Así lo afirmó el embajador interino, Tom Cooney, poco después la visita del secretario de Estado, Rex Tillerson. Tillerson visita a la Argentina por primera vez y, al igual que el ministro Aranguren, es ex CEO de una gran petrolera, en este caso la casa matriz de la poderosa Exxon Mobil.
La conferencia del flamante embajador Cloony fue vía telefónica. Había expectativa por la visita del máximo referente de Donald Trump en el ámbito internacional, luego de que el por entonces recientemente asumido gobierno de Macri viviera un cimbronazo tras la victoria del populista-nacionalistoide Donald Trump –el gobierno argentino esperaba la presencia de la más aperturista Hillary Clinton en la Casa Blanca, luego de la excelente relación trazada con el también liberal Barak Obama–, cimbronazo que se hizo efectivo tras el cierre del mercado estadounidense al biodiesel local.
Macri espera revertir esta última decisión comercial de EE.UU, y por eso valora los elogios de Cooney al gobierno y el apoyo a las medidas de ajuste que se aprobaron en diciembre de 2017.
“Tenemos una relación realmente excelente de socios y estamos fortaleciendo la relación cada vez más. Vemos a la Argentina como un modelo de la región, una democracia muy fuerte que está tomando reformas difíciles, pero importante y necesarias, que van a hacer crecer a la economía y al comercio bilateral con Estados Unidos”, expresó.
Asimismo, se refirió en mismo sentido a la visita de Tillerson: “Fue excelente. Hablamos mucho de cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico, que es una preocupación creciente en Argentina. Hablamos mucho de la región y de la relación bilateral, de Venezuela, que fue un tema muy importante porque Estados Unidos y Argentina creen que tenemos que tomar más acción para presionar al gobierno a volver a las vías democráticas y a sus responsabilidades bajo la constitución venezolana. Queremos una solución pacífica”.
Al respecto, anticipó que “probablemente” el secretario de Estado vuelva en mayo para la cumbre de los cancilleres y que para los EEUU el 2018 será “el año de las Américas” por el G20 en Buenos Aires, el G7 en Canadá y la cumbre en Lima.
Consultado por la relación comercial, sobre todo la exportación de biodiésel, Cooney destacó que los problemas se puedan hablar de manera “madura y pragmática” y sostuvo que van a continuar “tratando de buscar soluciones” porque Tillerson “está al tanto de las preocupaciones de la Argentina y la importancia del mercado de Estados Unidos”.
Sin embargo, resaltó que ahora la relación está en buenos términos y lo comparó con los años del kirchnerismo, donde era “pendular” porque podía estar “todo muy bien o todo muy mal”.
En esta línea, confirmó que “está avanzando las conversaciones” para la importación de carne vacuna por parte de Estados Unidos pero aclaró que “es un proceso gradual” porque ambos países son “potencias en el mercado agrícola” y tienen que “proteger la seguridad alimentaria”.
“Hay un importante progreso cada día y ojalá este año podamos avanzar más. También sabemos que es muy importante la relación con Brasil, la novena economía del mundo”, completó Cooney.
Foto princial: Mauricio Macri reunido con Rex Tillerson y Tom Cooney / Foto 2: dos ex CEOs del mercado petrolero, Aranguren y Tillerson, junto a Macri.