Entre el lunes y el jueves último la sala de audiencias de los Tribunales de Venado Tuerto fue nuevamente escenario de una nueva serie de audiencias correspondientes al juicio oral y público por la denominada causa de la megaestafa inmobiliaria.
Cabe recordar que, dicho juicio tiene como acusados a el abogado Antonio Di Benedetto (sindicado como la cabeza de la banda), el gestor rosarino, Raúl Jaime (participó vía zoom) y el comerciante venadense, Marcelo J. Sava. En tanto, el triunvirato de jueces está integrado por: Leandro Martín, Eduardo Bianchini y Aldo Baravalle. El fiscal acusador es Matías Merlo.
Luego de varias jornadas dedicadas a exhibir las cuantiosas grabaciones telefónicas, durante esta semana desfilaron 16 testigos presentados por la fiscalía.
Así, en las fatigosas audiencias (comenzaron poco después de las 8 y se extendieron en la mayoría de los días hasta pasadas las 17) prestaron declaración: Josefa Llorens, Walter Diaz Franco, Alejandro Dall’Armellina, Fernando Moglia, Elicia Cetrari, Oscar Cuneo, Natalia Carranza, María Sol Señora, Fernanda Lucas, Félix Lucas, Marcos Young, Gabriel Willi, Carlos Gómez Tomei, Alejandro Villalba y María Cecilia Agullo.
Un primer día complicado
Lo cierto es que, el lunes arrancó con varias complicaciones, sobre todo porque la primera testigo, Josefa Llorens, tiene más de 90 años y encima se olvido de llevar los lentes. De todos modos, entre algunas objeciones planteadas por la defensa de Di Benedetto a cargo del abogado Ángelo Rossini y las dificultades lógicas de la anciana mujer para expresarse, el fiscal logró sacar adelante la situación y pudo obtener el valioso aporte.
Cabe recordar que, Josefa Llorenz fue una de las tantas víctimas de la presunta asociación ilícita que realizó la más de 30 estafas inmobiliarias que se tratan en el juicio. Así, entre diciembre del 2016 y febrero del 2017, mientras estuvo internada en una clínica de la localidad de Villa Cañás, fue engañada por su propio médico, Alejandro Dall Armellina (condenado en juicio abreviado y posterior testigo) quien le hizo firmar una aparente documentación concerniente a su atención médica y en realidad eran folios en blanco refrendados por un escribano.
De esta manera, mediante dicha documentación rubricada en blanco, proceden a realizar una escritura de cesión de herencia que le corresponde por la sucesión de su cónyuge Roberto Peretti. Los bienes que pretendieron alzarse son casi mil hectáreas de campo. El intento de desapoderamiento fue advertido por Diego Piera, abogado de la testigo/víctima, quien logró desbaratar la jugada.
Los arrepentidos
Posteriormente, fue el turno de dos integrantes de la presunta asociación ilícita (ambos condenados en juicio abreviado) que testificaron como arrepentidos: el titular de un estudio contable (aunque en la audiencia aclaró que no es contador) oriundo del partido de 3 de Febrero de Buenos Aires, Walter Díaz Franco; y el mencionado médico, Dall Armellina.
Díaz Franco (fue el primero que pidió acogerse a la condición de arrepentido) detalló su importante participación en las maniobras realizadas para apropiarse de los campos de Aguataura SCA. A la vez, también describió los ardides llevados a cabo para intentar quedarse con la herencia que le correspondía a Josefa Llorens
Por su parte, el médico oriundo de Villa Cañás, respondió sobre su participación en los casos Llorens (ya relatado líneas atrás) y González. En el último, es de recordar que llegaron a apropiarse de 134 hectáreas de un campo situado en San Gregorio, propiedad de Jesús José González. Nuevamente, la metodología utilizada fue aprovecharse de una mujer internada en la clínica de Villa Cañás, Elida Noemi Bournot (concubina de González). Dall Armellina le hace firmar una documentación referida a la internación a su marido que, posteriormente se convierten en un poder a favor de Marcelo Ariel Rodríguez (sobrino de González) a los fines de que venda y transfiera a favor de terceras personas el campo en cuestión.
También sobre esta causa testimoniaron el abogado del fallecido Jesús Gonzáles, Fernando Moglia y Elicia Cetrari (familiar de la víctima). En la misma línea de la investigación luego subió al estrado el contador, Oscar Cuneo, gerente de la Mutual del Club Studebaker de Villa Cañás, quien fue requerido por la fiscalía para dar cuenta de maniobras realizadas por Di Benedetto con cheques utilizados para la presunta estafa con campos de la zona.
Por otra parte, Natalia Carranza y María Sol Señora, exfuncionarias del Registro General de la Propiedad de Santa Fe que refrendaron lo ya expuesto en la segunda jornada del juicio por el exsecretario de Gestión Pública de la provincia, Matías Figueroa Escauriza. Ambas participaron en la investigación previa realizada en la repartición provincial que culminó con la primera denuncia realizada en agosto del 2017 ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Venado Tuerto ante las irregularidades detectadas en la compra por parte de un humilde vecino, Luis Restovich, de tres campos de tres campos que sumaban 460 hectáreas que habían sido propiedad de Luis Néstor Ferrari (muerto en el 2002).
Testigos del caso Aguataura SCA
En los últimos días de la semana la fiscalía presentó varios testigos vinculados al caso Aguataura. Así, prestaron declaración familiares integrantes de la sociedad: Félix y Fernanda Lucas. Cabe recordar que, está última es la madre de Nicolás Godoy Lucas (joven desaparecido desde el 14 de julio del 2014) y quien contrata al abogado Antonio Di Benedetto para que la asesore en la investigación del caso. A partir de ahí, según denuncia el fiscal Merlo, Di Benedetto utilizó su acercamiento a la familia para diseñar un plan con el objetivo de apropiarse en distintas etapas por intermedio de un tercero vinculado (Fernando Astigarraga, también condenado en juicio abreviado) de una importante propiedad agropecuaria de la mencionada Sociedad.
También testimoniaron sobre el caso en calidad de testigos, el escribano Carlos Gómez Tomei, quien rubricó documentación de las distintas transacciones realizadas y Marcos Young, comprador (también de buena fe) de las distintas fracciones de la propiedad agropecuaria.
Un testigo olvidadizo
En tanto, la última tanda de testigos del día jueves estuvo integrada por Alejandro Villalba, María Cecilia Agullo, y el “olvidadizo” agente policial” Marcelo Migoya.
Villalba, comprador de buena fe de un terreno que luego fue apropiado, fue presentado por la fiscalía como testigo en el caso Plebani. Según describió el fiscal en su alegato, en la oportunidad, Di Benedetto y Jaime se presentaron en septiembre del 2014 ante una escribanía local con una persona que, exhibiendo su aparente DNI, dice llamarse Enrique Mario Plebani titular de un terreno baldío situado en la calle Edison al 3752 de Venado Tuerto. Así, firman la documentación respectiva y transfieren dicho terreno a favor de Jaime. Posteriormente, se comprueba que Plebani había fallecido el 27 de septiembre del 2000.
En tanto, la abogada Cecilia Agulló como profesional a cargo de asuntos legales de la Municipalidad de Venado Tuerto, dio detalles de como funciona el resguardo legal de terrenos de la ciudad que ante el estado de abandono fueron aprovechados por la presunta banda para apropiárselos.
Finalmente, fue el turno del agente policial Marcelo Migoya, quien testimonió como víctima de otra de las presuntas maniobras de la banda. Sin embargo, la sorpresa de la fiscalía no fue menor, ya que el testigo lució completamente olvidadizo.
Ver notas anteriores:
Megaestafa inmobiliaria: comenzó el juicio con “jugosos” alegatos de fiscalía y defensa
Primera semana del juicio por megaestafa inmobiliaria: las cartas están echadas
Segunda semana del juicio por la Megaestafa inmobiliaria