SocialesEl té argentino cumple 100 años de historia: todo nació por un ucraniano que huía de la guerra

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Todo comenzó gracias a dos hermanos ucranianos, Wladimir y Tijon Hnatiuk. Tijon, sacerdote ortodoxo, arribó desde Kiev a Tres Capones, al sur de Misiones, en 1908, a trabajar en la comunidad. Hacia allí llegó Wladimir en 1910 desde la región de Volynia -siempre disputado por unos y otros, territorio que hoy se reparten Ucrania, Polonia y Bielorrusia- que escapaba de las guerras y tensiones permanentes, principalmente con Rusia.

El pastor vuelve a Ucrania cuando estalló la Primera Guerra Mundial (1914). Y Wladimir se quedó trabajando su chacra, de menos de 5 hectáreas, plantando de todo. Allí se mantuvo hasta 1923, cuando se reencontró con su hermano, casi 10 años después. Ese reencuentro dio origen al comienzo del té en Argentina, porque Tijon trajo consigo semillas de té de Crimea. Así arrancaron las primeras plantaciones y la primera industria tealera, muy rudimentaria.

Sin embargo, fue creciendo imparable hasta convertirse hoy en un gran exportador a más de 40 países y especialmente a los Estados Unidos, donde el té argentino tiene incluso mayor inserción que el proveniente de China o India, debido a la transparencia de su licor, usado principalmente para Iced Tea (té frío).

El lugar donde se originó la producción de té, en Misiones.

En 1937, casi 15 años después, el Ministerio de Agricultura le reconocería a Wladimiro Hnatiuk que el té reunía las características organolépticas adecuadas. Enviándole, además, un Diploma de Honor donde se le reconocía la proeza de traer el té a la Argentina.

Wladimiro además de cultivar el té, vendía las semillas a otros colonos, y así se fue expandiendo al resto de la provincia y haciendo crecer a ciudades y pueblos como Campo Viera, Oberá, Campo Grande, 25 de Mayo, Cainguás, Guaraní, San Pedro, Leandro N. Alem y San Javier, en la llamada zona centro de Misiones.

Tres Capones (que este año pude visitar) sigue siendo un pueblito casi tan chico como hace 100 años, donde se destaca una iglesia ortodoxa del Manto Sagrado de María, vistosa y algo fuera de lugar. Cerca de ahí está el cementerio, donde está enterrado el pionero ucraniano, su hermano y su familia.

Postal del pueblo de Tres Capones.

A pocos metros está el viejo establecimiento que hacía las veces de hogar y fábrica y que quedó detenido en el tiempo, contando aún con dos plantas de té como símbolo vivo de todo lo ocurrido allí.

El té argentino hoy

La región tealera argentina está comprendida entre los 26° y 28° latitud Sur, constituyéndose en la más austral del mundo. También existen cultivos de té en Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, y el polo más nuevo de Sudamérica se halla en Chile, que se ha iniciado en estos cultivos.

A nivel país, Misiones concentra el 95 por ciento del cultivo de Camellia sinensis y con esta planta elabora diferentes variedades de té (negro, verde y oolong) que son comercializados a granel, en saquitos y en hebras. En Argentina, existen 39.800 hectáreas sembradas de té, de las cuales casi 38.000 se encuentran en la provincia de Misiones y cerca de 1.800 en la provincia de Corrientes. Misiones logró ser pionera con una característica singular: la mecanización de todo el proceso, con lo cual se potencia otra industria, la de la metal mecánica.

La participación de la Argentina en el mundo es especialmente significativa en el segmento del té negro a con el 2,7 por ciento, ubicándose como noveno productor mundial. Anualmente, en el país se producen aproximadamente 80.000 toneladas de té, lo que representa el 90 por ciento de la producción total del continente americano.

De ese total, el 90 por ciento de la producción de té argentino está destinado al mercado externo y su volumen representa casi el 2 por ciento del consumo mundial. El principal destino es Estados Unidos, que compra el 70% de la producción; mientras que otros destinos importantes son Chile, Polonia, Rusia y Alemania; seguidos por Reino Unido, India, Malasia y otros 30 países.

Según datos del Ministerio del Agro de Misiones, durante 2021 se exportaron 72.703 toneladas de té negro y 2.415 de té verde. Misiones viene desarrollando fuerte el té orgánico certificado y busca darle mayor valor agregado a sus envíos, donde predominan los productos de bajo precio por ahora.

Facultades propias

El 45 por ciento de las plantaciones de Misiones, es decir unas 17.111 hectáreas, están certificadas bajo normas de producción sustentable, con responsabilidad social, ambiental y económica. En los últimos años, además cobró impulso el té gourmet que permitió el despliegue de vínculos con el mercado nacional. El té que se produce en Misiones es reconocido a nivel mundial por su color, su inocuidad y por permanecer traslúcido en infusiones frías como el Iced Tea. En este aspecto, también se desataca al sector tealero en su vínculo con las instituciones que promueven el desarrollo de conocimiento científico para el fortalecimiento de la agroindustria.

En base a los estudios realizados por la UBA, la Unam, el INTA y recientemente el INTI, a través de un estudio denominado “Caracterización del Té”, se ha determinado un alto contenido en polifenoles en el té argentino, lo cual le confiere un alto poder antioxidante, beneficioso para la salud humana. Los polifenoles son sustancias que se encuentran en las plantas y en determinados alimentos. Aportan muchos beneficios para actuar, especialmente, contra los radicales libres, siendo perfectos antioxidantes naturales.

Cuando se habla de exportaciones de té, existen 4 o 5 grandes firmas. Pero también hay más de 20 industrias tealeras de diversos tamaños dedicadas a la exportación. Las exportaciones alcanzaron su máximo volumen en 2014 con 110 millones de dólares, pero desde entonces el sector se estancó.

Hoy está atravesando las dificultades del atraso cambiario, sin la posibilidad de poder volcar el grueso de la producción al mercado interno.

La nota fue escrita por la venadense María Inés Rosillo, quien se recibió de sommelier de té en 2019, siguiendo una pasión que fue creciendo en paralelo a su actividad de licenciada en enfermería, siendo directora de la Escuela de Enfermería de la ciudad.

“Estudié en Rosario, en la única escuela que hay, que es la Escuela Argentina de Té, que tiene convenio con la UAI”, contó. A partir de ahí fue sumando capacitaciones en tea planner, tea blender y otras especializaciones. Cuando se recibió viajó a Misiones para conocer los secaderos y las empresas con la idea de traer y vender, montando un pequeño emprendimiento que fue mutando en función de la pandemia. Se inscribió en el programa Impulso Emprendedor de la Municipalidad de Venado Tuerto y a partir de ahí participa en las ferias.

“La idea es que la gente conozca al té y sus propiedades, contando con té de un secadero que es chico y tiene té en hebra entera que en esta zona no se consigue”, destaca. Acá se puede seguir su emprendimiento.

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