PoliticaMario “El Loco” Mazzieri: tiene 74 años y ya corrió cuatro grandes premios históricos argentinos de TC

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Mario “El Loco” Mazzieri tiene 74 años. Es hijo de inmigrantes italianos que encontraron en suelo santafesino un refugio a la terrible dictadura de Benito Mussolini. De familia agrícola  y apasionada por el trabajo, supo desde muy chico que las obligaciones venían primero y luego “los fierros”. Pero no a veces todo se respetaba a raja tabla.

Estuvo vinculado a los autos durante más de cuatro décadas. Primero arrancó con las motos, una Zanella 100cc, con la que en 1962 (con 18 años) se “escapaba” de su casa para ir a correr a Venado Tuerto. Allí conoció a Santos Bozzone, el histórico compañero del gran Marcos Ciani y también a Gaspar Di Martino y su “pumita”.

Algunos años más tarde, exactamente a los 32, llegó a los autos y lo hizo en el mítico autódromo de Maggiolo. Debutó en un monoposto, con motor Jeep que en un principio fue preparado por Carlos Galante, luego por el inglés Ratcliffe y parte del último al que se subió venía con fierros del recordado Orestes Berta.

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La historia cuenta además, que junto a Ismael Iraola, fue uno de los impulsores para poner en marcha a mediados de 1960 el “TC venadense”, conocido como “TC del 65″. “Tuve grandes autos y de buen rendimiento. Pero no estaba acorde físicamente. Me faltaba entrenamiento. Porque el trabajo en mi casa era sagrado y eso no se negociaba. Lo primero, era la agricultura. Después el hobby”, cuenta.

Una cupecita, desde cero

Mario se define como a un humilde “fabricante” de autos. Desde la primera a la última pieza. Se da mañas para armar y desarmar a gusto. Hoy es dueño de una cupecita Ford 38, copia fiel de la que supo pilotear Juan Gálvez acompañado por Dante Emiliozzi. “Si hay referentes en el turismo de carretera para mí, son ellos dos”, asegura.

La “máquina”, tiene motor Falcon Sprint con caja de Torino ZF y suspensión de Ford Mondeo, entre otras cosas. “Es un auto de primera para hacer cinco mil kilómetros que lleva un gran premio, entre recorrido y viaje hasta el lugar de largada”, describe.

“El loco”, suele largar desde Luján en Buenos Aires; pasa por Bahía Blanca; Puerto Madryn; Rawson; Esquel; Bariloche; San Martín de los Andes; Villa Pegueña; vuelta a Neuquén y termina en San Luis. Son casi 10 días de ardua conducción.

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El Gran Premio Histórico, es una carrera donde también estuvo por ejemplo Juan María “El Flaco” Traverso. De paso, Mazzieri tuvo la oportunidad de recordarle al gran piloto que en San Eduardo todavía vive su chasista -ahora pasando su vejez ahí- cuando Traverso corría en el Ford Falcon preparado por José Miguel “El Polaco” Herceg.

El TC una pasión  

En el 2010 fue la primera carrera del saneduardense. Lo acompañó Ricardo Pavicich. Fue la más larga y emotiva, según dice, porque fue para “aprender” y sin “compromiso”. El recorrido lo completó junto a otras 20 cupecitas. Pero las competencias venideras, tuvieron otro “sabor”: iba directamente a competir.

Es decir: por tiempo y para figurar en el campeonato argentino de TC Histórico. Con velocidades desde 80 a 95 kilómetros por hora en zonas peligrosas, a 45 en los 3500 metros de altura. Recuerda que había corredores que se descomponían y autos que se paraban por falta de oxígeno.

Ya el segundo desafío fue con Juan Carlos Bertram. En esta oportunidad no pasaba por Puerto Madryn, sino que cruzaba directamente desde Mar del Plata a La Pampa

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Pero su acompañante de lujo, con 20 años, fue su nieto. Remarca que hicieron muy buena performance y se sintió placentero: “No es lo mismo compartir con un chico que con un hombre”, amplia.

Algo que no dijimos hasta aquí: “El loco” atiende él mismo a su auto. Lo conoce de punta a punta. Salvo la carrocería, que antes se ocupaba Rubén “Chiquito” Genovesio.

Es para aclarar que la cupé la hizo fabricar un joyero venadense, que se la encargó a Ramón Requejo, un viejo corredor. “Fue un grande del automovilismo argentino”. Luego, el auto fue vendido a Villa Cañas que es donde Mazzieri la compra.

“No me gustaba. La desmantelé toda. La hice hacer nueva. Chapa, trompa, cola, baúl y pintura del venadense Carranza. Y yo me encargué de la mecánica. Hoy está para bajarla del tráiler y salir a correr. Es una de las más lindas de la zona junto a la de Oscar “Piso” Gerlo”

Finalmente, emocionado, afirma: “Carlos Menditéguy es otro referente. Me fascinó en varias carreras. Fue un grande e internacional. Tenía parientes en San Eduardo y venía al pueblo. Por eso me hice hincha fanático de Ford”.

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Nota: Pablo Rodríguez/ Transmedia VT

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