Los cimbronazos electorales en la provincia de Santa Fe y Venado Tuerto, poniéndole fin al ciclo de 12 años del Frente Progresista por un lado y los 24 años de Scott/Freyre en la ciudad generarán una obligada reconfiguración en la política local y regional. Lo que hasta hoy es, ya dejará de serlo; pero hay un largo trecho hasta saber definitivamente cuál será el rol que el futuro le tiene asignado a cada uno. Como cantaban Los Violadores en los tempranos ’80, se impone la pregunta: “¿Y ahora qué pasa, eh?”.
Leonel Chiarella se convertirá en diciembre en el intendente más joven de la provincia. Tendrá la misión de mostrarse activo, dinámico e ingenioso, para que su discurso respecto a una estructura dormida por la prevalencia de “una misma familia” en el poder tenga asidero en la realidad.
el actual concejal tendrá que mostrarse como un gran equilibrista, para que las distintas fuerzas y corrientes ideológicas que se unirán para gobernar puedan convivir entre las tensiones naturales que surgirán.
Pero además el actual concejal tendrá que mostrarse como un gran equilibrista, para que las distintas fuerzas y corrientes ideológicas que se unirán para gobernar puedan convivir entre las tensiones naturales que surgirán. Chiarella ya anticipó que su gabinete contendrá principalmente al equipo de trabajo que se vio en campaña, sumando a algunos independientes. Pero más allá de la buena fusión exhibida en estos meses, radicales y socialistas no son iguales y los dos tendrán que aprender a convivir a diario con el otro. De hecho, en el tiempo que lleva el Frente Progresista, los concejales nunca funcionaron como un bloque homogéneo.
Senador y algo más
¿Y ahora qué pasa con Lisandro Enrico? El senador es el gran arquitecto del triunfo electoral en Venado Tuerto. Fue él quien apostó hace cuatro años a la renovación dentro del radicalismo, llevando como postulantes a dos ignotos como Leonel Chiarella y Juan Ignacio Pellegrini. En aquel 2015, el primero arrasó en la interna y en la general como concejal; mientras que Pellegrini pasó casi de ser un candidato testimonial a la intendencia a pelear con José Freyre en las generales. Dos años después, fue elegido concejal con otro amplio triunfo que le permitió a la UCR elevar su bloque a tres ediles, algo que no ocurría desde hacía más de dos décadas.
¿Se conformará Enrico con haber colocado a alguien de ‘su equipo’ en la intendencia y será un simple observador del rumbo del Municipio? ¿O asumirá un rol protagónico en las decisiones de gobierno? El tiempo lo dirá.
¿Se conformará Enrico con haber colocado a alguien de ‘su equipo’ en la intendencia y será un simple observador del rumbo del Municipio? ¿O asumirá un rol protagónico en las decisiones de gobierno? El tiempo lo dirá. También es cierto que el nuevo escenario provincial lo ubica en un lugar diferente: ahora será un opositor en un Senado con mayoría oficialista. ¿Apostará a la proyección que ya intentó al ofrecerse como candidato a vicegobernador de Bonfatti? ¿O cuidará el territorio en un contexto más complejo porque ya no será el vocero de las políticas provinciales?
Otro Freyre
¿Y ahora qué pasa con Freyre? Tal vez la respuesta la tenga el gobernador electo Omar Perotti, que todavía debe responder muchas preguntas sobre el futuro inmediato, especialmente sobre sus preferencias en el orden nacional.
No está claro que Freyre haya quedado tan bien parado. Primero porque acaba de perder en su ciudad y segundo porque en Venado Tuerto arrasó el Frente Progresista en todas las categorías.
¿El actual senador nacional contará con el intendente venadense como una pieza de peso en su próximo gobierno? El peronismo, sin líderes territoriales porque no gobernará en las ciudades más importantes, necesitará referentes que apuntalen al gobernador.
Sin embargo, no está claro que Freyre haya quedado tan bien parado. Primero porque acaba de perder en su ciudad y segundo porque en Venado Tuerto arrasó el Frente Progresista en todas las categorías. No obstante, la mirada cambia cuando se evalúa que el mandatario vigente sacó el 39 por ciento de los votos y que contuvo al sufragio peronista en la categoría gobernador. Habrá que ver cuál de los dos indicadores prefiere mirar Perotti. Después la última palabra será de Freyre en función de cuánto lo tienten las propuestas que reciba.
Nuevos líderes, se buscan
La construcción de nuevos liderazgos en el peronismo local tendrá que darse ahora, de manera tardía y en un contexto mucho más desfavorable. ¿Será desde el Concejo con Patricio Marenghini, Pablo Rada y Emilce Cufré? La realidad le dio dos cachetadas electorales en dos años al ex secretario de Servicios Públicos, con la peor elección en mucho tiempo del peronismo en 2017 (sólo metió un concejal de cinco) y la caída en las internas como senador. Rada, que siempre fue más técnico que político, tendrá que adaptarse rápido a la nueva función; mientras que Cufré, que sí tiene un perfil más combativo, deberá adecuarse a hacer política sin una estructura detrás.
Otras fuerzas políticas lucen debilitadas. Nuevo Horizonte tendrá por dos años más a Liliana Rostom y Cambiemos –que no pudo retener la banca que ponía en juego- sólo se quedará con Francisco Paris. Por viejas rencillas, es imposible pensarlos en un trabajo en conjunto. Lo mismo ocurre entre el propio Paris y Darío Jeannot, uno que se fue pateando la puerta de Cambiemos, pero que sí podría acercarse a Rostom.
Por eso los ediles peronistas serán los encargados de construir consensos para que el Frente Progresista no se aproveche de su condición de primera minoría para quitarle poder al Concejo.
Por eso los ediles peronistas serán los encargados de construir consensos para que el Frente Progresista no se aproveche de su condición de primera minoría para quitarle poder al Concejo. También puede ocurrir que desde la estructura provincial (hay muchos cargos que ocupar) el peronismo local construya un nuevo líder.
Futuro cercano
Volviendo a la analogía musical, aquel disco de Los Violadores llamado “¿Y ahora qué pasa, eh?” incluía un tema que parecía ser la respuesta: “Espera y verás”. Hoy la política local ofrece algunas certezas y muchas realidades por descubrir. Sólo hay que aguardar su irrupción.