Mauro CamillatoOpiniónLeña del árbol erguido: la tala en el Parque, el costo ambiental y político del progreso

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Hacer “leña del árbol caído” es una vieja táctica en la política. De hecho, es la manera más habitual, pero también más cobarde de hacer política. Es que siempre funcionó así, mientras el oficialismo tiene éxito (o aparenta tenerlo) son pocos los que se animan a enfrentarlo o a desdecirlo. No hace falta ir muy lejos al respecto, solo mirar el ejemplo cercano del presidente, Javier Milei. Pocas semanas atrás, eran pocos los dirigentes que se animaban a criticarlo públicamente o los que lo hacían, lo hacían tibiamente. En cambio, en los últimos días posterior a varios yerros y ante números de la macroeconomía que comienzan a complicarse, son cada vez más los que marcan claramente las diferencias. Basta con observar lo sucedido con los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para comprobarlo

Más allá de esto, la metáfora que encierra el refrán se convirtió en realidad con la triste imagen que se viralizó en los últimos días en Venado Tuerto con los añosos árboles del Parque Municipal “caídos” tras ser arrasados por las topadoras. (Para cualquier persona con un poco de sensibilidad, le es difícil digerir los pocos videos que circularon, que muestran la violencia que simboliza esa topadora talando esos ejemplares.)

Por eso, era hasta esperada la reacción de grupos de vecinos que salieron rápidamente a cuestionar y hasta a tratar de impedir que se continúe con el derribo de las 40 plantas que están previstas en el plan de las obras de remodelación de la pista de atletismo. La justificación para realizar lo que algunos denominaron un ecocidio la dio el intendente de Venado Tuerto, el más apuntado por los vecinos indignados por lo sucedido, sosteniendo que la remodelación busca elevar la pista de atletismo a estándares internacionales, lo que requiere su ampliación, por eso se necesita extraer 40 árboles ubicados en las cabeceras de la pista. Además de una cuestión de espacio, también se suma que la nueva característica de la pista que se instalará, que ya no va a ser de tierra como es actualmente, sino de tartán, un material formado por una mezcla de goma y asfalto que se emplea como superficie de pistas de atletismo. Dicho material exige una mantención especial y entre las sustancias que lo pueden perjudicar se encuentra la resina que despiden los pinos.

Foto de redes sociales

Lo cierto es que otra vez la proliferación de críticas empujó al oficialismo a ponerse a la defensiva, una actitud que no es común para un gobierno que tiene el dominio de la agenda pública desde sus inicios. En este caso, la táctica, abusando del uso del refrán, podríamos reformularla sosteniendo que “se intentó hacer leña del árbol erguido”. Algo parecido ocurrió con el anuncio de la reforma de la plaza San Martín (en ese caso la controversia fue por el abultado presupuesto), que provocó la atinada respuesta de Chiarella que antes de comenzar con la obra anunció modificaciones, reasignando el 30% de los fondos (la inversión total anunciada es de 3.928 millones de pesos) originalmente destinados al nivelado del carril interno de la plaza hacia mejoras en el centro de la ciudad.

Esta vez, no fue igual porque la crítica apareció ante el hecho consumado. De paso, vale recordar que la reforma en la plaza también estipula la tala de algunos árboles, opción que se estaría reviendo luego de la reciente polémica.

A la defensiva

De este modo, nuevamente un gobierno que domina la escena pública ante una oposición desarticulada y prácticamente inexistente tuvo que salir a responder. Y lo hizo de una manera improvisada. Al día siguiente de los derribos fue el propio intendente quien salió a recorrer medios de comunicación para intentar explicar lo sucedido. A la par, todos los funcionarios y amigos del oficialismo difundieron un mismo posteo en redes sociales con un banner armado para la ocasión con la leyenda: “¿Sabías qué? ¡Se van a plantar más de 400 árboles nuevos en el Parque Municipal y espacios públicos cercanos! Son en reemplazo de los 40 árboles qué se están retirando para que se pueda avanzar con la obra y tener una pista de atletismo nivel internacional. El criterio de reposición es el que indica el Ministerio de Ambiente. Venado sigue avanzando!”.

La explicación, aunque apegada a la Ley Provincial 13836/2019, conocida como la Ley del Árbol no pareció suficiente para neutralizar las críticas. ¿400 plantines de árboles pueden reemplazar 40 árboles que en algunos casos tenían varias decenas de años? Uno de los tantos posteos realizados en redes sociales, remarcaba este aspecto, resaltando que sus nietos podrían llegar a ver a los nuevos árboles ya crecidos. Y, en todo caso, ¿cuántos de esos 400 quedarán en pie con el transcurrir del tiempo?

Pero, más allá de esto, también quedó en evidencia el error comunicacional. Una de las opciones, era tirar “la pelota afuera” y hacer alusión a que la obra al fin y al cabo es provincial, no municipal. Aunque, eso no serviría de mucho teniendo en cuenta el grado de identificación “sintonía” de ambos gobiernos. Pero, el yerro comunicacional más importante fue haber invertido las acciones. Lo óptimo, aunque no suficiente, era comenzar con la plantación de los nuevos árboles antes de la realización de la extracción.

De la misma manera, es destacable que el intendente haya aprovechado la ocasión, para informar que se está trabajando en la elaboración de un plan de reforestación integral en la ciudad, con apoyo del Colegio de Ingenieros Agrónomos y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). “Recorremos barrios donde directamente no hay árboles. La idea es plantar de forma planificada para evitar problemas futuros con las raíces”, explicó Chiarella.

Una ciudad con árboles

Mientras tanto, Venado Tuerto sigue siendo reconocida por su arbolado público, aunque, como bien los admitió el mismo mandatario, en los últimos años se comenzó a visualizar una clara merma de árboles en los barrios de la ciudad.

No hace mucho tiempo atrás la mayoría de las viviendas tenían un par de árboles plantado en sus frentes, hoy ya no es así. Por eso, es necesario retomar el proyecto de una ciudad lo más verde posible en épocas en las que el innegable cambio climático comienza a elevar las temperaturas.

Las “islas de sombra” en Rosario

Acá nomás, en la vecina localidad de Rosario en los primeros días de marzo y ante una ola de calor extremo, la Municipalidad decidió instalar lo que denominaron “isla de sombras”, para bajar la temperatura en la peatonal Córdoba. Esta especie de media sombras o toldos tienen la función de reparar la falta de árboles en la artería céntrica de la ciudad. Algo parecido ocurre por acá en nuestra calle Belgrano.

En este sentido, quizás sea adecuado volver a tiempos donde en Venado Tuerto era prohibitivo extraer o hasta intervenir el arbolado público. Y esa decisión mucho tuvo que ver con la continuidad de una política pública que atravesó varios gobiernos y que tuvo como estandarte a la reconocida ingeniera Lilian Pagella de Boyle, quien desde 1981 hasta entrado los 2000 estuvo a cargo del área de Asesoría Forestal del Municipio de Venado Tuerto.

El entonces ministro de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe, Jacinto Speranza homenajeando a Lilian Boyle en el Día del Árbol- julio del 2019

Mientras tanto, la imagen de los árboles caídos por el paso de la topadora no solo duele por su simbolismo, sino porque muestra con crudeza cómo el denominado progreso puede culminar convirtiéndose en un contrasentido. Aunque la oportunidad también puede ser aprovechada para instalar un tema que parecía fuera de agenda.

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