Mauro CamillatoOpiniónUna Primaria santafesina para alquilar balcones

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Sobre el cierre de la semana que pasó se oficializaron en Santa Fe las listas para disputar las próximas elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre. Así se confirmaron la presentación de 13 espacios políticos y en seis de ellos habrá internas. En definitiva, en el cuarto oscuro el votante se encontrará con  22 listas de precandidatos a senadores nacionales y 23 de precandidatos a diputados nacionales. Lo que se dice un menú amplío, heterogéneo y para “todos los gustos”.

Claro que, en este variado menú, aparecen tres frentes que tendrían a prima facie mayores posibilidades de repartirse las tres bancas de senadores y las nueve de diputados en juego. Estos son: Juntos por el Cambio, Frente de Todos y Frente Amplio Progresista (FAP).

En los tres frentes habrá internas para alquilar balcones, aunque las que arrancó en punta y promete varios capítulos que rozan lo melodramático es la del PJ.

Mientras tanto, por ahora no asoma en el horizonte una verdadera discusión sobre cómo salir de la decadencia Argentina que día a día se acentúa y que hoy tiene como consecuencia un 42% de conciudadanos viviendo por debajo de la línea de la pobreza.

Párrafo aparte: un dato no menor de las listas presentadas es la ausencia de venadenses con posibles pretensiones a lograr una banca. Mercedes Meier es precandidata a senadora nacional por el Frente Soberanía Popular (espacios como escasas posiblidades de poder luchar una de las tres bancas en juego) y Miguel Pedrola es suplente en de una de las dos listas (la que responde a Omar Perotti) de precandidatos a diputados del Frente de Todos

El carnaval del PJ

Que un gobernador y una vicegobernadora participen en una elección de medio término cuando todavía no cumplieron la mitad de su mandato ya es una anomalía, pero que encima lo hagan en listas separadas es un carnaval.

Lo que ocurre en Santa Fe va directamente al libro de los Guinness y lo peor es que puede tener consecuencias inesperadas. Por lo pronto, si el que se impone en la interna es Agustín Rossi, el gobierno de Perotti se quedará sin poder real para atravesar los dos años de administración que le restan. Si sucede a la inversa y la lista que encabeza Marcelo Lewandowski y lleva como candidato suplente al propio gobernador triunfa, tampoco habrá mucho para festejar en el oficialismo. Es que la fractura que surgió entre los dos sectores del Justicialismo (ambos tienen representación en la legislatura) va a ser difícil de subsanar. Además, ¿qué hará la vicegobernadora Alejandra Rodenas retomará su cargo? Y en todo caso si lo hace: ¿Cómo seguirá ejerciendo su función enfrentada con el gobernador?

Estas y otras tantas preguntas podríamos hacernos al respecto, pero lo certero es que para el oficialismo todo es pérdida y, a pesar de que logró recuperar la Provincia después de 12 años, hoy a poco de andar se encuentra inmerso en un verdadero conventillo.

Juntos, pero no tan Juntos

Por su parte, Juntos para el Cambio afrontará las PASO con cuatro listas. Acá también el enfrentamiento parece a todo o nada y habrá que esperar para visualizar si los heridos (toda interna deja heridos) culmina sumándose a los ganadores. O sea de Juntos parecen tener poco y en todo caso lo único que une a los diferentes espacios es el odio al kirchnerismo. Claro está, que eso no alcanza para ser un verdadero proyecto político.

Así las cosas tendrán que agudizar el ingenio para llegar a las elecciones de septiembre sin mostrar “las hilachas” y dejar atrás los conocidos rencores (que no son pocos) entre los líderes de los espacios en disputas. Pero, además, deberán aprender de lo sucedido en las anteriores elecciones de medio término donde se alzaron con un claro triunfo, pero después de nada les sirvió para las elecciones “de verdad” y culminaron con un cómodo tercer lugar.

Incertidumbre en el Progresismo

La muerte de Miguel Lifschitz dejó al espacio progresista al rojo vivo, unos decidieron abandonar con rapidez el barco (los radicales Neo de Maximiliano Pullaro) y otros todavía no logran acomodarse al nuevo escenario. De todas maneras, es imprescindible para el ahora Frente Amplio Progresista realizar una elección decorosa para quedar posicionado para el 2023.

Pero además la pulseada de septiembre servirá para ordenar el espacio. El socialismo necesita imponerse para validar pergaminos, y ahora si un líder indiscutido, sacaron de la galera el nombre de la viuda del exgobernador, Clara García. Más allá que está última posee su propio capital político (antes que viuda es una dirigente con historia), su nombramiento tiene una alta cuota especulativa.

En tanto, el novel intendente de Rosario Pablo Javkin parece decidido a apurar los tiempos de posible llegada a la Casa Gris y armó su propia lista con el reincorporado Rubén Giustiniani a la cabeza. No hay dudas que Javkin quiere quedarse con todo y no se conforma con haberle birlado al socialismo la intendencia de la principal ciudad de la provincia, ahora pretende ser el gran elector provincial dentro del espacio progresista.

Para alquilar balcones

Con este panorama previo las elecciones de septiembre tienen todos los condimentos necesarios para convertirse en apasionantes.

Pero, tal cual dijimos en nota anterior, todo este cúmulo de emociones solo lo vive un minúsculo grupo de ciudadanos que disputan espacios de poder y en todo caso podríamos incluirnos a nosotros, los periodistas.

En tanto, el resto (la mayoría de los ciudadanos)  siguen mirando a la distancia esta realidad y esperan que una vez por todas nuestros dirigentes les resuelvan los verdaderos problemas.

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