A partir del próximo viernes 19 de mayo entrará en vigencia la nueva tarifa para taxis y remises, que sufrirá un incremento que ronda el 49 por ciento, en consonancia con la inflación imperante. Tras la revisión de la fórmula polinómica que regula al servicio, y de común acuerdo con taxistas y remiseros, según indicaron fuentes del gobierno local, se definió que la bajada de bandera suba a 250 pesos y la ficha cada 100 metros o 60 segundos de espera cueste 30 pesos.
Hasta el momento, la tarifa está fijada en 170 pesos la bajada de bandera y 20 pesos la ficha, por eso el cálculo de incremento medido en un viaje promedio de 20 cuadras, permite calcular que el valor pasará de 570 a 850 pesos.
El último aumento se había registrado el pasado 5 de diciembre (del 37 por ciento) y se acordó que el valor actual recién será revisado en septiembre, tal como marca la ordenanza.
Como ocurre habitualmente, antes de definir el incremento se realizaron las consultas correspondientes con representantes del sector, que incluyen a los taxistas y remiseros, choferes y las propias empresas de remises.
La ordenanza 4459, sancionada en 2014, establece que se aplicará una fórmula que contempla el costo real del servicio, teniendo en cuenta la variación de precio de los siguientes insumos: amortización del vehículo, equipo de GNC, consumo promedio de combustible, consumo promedio de aceite, de filtro de aire, filtro de aceite y filtro de combustible, consumo de cubiertas, batería, alineación y balanceo de cubiertas, reparaciones mecánicas mayores, seguro, monotributo, Ingresos Brutos, patente automotor, costo de la base, renovación de oblea GNC, sueldos y aportes patronales.