Aunque el ultra-derechista Jair Bolsonaro mantiene la mayoría de sus chances, el petista Fernando Haddad acortó de 18 a 14 puntos su desventaja en intención de voto y redujo en seis puntos su índice de rechazo, según un sondeo publicado esta semana. La elección, que será clave para el futuro democrático de la región, tendrá lugar este domingo 28 de octubre.
Bolsonaro sumaría el 57% de las intenciones de votos válidos (excluyendo nulos, blancos e indecisos) , frente al 43% de Haddad, informó la consultora Ibope. En la encuesta anterior, el 15 de octubre, el exmilitar tenía 59%, frente al 41% del exalcalde de Sao Paulo y hombre del encarcelado Lula Da Silva
La diferencia entre una y otra está dentro del margen de error, de +/- 2 puntos porcentuales. También el delfín del encarcelado expresidente fundador del Partido de los Trabajadores logró recortar su índice de rechazo de 47% a 41%, mientras que el del excapitán del Ejército subió de 35 a 40%, según el sondeo. Se trata de la primera encuesta de Ibope realizada tras las explosivas revelaciones del diario Folha de S. Paulo el pasado jueves sobre empresas que compraron servicios para difundir mensajes en masa a favor de Bolsonaro, antes de la primera vuelta del 7 de octubre.
Ibope entrevistó a 3 009 personas entre el pasado domingo y este martes. Bolsonaro, un ex militar y diputado que acumula un historial de declaraciones misóginas, racistas, homofóbicas y de apoyo a la dictadura militar (1964-1985) , logrando a partir de ellas consolidarse como un outsider de la política. Aunque nada al margen del sistema político brasileño, el ex capitán del Ejército puede presentarse como un populista outsider por no estar alcanzado (no aún al menos) por los grandes escándalos de corrupción de los últimos años y que promete “ mano dura ” para rescatar a Brasil de la espiral de violencia. Además, con una propuesta económica neoliberal, se ha ganado la simpatía de los mercados. Haddad fue designado candidato del Partido de los Trabajadores (PT) tras la impugnación de Lula, identificado por millones de brasileños al mismo tiempo con la integración de millones a la clase media y a la vez con los escándalos de corrupción que durante años desviaron miles de millones de dólares de empresas estatales.
