El gestor cultural y crítico musical Paul Citraro propone una serie de reflexiones a partir del estreno del video clip “Chacarera por la Universidad”, que ya se encuentra disponible en el canal de YouTube de su creador y compositor, Gabriel Zarich:
El problema es político, no moral. Hay un reclamo transversal en defensa de la universidad pública mientras el poder capital ríe con toda la panza. Con la boca suelta. Dice Tomás Piketty: “La renta del capital en un país sin crecimiento produce acumulación”. ¿Qué significa? Que la guita va a manos de unos pocos. Los administradores de siempre. Los que cierran el candado más grande del portón sabiendo que muchos quedarán fuera. Sin derechos, sin educación, sin vida. ¡Somos un país del tercer mundo en Sudamérica! ¡Claro que el Estado es importante! ¡Claro que la educación abierta, pública y gratuita es importante!
La intención es eliminar el saber a disposición del colectivo. Y sólo mostrar la nitidez de lo difuso. La seducción, el juego de voces y los reflejos amables en relación al sentido. ¿Y qué es el saber? Recordar aquello que ya sabemos. El saber es el alma. Recordar la belleza. El saber es salir de la caverna, como el folklore de Yupanqui. Un saber de un pueblo sin que nadie se lo explique. Hay algo que viene y construye un saber.
Hoy el saber se construye entre la brutalidad comunicacional y la opinión gratuita. No hay dialéctica. Se tensiona con otro por un saber. Aleteia sin olvido, el río Leteo, el olvido. Hay que hacer un esfuerzo para llegar a ese saber original. Ese esfuerzo es la pedagogía, la formación, los pensamientos que vienen con sellos de la historia.
Los cuerpos tienen poros y los poros son para otro. El cuerpo propio es el cuerpo abierto. Un conjunto de relaciones. Cinco lunares en la espalda… o quién sabe si el vértigo y los efectos de tener relaciones sexuales con el demonio de turno. Después, el burrito sencillo va solito al corral. Un shopping vacío o con gente, da igual para corral de burros.
Todas las pasiones son incandescentes al momento de la compra. La compulsión de acumular. La modernidad como un movimiento permanente para el goce de unos pocos. El imperio de la opinión o el imperio de la estadística. Y la estadística como una administración para saber de qué modo se administra la heterogeneidad de la gente. Trazo grueso. Total, a quién le importa la voz consciente que habla desde el fondo.
Gabriel Zarich ha creado en este colectivo de colaboraciones artísticas una chacarera política. Una composición que da cuenta del sudor de lo que significa educarse o no. Por tímida que parezcan esas voces, son una muestra de una reacción política. Quizá -en otra vereda- un juego de voces lleno de reflejos amables con el sueño de volver a poner sentido, arriba de la mesa los domingos.