Con el objetivo de mostrar el déficit cero, el gobierno nacional avanza con la motosierra no sólo sobre los ingresos de los jubilados, la reducción a cero de la obra pública y los despidos de trabajadores, sino que también está dispuesto a reducir los servicios a los habitantes de las localidades más chicas. Así, hay una fuerte versión que indica que “está la decisión tomada” de cerrar las oficinas de Senasa en Rufino y Villa Cañás. Al mismo tiempo, no está claro qué va ocurrir con las dependencias de Anses en dichas localidades.
Por el momento no hubo ninguna notificación oficial, aunque el director provincial del organismo habría reconocido que “está la orden de reducir el número de oficinas”, y que la suerte está echada para las oficinas de Villa Cañás y Rufino, y no está muy claro que va a ocurrir con Firmat. Hoy Senasa cuenta con dependencias en estas tres localidades de la región, además de Venado Tuerto.
Dentro de estas oficinas la estructura es mínima, sólo hay dos personas: un profesional veterinario y una secretaria, que se encargan de cumplimentar trabajos de oficina, realizar muestreos y controles, habilitación de transporte, entre otras tareas frecuentes. Incluso en determinadas situaciones su protagonismo se incrementa de manera notoria, por ejemplo cuando aparece algún foco de triquinosis en chacinados o recientemente con la influenza aviar, donde se realizaron múltiples controles y desde Senasa tuvieron que realizar el sacrificio de aves contagiadas.
Tan precaria es la situación de estas dependencias, que hoy se encuentran trabajando sin contrato: se les había renovado el vínculo por un año, con la llegada del gobierno de Milei se les acortó el vínculo a tres meses y desde el 31 de marzo están sin vínculo efectivo, pero siguen trabajando.
En principio, recibieron el compromiso de que en caso de cerrarse las dependencias continuarán trabajando en coordinación con la oficina de Venado Tuerto, donde también la estructura es muy acotada. Pero todo está en un terreno informal.
Recientemente, el intendente de Rufino, Natalio Lattanzi, publicó en sus redes sociales un apoyo a los trabajadores del Senasa en su ciudad, con un pedido concreto al gobierno nacional para que no se elimine la oficina.
“Acá no hay ñoquis”, argumentó Lattanzi, agregando que “es una oficina que no genera gastos, que no tiene costo de alquiler ni de funcionamiento para la entidad nacional”.
Senasa es la sigla de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y su principal función es cuidar “la sanidad animal, vegetal y la inocuidad de los alimentos”.