El triunfo mundialista salvó al 2022 de ser un año para el olvido. Todos los índices que miden el bienestar de la población en Argentina siguen cayéndose a pedazos. A esta altura es difícil imaginar el futuro de un país que día a día incrementa sus pobres (estamos a un paso de tener la mitad de la población bajo esta condición). Además, de cara a un año electoral, es difícil esperanzarse con la actual clase dirigente.
Por supuesto, nuestros pagos (Venado Tuerto y su región) no fueron ajenos a dicha situación, aunque tengamos una dinámica propia.
Por acá, el año empezó complicado con balaceras que se repitieron en el contexto de un enfrentamiento narco entre tres bandas (todas dirigidas por detenidos). Encima, hasta el propio intendente de la ciudad sufrió las consecuencias y culminó siendo el blanco de un plan, que no llegó a concretarse, que incluía la balacera a su vivienda.
A su vez, en estos doce meses transcurridos, Venado Tuerto fue noticia por: la aparición de un extraño personaje que puso en vilo al gobierno provincial, el incendio de la planta de tratamiento de residuos y una nueva frustración en torno a la obra de la autopista de la 33 (la obra pública más esperada por estos lares).
Claro que también nos dejaron hechos para valorizar: la resurrección del Centro Cultural, el lanzamiento del Plan Estratégico Participativo y la condena en primera instancia de los acusados por la megaestafa inmobiliaria más importante en la historia de la provincia de Santa Fe. En el mismo sentido, podríamos incluir la decisión de un empresario local de financiar la reconstrucción de la planta de tratamiento de residuos incendiada.
Enfrentamiento narco
El 2022 nos recibió con las primeras noticias de balaceras acaecidas en el barrio Santa Fe.
Un enero violento continuó con el llamativo episodio ocurrido en el puente peatonal que cruza las vías del ferrocarril, donde un joven de 22 años le disparó a otra persona. Fueron cinco balas calibre 45 que no llegaron a impactar en la víctima. Las cámaras de videovigilancia que se encuentran en el lugar lograron captar lo sucedido, y el atacante y su novia de 18 años que lo acompañaba fueron detenidos a las pocas horas.
Ya sobre el cierre de marzo, la ciudad se conmovió con el desbaratamiento de un plan ideado desde una cárcel federal por un narcotraficante local para balear la casa del intendente, Leonel Chiarella.
Mientras, el 5 de mayo la realización de un allanamiento ordenado por la justicia provincial en una cochera ubicada en avenida Santa Fe entre Las Heras y Esperanto, tuvo una magnitud pocas veces (o nunca) visto por acá. Es que en la ocasión incautaron dentro de un vehículo cinco armas de fuego, una considerable cantidad de balas, precursores químicos y otros elementos utilizados en las denominadas cocinas de drogas. Posteriormente, el 4 de septiembre fue una investigación de Justicia Federal la que cerró con un el encuentro directo de una cocina de cocaína. No hay demasiados antecedentes de que se desbarate una cocina de drogas por acá.
El contexto de violencia vinculado al enfrentamiento entre, por lo menos, tres bandas narcos dirigidas desde unidades penitenciarias por reconocidos delincuentes locales provocó que la ciudad viviera un 2022 complicado. Solo la mala puntería de los tiradores colaboró para que el tema no pasará a mayores. También cabe destacar, a pesar de que muchas veces van detrás de los acontecimientos, la intervención de órganos judiciales que permitió detener y desarticular en parte las bandas.
En tanto, la preocupación es que los ciudadanos venadenses comenzamos a naturalizar un nivel de violencia creciente, que tiene como origen un combo de exclusión, consumo problemático y organizaciones delictivas que se complejizan día a día.
Noticias que trascendieron las fronteras
No fueron pocas las noticias vinculadas a la ciudad que en el transcurso del año ocuparon espacios en medios provinciales y/o nacionales.
En principio de marzo se conoció la escandalosa renuncia del director de Análisis Criminal Estratégico del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, Horacio Lucchini, luego que apareciera mencionado por Mariana Ortigala, una testigo clave del caso Esteban Alvarado (uno de los narcos más importantes de Rosario) por presuntas maniobras de tráfico de influencias que incluía el ofrecimiento de favores a Guillermo Cantero, líder de la banda de Los Monos. Pero, además, las distintas crónicas agregaban un dato: dicho funcionario antes de asumir en la repartición provincial, trabajó en el Juzgado Federal de Venado Tuerto.
Más allá de las llamativas características del personaje involucrado (la contamos en nota difundida el 12 de mayo), el caso revistió una gravedad institucional importante, es la primera vez que un funcionario político del área de Seguridad apareció directamente vinculado a una causa de narcotráfico.
Además, logró complicar al entonces ministro de Seguridad, el venadense Jorge Lagna. De todos modos, este último terminó eyectado de su cargo tiempo después, aunque no por el episodio Lucchini, sino por el fracaso de su gestión.
En otro orden, el incendio que arrasó con la planta de tratamiento de residuos ocurrido el 7 de septiembre fue otra de las lamentables noticias del año que se va.
Para colmo, sobre el cierre del 2022 Vialidad Nacional culminó confirmando lo que era evidente, la obra de la autopista de la 33 quedó completamente paralizada. Es que desde el organismo nacional informaron oficialmente que rescindieron el contrato de construcción del tramo entre Rufino y el acceso a San Eduardo debido a los incumplimientos del cronograma de obras y dificultades financieras de la Unión Transitoria de Empresas (UTE).
O sea, una nueva frustración y postergación para la obra pública más esperada y anhelada por estos lares. Mientras tanto, la actual y destruida ruta 33 sigue llevándose vidas.
Hechos para valorizar
Claro que no todo fue malo en el año que pasó y fueron varias los hechos para valorizar.
La reapertura del Centro Cultural Municipal (CCM), que desde marzo del 2017 permanecía completamente cerrado luego del hundimiento de parte de su estructura. Lo cierto es que el 26 de abril, fecha aniversario de la fundación de Venado Tuerto, reabrió las puertas este emblemático y simbólico espacio de la ciudad.
A la vez, la presentación y comienzo de talleres del Plan Estratégico Participativo (PEP) fue otra de las noticias positivas. Una localidad como la nuestra necesitaba tener una herramienta de planificación urbana que marque el camino para los próximos años. Claro que para que dicha herramienta tenga futuro necesita del compromiso y del consenso de nuestra dirigencia, si no el esfuerzo será en vano.
La condena en primera instancia de los acusados por la megaestafa inmobiliaria más importante en la historia de la provincia de Santa Fe, es otra de las noticias para resaltar.
Como dijimos en reiteradas notas realizadas sobre el maratónico juicio oral y público (el más largo que se recuerde desde la implementación del sistema oral en Venado Tuerto) es significativa la decisión de la Justicia de avanzar y de condenar a personas que cometieron este tipo de delitos (de guante blanco, les llaman). La tendencia del Estado es la de reducir la implementación del poder punitivo solo sobre los sectores más vulnerables.
A su vez, el desgraciado incendio de la planta de tratamiento de residuos, paradójicamente, ofrece una oportunidad para comenzar a resolver una de las principales problemáticas que tiene la ciudad. Es que el grupo Iraola donó $150 millones para reconstruir todo lo que el fuego arrasó. Y, según lo que indicaron en el respectivo anuncio, hasta sobrarían “unos pesos” que permitiría avanzar aún más en la planta.