Los milicianos toman el control de la ciudad de Tarin Kowt en una serie de acciones coordinadas Un grupo de terroristas suicidas ha perpetrado un ataque simultáneo con explosivos en el sur de Afganistán, matando a al menos 22 personas, 12 de ellos niños. La ofensiva, llevada a cabo por varios hombres, tenía como objetivos unos edificios oficiales, un mercado y la estación de televisión de Tarin Kowt, capital de la provincia de Uruzgan, en el sur del país.
Los talibanes han reivindicado el asalto, llevado a cabo con bombas y fusiles. Se trata del ataque más sangriento de los últimos seis meses en Uruzgan, y sigue a los asesinatos de personalidades cercanas al presidente Hamid Karzai, entre ello su hermano.
Las informaciones sobre el asalto, que las autoridades tachan de "salvaje", son confusas. Según el Ministerio del Interior, un grupo ha hecho estallar un coche bomba junto a las oficinas del gobernador, y luego ha tomado posiciones dentro del edificio. Otro ha asaltado la sede de la radiotelevisión local y desde allí ha atacado la base de Matiulá Jan, jefe de una milicia privada local que colabora con la OTAN en la protección de sus convoyes. Los combates han durado cinco horas, y las fuerzas internacionales han apoyado a las autoridades locales con helicópteros.
Entre los muertos hay 12 niños de entre 5 y 13 años, dos mujeres y un periodista local de la cadena británica BBC, Ahmed Jpulwak. El elevado número de menores puede deberse a que muchas familias habían acudido al edificio del gobernador para tramitar la cartilla de identidad de los hijos, obligatoria para apuntarse en las escuelas públicas.
Uruzgan es una provincia montañosa y aislada, situada al norte de Kandahar, con la que tiene muchos lazos tribales y culturales. Esa región del sur, estratégica en la lucha de la OTAN contra los talibanes, ha sido escenario de un repunte de la violencia en las últimas semanas.
Apenas ayer fue asesinado el alcalde de Kandahar, Gulam Haidar Hamidi, amigo de infancia de Hamid Karzai. El pasado 12 de julio cayeron, en un mismo atentado, el hermano del presidente, Ahmad Karzai, hombre fuerte de la provincia y Jan Mohamad Jan, exgobernador de Uruzgan y consejero presidencial.
Aunque han sido reivindicados por los talibanes, ni los móviles ni los cerebros de estos asesinatos están claros. Lo cierto es que han contribuido a desestabilizar considerablemente la región.