La transición santafesina entró en terreno fangoso en los últimos días, con declaraciones cruzadas entre el gobierno vigente de Miguel Lifschitz y el próximo a asumir, con Omar Perotti a la cabeza. Y la disputa de fondo está en la cuestión económica. Si bien el gobernador electo se llama a silencio, el que salió a hablar en las últimas horas fue el diputado provincial Roberto Mirabella, haciendo referencia a la situación de “emergencia social y económica” en la que se encuentra la provincia, exigiéndole a Lifschitz que garantice “un Estado funcionando, que cumpla con obligaciones salariales y el sostenimiento de las políticas sociales” para los primeros meses de la próxima gestión.
Como contrapartida, el actual ministro de Gobierno, Pablo Farías, admitió que existen dificultades para cumplir con el pago de la cláusula gatillo durante el próximo mes, debido a los elevados índices de inflación.
“Queremos que el gobernador nos garantice el pago de aguinaldo y sueldos en diciembre, enero, febrero y hasta marzo inclusive, el normal funcionamiento de los comedores, del Iapos, de la Caja de Jubilaciones y la garantía de los insumos para los hospitales. Es lo mínimo que se debe asegurar en una transición”, aseveró Mirabella, quien en diciembre reemplazará a Perotti en el Senado.
El legislador comparó el actual proceso de transición de gobierno con el último acaecido entre partidos en el año 2007, y destacó que “más allá de que Binner recibió un Estado en funcionamiento existía la voluntad del gobierno saliente de acordar todo“.
En este sentido Mirabella aseguró que “se viven dos procesos de transición muy diferentes, donde Lifschitz parece más preocupado en cumplir privilegios para sus amigos que en la gravedad de la situación”. En este marco el rafaelino contrastó: “A números de hoy, el 10 de diciembre de 2007 el exgobernador Jorge Obeid dejaba un aproximado de 30.000 millones de pesos en disponibilidades, nosotros estimamos recibir una provincia con aproximadamente 20.000 millones de pesos de déficit proyectado a diciembre”.
Para finalizar, el diputado sentenció: “En el 2007 Binner recibió el equivalente a tres masas salariales en caja y ahora el ministro de Gobierno dice que no sabe si van a poder cumplir los acuerdos paritarios de este mes, por lo cual convocarán a entidades gremiales, municipios y comunas”.
Gatillo complicado
Para exponer que la coyuntura es compleja a nivel nacional, el ministro de Gobierno, Pablo Farías, aseguró que la administración santafesina hoy tiene “dificultades económicas” para trasladar a los salarios de los empleados públicos de la provincia el índice inflacionario medido por el Ipec, que en septiembre arrojó un 5,7 por ciento.
“Lo planteamos en agosto cuando nos reunimos con entidades sindicales. Les dijimos las dificultades económicas que enfrentábamos en estos meses, que mes a mes íbamos a ir viendo la situación. Al día de hoy lo vemos con mucha dificultad“, declaró en Radio 2 de Rosario.
Farías afirmó que la última medición inflacionaria “es muy importante para incorporar al salario por la cláusula gatillo. Tenemos muchas dificultades económicas, porque Nación no cumplió con los 5.800 millones de pesos que nos debe en compensación por la caja. La verdad que lo que esperábamos en compensación por la baja del IVA y Ganancias es insignificante, y es mucho menos lo que nos va a tocar en este período“, enfatizó.
Farías se sinceró al exponer: “No sabemos con certeza si vamos a poder aplicar ese índice a los salarios. Vamos a conversar con entidades sindicales, municipios y comunas, que están en una situación desesperante la mayoría“, añadió. Si bien aseguró que los salarios de este mes se pagarán “normalmente“, el funcionario no pudo garantizar la cláusula gatillo a futuro.