Mauro CamillatoOpiniónUn cierre de lista que deja una pregunta urgente de responder: ¿a alguien le importan las elecciones?

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El viernes no fue un día cualquiera para ese microgrupo que integran nuestros dirigentes políticos. Como siempre sucede en cada cierre de listas, fue una jornada vertiginosa a pura adrenalina. Algunos festejaron, otros no entienden como quedaron ahí, y otros tantos pasaron a integrar la banda de “los despechados”, esos que mañana intentarán como sea la venganza (la venganza en la política es saltar de vereda).

Así las cosas, este cierre de lista fue bastante desordenado para los principales partidos locales, con acuerdos que se cayeron a último momento y con nombres que aparecieron mágicamente intentando conformar a todas las partes. En la mayoría de los casos no se logró esto último y culminaron brotando otras opciones.

Mientras tanto, deberíamos reconocer que todo este cúmulo de emociones solo lo vive un minúsculo grupo de ciudadanos que disputan espacios de poder y en todo caso podríamos incluirnos a nosotros, los periodistas. La mayoría de la gente lo vive a la distancia y casi con desprecio, lo que marca claramente un clima de época al que nuestros dirigentes deberían prestar atención.

Es que el contexto no es el mejor, estamos inmersos en otra profunda crisis, con casi el 50% de la población pobre, a lo que se suma una pandemia que está haciendo de las suyas. Un combo que provoca además que la gente crea cada vez menos en la política como una opción para transformar sus vidas. Esto, como ya alertamos en notas anteriores, sigue siendo peligroso, sobre todo en un país donde tanto costo lograr la democracia.

Por eso, más allá de lo que decimos y de algunas escenas grotescas que acompañaron el cierre de listas, a esta altura tenemos que seguir aplaudiendo la existencia de estas jornadas.

Cierres vertiginosos

Lo cierto es que los cierres de las diferentes listas, sobre todo la de los partidos mayoritarios, fueron vertiginosos.

Comenzando con el oficialismo, donde el novel Leonel Chiarella afronta su primer desafío como mandatario. Es que él sabe que necesita realizar una buena elección intermedia que le permita consolidarse en el poder y en todo caso demostrar hasta donde tiene pasta de líder. Por ahora, aparece muy atado a las decisiones que toman el senador Lisandro Enrico y el diputado (y el confirmado precandidato a senador nacional), Maximiliano Pullaro. Es más,  la estrategia local y regional del espacio culminó cerrando según las pretensiones de éste último. Lo “peligroso” para el futuro político de Chiarellla y su grupo es quedar ligado a la suerte del exministro de Seguridad de la provincia. No la va a tener fácil el oriundo de Hughes en la disputa por la senaduría nacional dentro del poblado Juntos por el Cambio, si fracasa claramente arrastrará a los que lo siguen.

Así por acá lograron concretar el sueño de Pullaro, el armado de una lista que represente a todo el arco “antiperonista” (ahora quizás deberíamos decir antikirchnerista), metiendo en la misma bolsa denominada Primero Venado, al “viejo” Frente Progresista junto con el PRO. De hecho, Venado Tuerto será la única ciudad que estrena semejante alianza.

De todos modos el cierre no fue tan exitoso, ya que no pudieron contener a los diversos sectores y brotaron tres desprendimientos que intentarán a su manera de defender las banderas del Frente Progresista y de Juntos por el Cambio por fuera de la alianza local.

Así el exjefe de Gabinete municipal, Diego Milardovich logró armar una lista bajo el partido GEN y con el sugestivo nombre Impulso Progresista, que se complementa con varios socialistas no conformes con esta nueva alianza que ellos consideran que mezcla agua con aceite (socialismo y cambiemos).

Las heridas no son pocas en el partido de la rosa, de hecho tuvieron que conformarse con el tercer lugar en la lista de la alianza oficialista (lo ocupará Nahuel Pasquinelli). Pero antes afrontaron una fuerte negociación que cerraron a disgusto, y hasta estuvieron a punto de armar una lista aparte para competir en la interna.

De todos modos, lo que más dolió en el oficialismo fue el armado de Milardovich. Es que temen que les termine birlando una porción de votos que necesitan para llegar a obtener tres de las cinco bancas en disputas. Más aún, la peor pesadilla para ellos es que el exfuncionario ingrese al Concejo y culmine convirtiéndose en un émulo de lo que fue Liliana Rostom para el anterior oficialismo municipal.

Por otra parte, la presentación de dos listas de Juntos para el Cambio, una encabezada por Lorena Fredes  y la otra por Luz Barraza Atencio (que es apadrinada por la ruralista del PJ Federal Soledad Diez de Tejada), también es una piedra en el zapato para las pretensiones del oficialismo. Es que en este caso, les restarán votos por derecha.

Un Frente de Todos, sin “todos”

Las cosas tampoco fueron tan fáciles dentro del Frente de Todos. Lejos estuvieron de lograr la unidad necesaria que pretende el gobernador Omar Perotti para la competencia legislativa nacional. Encima el principal responsable de no lograr dicha unidad es José Luis Freyre, quien desde su estratégico cargo secretario de Integración y Fortalecimiento Institucional, es uno de los encargados de armar el perottismo (Hacemos Santa Fe) en toda la provincia. Es más la frustración no fue solo en Venado Tuerto, sino en la región donde en varias localidades ni siquiera consiguieron armar listas para disputar las comunas.

Pero fue tal el desconcierto en el peronismo local que culminó saliendo una numerosa comitiva hacía Santa Fe y recién en la puerta del Tribunal Electoral y sobre el filo del horario culminaron acordando la segunda de la lista (Andrea Pignatta). El primer lugar para Sebastián Roma ya estaba confirmado con antelación.

Pero los “heridos” también quedaron dentro del PJ y representantes de La Cámpora, de Más Patria (espacio que conduce Marilín Sacnún) y la Corriente Nacional de la Militancia, armaron su propia lista con Nicolás Villalba a la cabeza para disputar la interna.

Por otra parte, el exdiputado provincial del PJ, Julio Eggimann, armó una oferta electoral denominada Vamos Venado (con el MID y la democracia cristiana) que va por fuera del Frente de Todos y que de concretarse su presentación final (hasta hoy domingo tienen tiempo para confirmar los nombres de la nómina) podría culminar restándole votos a un Frente de Todos que necesita hacer una buena elección para intentar alzarse con por lo menos dos bancas de las cinco en juego (aunque tengan la ventaja de solo poner una en disputa en esta elección). De no ser así, corren el riesgo de mirar desde afuera las decisiones del poder político de la ciudad por mucho tiempo.

Los otros

Otras de las novedades de este cierre de lista es la no presentación de dos espacios locales que actualmente tienen representación en el concejo. Uno de ellos, con unas cuantas elecciones por el lomo y que estuvo a punto de alzarse con la intendencia, Nuevo Horizonte. Es más su líder, Liliana Rostom definió, en este caso no intentar la reelección de su banca, la que ahora será muy pretendida por todos los contendientes.

Lo de Venado Renace, es más extraño aún, ya que tiene un representante que continuará en su banca por dos años más, Darío Jeannot, pero los problemas internos hicieron que decidieran no presentar listas. Encima el creador del partido, Franco Balzaretti ahora juega en la política rosarina, es tercero en una lista de candidatos a concejales encolumnada con el massismo que disputará la interna del PJ en dicha ciudad.

Lo cierto es que ambos espacios dejarán a una importante porción del electorado huérfano de representación.

De todos modos aparecen otros que intentarán cosechar por ahí. El nombrado Vamos Venado (si se confirma su presentación) que aspira a conseguir el sufragio de peronistas desencantados. Y el también nombrado, Impulso Progresista de Diego Milardovich que buscará los votos de los adeptos al Frente Progresista desencantados.

Pero también aparecen otros, como Ciudad Futura, un partido que logró en Rosario tener una importante representación en el Concejo Municipal, y buscará en su primera elección en la ciudad confirmar en las urnas el interesante trabajo militante que vienen realizando en los últimos años. Ganas y esperanza no les faltan y se animan a pronosticar que darán el “batacazo” con una lista ciudadana que lleva a como primero a Bruno Taddia. Habrá que ver si cumplen con semejante augurio, lo que es seguro es que van a hacer ruido en la campaña y que disputarán votos en el espacio de centroizquierda.

Por izquierda también habrá una opción menos pretenciosa, como la alianza que se referencia a nivel provincial en el diputado Carlos Del Frade, denominada Soberanía Popular y tendrá como cabeza de lista a Mario Sotomayor, a pesar que Roberto Meier es el principal constructor.

Finalmente, lo de UNITE con Martín Giménez como primero en la lista es todo una incógnita.

Enamorar a los electores

A todo esto lo preocupante es que a muy poca gente le importa las elecciones. De tal forma, que como marcamos líneas atrás la mayoría mira con desprecio los movimientos de los dirigentes.

Por eso, insistimos, más allá del resultado electoral, nuestros políticos tienen la obligación de volver a enamorar a los votantes y esto significa convencerlos que puede transformar la difícil realidad. Si no lo hacen de poco sirve toda la adrenalina utilizada en las últimas jornadas.

De este modo, el mayor desafío es lograr que al ciudadano finalmente le vuelvan a importar las elecciones.

 

 

 

 

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