El Gobierno de Santa Fe anunció que liquidará el aumento salarial acordado en paritarias para todos los empleados públicos, incluidos los docentes, a través de un decreto. La medida se hará efectiva con los haberes de mayo, que se cobrarán en junio, y también incluirá una planilla complementaria el próximo 10 de junio con montos correspondientes a abril. Esto último contempla una compensación por única vez destinada a quienes hayan cobrado menos de lo estipulado en el primer trimestre.
La propuesta salarial trimestral implica un 8% de incremento: 3% en abril, 2,6% en mayo y 2,4% en junio, con un piso garantizado de $75.000 desde abril. A su vez, se aplicará un reajuste compensatorio para trabajadores cuyos ingresos no alcanzaron la inflación del 9,5 % registrada en los primeros tres meses del año.
Pero más allá del anuncio técnico, el gobierno provincial endureció su discurso contra la dirigencia sindical, especialmente en el ámbito educativo. “Más allá de la actitud de algunos gremialistas que nos llevaron a esta situación, nosotros nos hacemos cargo y garantizamos el aumento a quienes están en las aulas enseñando. No pueden ser perjudicados por las decisiones de una dirigencia que ya no representa a nadie”, afirmó el ministro de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastia.
El funcionario diferenció a los docentes que cumplen su labor cotidiana de una conducción gremial “desconectada” y con intereses políticos. “Convocaron a un paro y el 93,5 % de los docentes decidió ir a trabajar. Eso demuestra que hay vocación, que los chicos siguen siendo prioridad, y que los docentes no se sienten representados por los sindicalistas que dicen hablar en su nombre”, sentenció.
“Una dirigencia sindical cooptada por el kirchnerismo”
Durante el anuncio, Bastia profundizó su crítica al señalar que parte de la dirigencia gremial funciona como una extensión del kirchnerismo, al que responsabilizó por el deterioro educativo de las últimas décadas.
“Nos enfrentamos a sindicalistas que confundieron al gremio con el Estado y al Estado con un partido político. Esa lógica nos dejó políticas educativas fracasadas, evaluaciones con resultados catastróficos y una cultura que castigaba el mérito y premiaba la mediocridad”, lanzó.
En esa línea, recordó que el Gobierno eliminó el sistema de avance continuo apenas asumió: “El 11 de diciembre el gobernador puso fin a esa política que consolidaba la mediocridad. Hoy trabajamos para que los chicos aprendan, no para sostener estructuras gremiales”.
También hubo lugar para denunciar privilegios históricos de algunos dirigentes. “Hay familiares de gremialistas con más de 20 años de licencia. Mientras tanto, los verdaderos docentes están en las aulas, educando. A ellos los vamos a seguir respaldando”, subrayó Bastia.
Paros decididos desde Buenos Aires
Finalmente, el ministro denunció que muchos paros en la provincia respondieron a decisiones políticas ajenas al territorio santafesino: “Nos hacían paros desde Buenos Aires, decididos por Roberto Baradel. Ese fue el nivel de dependencia que tuvimos. Por eso estamos convencidos de que esta etapa terminó”.
Con este gesto —y el pago por decreto del aumento— el Gobierno busca no solo garantizar el salario a los trabajadores, sino también dejar en evidencia el desgaste y el aislamiento de una dirigencia sindical cuestionada, tanto por el oficialismo como por buena parte de la base docente.