El viernes pasado se realizó en Venado Tuerto una aplicación aérea novedosa, porque apuntó específicamente a combatir el Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, con una metodología que se utilizó por primera vez en el país. Paradójicamente, en estos días se está viviendo una invasión de insectos en toda la zona, producto de la humedad imperante y las temperaturas que todavía no terminan de bajar lo suficiente. Pero en ese caso se hizo hincapié en evitar que sigan creciendo los contagios de dengue.
La aplicación se realizó en conjunto con la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca), cuyo secretario Juan Molina explicó que “aplicamos un protocolo de metodología de trabajo diferente, que se aplica en Estados Unidos y es la primera que se hace en Argentina con esa configuración del equipo, que consiste en hacer gotas muy pequeñas y pasadas un poco más separadas, en una parte de la ciudad”. La intención es completarlo en los próximos días.
El aeroaplicador aseguró que el resultado “fue bueno”, con un volumen de 100 cc por hectárea de permetrina, que “es algo muy bajo para el impacto hacia las personas, porque solamente se apuntó a controlar a los mosquitos. Tuvimos que ajustar algunas cuestiones con la cortina desplazada porque al ser las gotas más livianas hay un desplazamiento mayor”.
Molina explicó que “son aplicaciones que apuntan a controlar al aedes aegypti y es parte de un programa, porque la aplicación aérea no es la única solución, sino que se requiere hacer otras acciones, y lo ideal sería realizar cuatro o cinco aplicaciones con un intervalo de cinco días, pero ahora baja la temperatura y eso ayuda mucho a la reducción del mosquito”.
Sin embargo, por ahora el frío no fue suficiente: “Se requieren varios días de temperaturas inferiores a los 14° para que el mosquito disminuya su actividad, pero es importante hacer algunas aplicaciones de este tipo ahora para encarar el próximo año más organizados”.
Por último, el referente de Faerca recordó que es importante el descacharrado y se puede sumar la aplicación de “larvicidas en las fuentes de agua, que se pueden hacer por vía área, con gotas más pesadas para que se depositen en lagunas y piletas”.