Mauro CamillatoOpiniónNuevos gobiernos, cajas vacías y viejas estrategias para recaudar

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Todos los flamantes gobiernos (nacional, provincial y municipal) denunciaron que se encontraron con la caja vacía (sin plata). La famosa herencia recibida. Nada extraño cuando se trata de un cambio que incluye, en los tres casos, el arribo al poder de un color político diferente a su antecesor.

Pero a la vez, más allá de los lamentos, todos necesitan de manera urgente recurrir a decisiones que implican intentar recaudar los antes posibles la mayor suma posible para arreglar los problemas de cajas. Encima, en los estamentos locales y provinciales todo es más complicado, porque no pueden recurrir al pedido de financiamiento externo por sí solos.

De esta manera en los últimos días estamos presenciando cómo los diferentes gobiernos acuden a diferentes medidas/estrategias para sumar recaudación, y esas medidas o estrategias son las que culminan mostrando de que vendrán los próximos cuatro años.

Por ahora, en ninguno de los casos, se propuso una verdadera reforma tributaria (la gran deuda de nuestra democracia), y más bien se decidió tratar de “manotear” plata de algún lado para poder afrontar los próximos compromisos.

Una reforma tributaria en serio debería ser estructural y engendrar una nueva matriz en donde los que más paguen impuestos sean los que más tienen. Algo que suena lógico pero que en nuestro sistema impositivo actual sigue sin suceder, en la Argentina los pobres proporcionalmente pagan más impuestos que los más ricos (José Num, dixit).

Nación

Así el nuevo gobierno nacional dio a conocer su primera medida el viernes por la noche que es el aumento de las retenciones al campo. Es decir, una idea para nada novedosa y que nuevamente está dirigida al sector al cual parece ser más fácil “manotearle unos pesos”. A esta altura nadie duda que una parte importante de lo que genéricamente se llama “El Campo” puede realizar una aporte mayor a las arcas nacionales, pero justamente el problema es que “El Campo” no es una masa uniforme. Dentro de el se encuentran: grandes productores que “la juntan con una pala”, medianos productores que viven endeudados y que dependen del éxitos de las cosechas para poder tener una “buena vida” y pequeños productores que apenas subsisten y encima tienen que resistir los avance de los “grandes”. De la misma manera se podría hacer una diferenciación por regiones, no es lo mismo la ganancia que obtiene un productor de la Pampa Húmeda que uno del norte, para nombrar solo un ejemplo. Y así podríamos seguir con otras tantas diferencias.

Es decir, nadie discute las retenciones como una herramienta válida, pero las mismas deberían justamente ser diferenciales y segmentadas. (Es decir, no pueden pagar lo mismo los que más  tienen que los que menos tienen).

De paso, este anuncio realizado casi sobre el fin de semana, también contradijo uno de los ejes discursivos de Alberto Fernández, luego de asumir la presidencia, ya que la medida fue tomada unilateralmente y no se llamó a nadie para por lo menos informarla (es decir, lejos de una actitud dialoguista).

Mientras es cierto que el gobierno nacional necesita de manera urgente obtener divisas para enfrentar los compromisos nada menores que les dejó como herencia Mauricio Macri. Y habrá que esperar para comprobar si aparece en sus próximas decisiones una verdadera reforma impositiva integral. Por ahora, nada de eso fue dicho en los diferentes discursos

La provincia

En tanto, “el duro” Omar Perotti, por ahora decidió quejarse por la herencia recibida, y no anunció ninguna medida puntual. Solo trascendió que decidiría suspender las cláusulas del consenso fiscal firmado por Miguel Lifschitz con el anterior gobierno nacional que disponía bajas en ingresos brutos, entre otros ítems.

Por lo demás el duelo discursivo entre el anterior gobierno y el actual persiste, cada uno muestra sus números. Lifschitz y los suyos siguen insistiendo que le dejaron una provincia ordenada, mientras el rafaélino sostiene que lo que recibió fue un desastre.

De todos modos, lejos parece estar Perotti de realizar una reforma impositiva profunda en Santa Fe, de hecho nunca se escuchó de su boca tal planteo.  Es más algunos analistas santafesinos, indican que está preparando el terreno para realizar un fuerte ajuste.

Un solo ejemplo vale para demostrar lo regresivo que es el sistema impositivo santafesino, un minimercado abona ingresos brutos mientras las empresas exportadoras no están gravadas por dicho impuesto.

En los últimos años solo hubo un intento para cambiar el sistema impositivo santafesino, pero el proyecto que en su momento elevó a la legislatura Hermes Binner, culminó rechazado por la mayoría que en ese momento tenía el PJ.

Venado Tuerto

Por acá el intendente, Leonel Chiarella, luego haber elegido no dinamitar la transición hablando de la situación financiera municipal, esta semana decidió realizar una conferencia de prensa para destacar que encontró un Municipio “sin un peso disponible” y presentó un plan de austeridad. Dicho plan dispone: congelar los sueldos del personal de gabinete hasta el 30 de junio de 2020, reducción de los viáticos políticos, un fuerte control para evitar el abuso de las horas extras, y el gasto de combustible, revisión de los contratos relacionados con compras y alquileres de bienes y servicios.

Posteriormente fueron los concejales oficialistas quienes anunciaron que propondrán congelar sus sueldos por seis meses. Mientras, Darío Jeannot redobló la apuesta y pedirá una rebaja de los sueldos de un 70% para concejales y un 50% para integrantes del Ejecutivo.

Pero más allá de estas medidas, que en gran parte tienen un importante valor simbólico, sobre el cierre de la semana (tal como anticipamos en anterior nota de opinión en Venado 24), Chiarella decidió solicitar a los concejales que le aprueben la necesidad de disponer de cuentas presupuestarias de asignación específica para afrontar el pago de los sueldos y aguinaldos de los trabajadores municipales. La respuesta de los ediles fue positiva y seguramente se terminará aprobando en una sesión extraordinaria que se desarrollará el próximo martes por la mañana.

De este modo, el nuevo intendente podrá afrontar la urgencia (pago de aguinaldo) pero a futuro por necesitará de nuevos instrumentos para poder tener una administración exitosa. Aunque es cierto que las posibilidades de recaudación en una ciudad son muchos más acotadas (dependen sobre todo de las coparticipaciones nacionales y provinciales) todavía hay mucho por hacer al respecto. De hecho una de las políticas públicas de las que más se ufanó el gobierno saliente es que Venado Tuerto tiene una  las tasas General Impositiva (TGI) y Derecho de Registro e Inspección (DRI) más baja de la provincia. En el mismo sentido que planteamos a nivel nacional y provincial, quizás sea el momento de hacer una reforma integral donde lo que importe es que los que más tienen más paguen y no que “todos paguen menos”.

Y en todo caso en otro gran desafío que tendrá que enfrentar Chiarella (lo mismo se puede decir con respecto a Perotti y Fernández) es lograr ser mejores recaudadores. Uno de los problemas que nadie quiere enfrentar es el alto grado de evasión que hay en la Argentina, evasión que existe por complicidad del Estado. (Un tema que da para una próxima nota)

 

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