PoliticaProvinciaCenso agropecuario: menos productores, mayor concentración en Santa Fe

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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) relevó 236.601 explotaciones agropecuarias en todo el país, desplegadas sobre unas 161,7 millones de hectáreas destinadas al uso agropecuario y forestal, de las cuales 151,6 millones tienen límite definido. Así surge del informe preliminar del Censo Nacional Agropecuario 2018 que presentó el organismo y que fue difundido hoy en la edición web de La Capital. De esta manera subrayan que en Santa Fe se registraron 19.214 unidades, que cubren un área con límite definido de casi 9 millones de hectáreas.

Según explicó el organismo, al 15 de marzo de 2019 se barrieron un total de 195 millones de hectáreas, de las cuales 33.231.821 son de uso no agropecuario. El operativo de alcance nacional relevó todas las explotaciones agropecuarias (EAP) del país, independientemente de su tamaño, número de parcelas, orientación productiva, condición jurídica o tenencia de la tierra.

Se contabilizaron 389.353 registros censales, de los cuales 236.601 corresponden a explotaciones agropecuarias. A ello deben sumarse 48.904 registros pendientes de incorporación, correspondientes a explotaciones agropecuarias ubicadas fuera del segmento censal que fueron derivados a otros censistas, productores ausentes, etcétera. Ese universo a revisión involucra a 10,12 millones de hectáreas.

Más concentración

Aunque el informe es provisorio, por lo cual el Indec advirtió que es incomparable con censos anteriores, los datos preliminares permiten inferir algunas tendencias, que seguramente deberán ser ajustadas.

Una primera mirada permite aventurar que en los últimos 16 años continuó la caída de explotaciones agropecuarias y aumentó la superficie promedio, lo que indicaría un avance en el proceso de concentración que ya se había reflejado en el relevamiento realizado a principios de siglo. También surge de la última medición, una reducción de la superficie destinada a usos agropecuarios.

A nivel nacional, el informe preliminar del Indec sobre el censo de 2018 registró 60.824 explotaciones agropecuarias menos en 16 años, si se comparan las 297.425 con límites definidos que había en 2002 con las 236.601 que se relevaron en 2018. Cabe aclarar que quedan 48.904 explotaciones sujetas a revisión.

En Santa Fe, de acuerdo a esta comparación, hay 8.820 empresas agropecuarias menos (-31,4 por ciento) que a principios de siglo. De 28.034 EAP con límite definido en 2002, se pasó a 19.214 en 2018. Expresado de otra forma, cayeron 3 de cada 10 productores.

Cabe aclarar que tanto a nivel país como local, ya el censo de hace 16 años había registrado una retracción de 90 mil productores en relación al de 1988. Ese resultado cumplió al pie de la letra los vaticinios de un ex subsecretario de Agricultura del gobierno de Carlos Menem, a principios de los 90, respecto de que iban a desaparecer 100 mil productores.

En los 30 años que cubren los tres últimos censos se perdieron 150 mil explotaciones en todo el país, de las cuales 18 mil estaban en Santa Fe.

Entre 2002 y 2018, con todo lo provisional del análisis, también se verifica una reducción de la superficie de uso agropecuario con límites definidos. Esta baja llega a 23,2 millones de hectáreas a nivel nacional, ya que a principios de siglo había 174,8 millones. A nivel provincial es de 2,26 millones, ya que de 11,25 millones de hectáreas pasó a 8,9 millones.

Si estos números se confirmaron, se verificaría un incremento de la superficie promedio nacional, de 587,7 hectáreas en 2002 a 640, luego de 16 años. En Santa Fe, en el mismo período se pasó de 401,3 a 467 hectáreas.

Santa Fe

Una primera lectura de estos datos permite sospechar que si bien la caída de productores y la concentración fue una constante en tres décadas, durante los 90 ese proceso fue más acelerado a nivel país. Por otro lado, con la lectura de los dos últimos censos, se vislumbra que la reducción de explotaciones es mayor en la provincia que a nivel nacional.

Si bien en números absolutos la caída de productores fue más pronunciada entre 1988 y 2002, con más de 9.700 bajas, entre principios de siglo y 2018 la pérdida de unidades productivas fue mayor en términos relativos (31,4 por ciento).

El censo de 2002 mostró que en la provincia, la tendencia a la concentración fue mayor en el sur que en el centro y norte. General López, el departamento más rico de la provincia, mostraba la mayor caída porcentual de productores y el mayor aumento de la superficie promedio.

El primer censo nacional agropecuario se realizó en 1947, y detectó 60.847 explotaciones en Santa Fe, sobre una superficie de 11,8 millones de hectáreas.

En 1952 se realizó otra encuesta, que mostró 58.927 unidades sobre 12,076 millones de hectáreas.

En 1960 se relevaron 56.267 EAP sobre 11,35 millones de hectáreas; en 1969 se registraron 56.374 productores y 12,26 millones de hectáreas.

Luego se hicieron los censos de 1988 y 2002. Entre una punta y la otra, la superficie promedio pasó de 194 hectáreas a 401,4 hectáreas.

Operativo censal

Al presentar el informe preliminar del nuevo censo agropecuario, el Indec destacó que los productores agropecuarios manifestaron una muy buena receptividad a la visita de los censistas, hecho reflejado en una tasa de rechazo de apenas 0,7 por ciento del total de entrevistados.

Del operativo participaron las Direcciones Provinciales de Estadística y el personal de la Dirección de Informática del Indec. Colaboraron la Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación, el Inta y el Senasa.

El operativo de campo del Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA 2018) culminó el 31 de marzo. Las tareas se dieron inicio el 15 de septiembre del año pasado.

El objetivo del CNA 2018 fue relevar los datos estructurales de las explotaciones agropecuarias (EAP) de la Argentina. Se basó en el reemplazo de los cuestionarios, mapas y planillas de seguimiento en papel por medios electrónicos (tableta, aplicación móvil, sistema de gestión informático).

Los contenidos de la Aplicación Móvil (APP CNA 2018) se estructuraron en tres módulos: “Módulo Cuestionario” (captura de datos); “Módulo Geográfico” (material cartográfico de referencia) y “Módulo Registro de Novedades” (control del proceso operativo).

El desafío de trabajar con nuevas herramientas digitales implicó más tiempo del planificado al inicio, especialmente en el desarrollo de las tareas de campo hasta la consolidación definitiva.

La unidad estadística del CNA 2018 es la explotación agropecuaria (EAP) considerando que es la unidad de organización de la producción, con una base territorial, una superficie no menor a 500 metros cuadrados dentro de los límites de una misma provincia y con un responsable que ejerce la dirección de la explotación asumiendo los riesgos productivos y económicos de la actividad. Se considera como EAP delimitada a aquella en la que se puede establecer la superficie total y la cantidad de parcelas censales que la conforman.

La estructura censal nacional fue integrada por aproximadamente 3.500 técnicos. Incluyó coordinadores, jefes de zona, auxiliares, supervisores y censistas que fueron capacitados para las distintas funciones específicas.

El trabajo de campo se organizó siguiendo la metodología de barrido territorial para cubrir todas las zonas con actividad agrícola, ganadera y/o forestal de Argentina.

Antecedentes

En abril de 2018, cuando participó del acto de remate del primer lote de soja en la Bolsa de Comercio de Rosario, el entonces coordinador del Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA), Roberto Bisang, destacó que el relevamiento apuntaba a “un campo que cambió radicalmente” respecto al último censo de 2002.

En ese sentido, apuntó que hoy la explotación agropecuaria tiende a estar repartida en varias parcelas, se consolidó la contratación de servicios y predomina el hombre de campo pero sin tierra y también crece la industrialización dentro de la explotación. “Queremos documentar que el campo se volvió complejo”, subrayó.

Según el coordinador, “el censo sirve para mirar el futuro desde las raíces” y los objetivos de la medición son “armarlo con menores inconsistencias y mayor transparencia en la información y en poco tiempo” y esto se debe al “cambio en la herramienta de medición y la incorporación de tecnología”.

El censo contempla el perfil del productor, el uso del suelo, las prácticas agro-culturales, la producción animal, el fenómeno de clonación, los bienes de capital y servicio agropecuario y por último población y trabajadores permanentes. Tal registro también permitirá identificar y cuantificar las nuevas formas de organización de la producción agropecuaria.

El último censo agropecuario que se realizó de manera completa fue en el año 2002. Después de 16 años, el Indec captará la diversidad de una nueva ruralidad, asentada sobre una multiplicidad de tecnologías, modelos de negocios y perfiles de productores agropecuarios.

Nota: Álvaro Torriglia

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