elenco ministerial. Sólo a modo de ejemplo de lo que pasa con varios funcionarios, hoy la saliente legisladora municipal y docente Bibiana Pieli –a la sazón la más firme candidata para reemplazar a Mirta Demarchi como directora de Educación, quien se retira por jubilación– aclaró que no tiene ningún tipo de confirmación, y remató: “no soy una desocupada, puedo volver a la docencia y acompañar al proyecto desde afuera”.
Si bien el propio intendente viene sosteniendo que es complejo “conseguir personas para el recambio” –Freyre insiste siempre en que sus funcionarios deben ser capaces de articular capacidad política con conocimiento técnico, dos atributos que según el propio jefe del Ejecutivo son difíciles de encontrar acompañados– lo cierto es que es pública la desilusión del jefe municipal con algunos de sus funcionarios, incluyendo a varios no-heredados de la Gestión de Roberto Scott.
Además, Freyre tiene obligadamente que hacer recambios: a la jubilación de Mirta Demarchi, se suman la próxima asunción del secretario de Desarrollo Productivo Darío Mascioli como diputado provincial, el traspaso de Pedro Bustos desde la vital Secretaría de Promoción Comunitaria al Concejo Municipal, el retiro del Subsecretario de Planeamiento y Obras privadas, Guillermo Zampini, la renuncia (¿transitoria?) del director de Deportes, Oscar Barbareschi y la incierta situación del Director de Tránsito Daniel Virelaude.
Lo cierto es que sobre la futura composición ministerial no hay información concreta. Apenas circula con firmeza cierta información que afirma que el jefe del Ejecutivo apostaría por concentrar más decisiones políticas en sus manos, fragmentando o eliminando secretarías y subsecretarías y dejando solamente las direcciones específicas para cada función municipal, pasando éstas a ser controladas políticamente en forma directa por sus propias manos (una secretaría suele concentrar bajo su órbita varias direcciones). Esto le restaría poder político a los encargados de cada área, al reducirles los campos de acción y las competencias decisorias.
Opinión: Semana de decisiones para José Luis Freyre