En su discurso de apertura del 143° período de sesiones ordinarias de la Legislatura santafesina, el gobernador Maximiliano Pullaro trazó una hoja de ruta clara: orden, austeridad y control no como dogmas, sino como instrumentos al servicio del desarrollo. “El método no es el ajuste. Es la eficiencia puesta al servicio de la inversión y el progreso”, resumió.
Lejos de un enfoque restrictivo, Pullaro defendió una gestión que ahorra para invertir. “El ahorro no es un fin en sí mismo; es la herramienta que nos permite transformar la vida de la gente”, insistió. Bajo esa premisa, destacó que la provincia tiene actualmente 1.740 obras y proyectos en ejecución, entre los que sobresalen el nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé, el tercer carril de la autopista Rosario–San Lorenzo, la reactivación del Hospital Regional Sur en Rosario y una red de gasoductos que conectará a 45 localidades.
Inversión pública sin freno
Con lo que denominó “el método santafesino”, Pullaro defendió una política de gestión eficiente que, aún en un contexto nacional adverso, permite sostener y ampliar la inversión pública sin resignar políticas estratégicas.
En educación, resaltó la construcción y planificación de 458 aulas nuevas dentro del plan “1000 Aulas”, además de una drástica reducción en los tiempos de aprobación de obras escolares: de 10 meses a apenas 2. “Pregunten en cualquier escuela cuánto tardaba antes un trámite FANI y cuánto tarda ahora”, desafió.
En salud, mencionó la creación del Fondo de Reparación de Efectores, con 129 proyectos en marcha junto a municipios y comunas. Además, destacó la adquisición de medicamentos con descuentos de hasta el 80% respecto al precio de venta al público, generando un ahorro de $132.000 millones. También se incorporaron 174 ambulancias en la licitación más grande de la historia provincial.
En seguridad, anunció una inversión de más de $365.000 millones para mejorar infraestructura policial y penitenciaria, incluyendo la construcción de estaciones policiales, un nuevo edificio del 911 y la cárcel de máxima seguridad “El Infierno”. “Vamos a duplicar la cantidad de celdas construidas en los últimos 100 años”, subrayó.
Un Estado más ágil y transparente
La digitalización también fue eje del discurso. Pullaro reivindicó herramientas como la plataforma “Timbó” y la firma digital como pasos concretos hacia un Estado más ágil, que puede seguir funcionando incluso con funcionarios en tránsito.
La eficiencia administrativa también alcanzó áreas sensibles como educación, salud y empresas estatales, y se expresó en decisiones como la reforma previsional, que redujo el déficit de la Caja de Jubilaciones. En paralelo, se avanzó con una política tributaria que alivió la carga impositiva para pymes, comercios, hoteles y pequeños productores, e incluso permitió la devolución de saldos a favor, algo “inédito en la provincia”.
Pullaro remarcó que en 15 meses de gestión se alcanzó un ahorro cercano a 1 billón de pesos, gracias a un resultado económico superavitario en 2024 y lo que va de 2025. “No hicimos ajuste: hicimos gestión. Una gestión eficiente y transparente que hoy financia la obra pública”, sentenció.
Producción y visión federal
El gobernador también puso el foco en el perfil productivo de su gestión. Mencionó más de $59.000 millones en líneas de crédito, $16.000 millones en infraestructura productiva y más de 5.700 cursos de formación laboral. A esto se suma la Ventanilla Única de Inversiones, que ya articula proyectos por más de 600 millones de dólares.
Frente a los legisladores, Pullaro no esquivó la crítica al gobierno nacional. Denunció los efectos “asfixiantes” del centralismo y el actual esquema de retenciones, que —dijo— castigan a las economías regionales. “Desde Santa Fe decimos que este modelo ya no se soporta más. El interior no puede seguir siendo saqueado como si fuera una colonia de recursos”, advirtió.
“Construcción sin corrupción”
Sobre el cierre, reivindicó el rol del Estado y la ética pública como banderas de su gobierno. “Ejecutamos un plan de obra pública por 1.500 millones de dólares sin una sola sospecha. El problema no es hacer, el problema es robar”, lanzó, con tono firme. Y concluyó: “En Santa Fe hay construcción sin corrupción. Avanzamos. Y el país, que antes nos miraba con piedad, hoy nos mira con atención”.