Mauro CamillatoOpiniónEl plan de atentado contra la casa de Chiarella y el preocupante escenario de violencia en Venado Tuerto

Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

El presunto plan ideado desde una cárcel federal por un narcotraficante local para balear la casa del intendente, Leonel Chiarella, es un nuevo episodio de una trama que cada día se complica más. No hay dudas que son demasiados los hechos que se repitieron en Venado Tuerto que preludian un escenario de violencia con tintes mafiosos. Todavía estamos muy lejos de lo que pasa acá nomás, menos de 200 kilómetros, donde Rosario parece sitiada por el poder narco que ha sumado a su proceder, justamente, comportamientos mafiosos. En la vecina localidad, al coctel (de por sí explosivo) de drogas y homicidios por disputas de territorios, se le han sumado: aprietes, extorsiones y otros menesteres. Ya con el narcotráfico no alcanza, y las bandas se han complejizado.

Venado Tuerto está bastante lejos de esa realidad, pero es indispensable que se comience a trabajar mancomunadamente entre los distintos estamentos del Estado para evitar que eso suceda. Antes, también es necesario abandonar discursos disruptivos y exculpatorios que no conducen a ningún lado.

La existencia de un presunto (todavía es presunto, hasta que la Justicia lo compruebe) plan para balear la casa del intendente municipal reviste una gravedad institucional alarmante. Por supuesto, la concreción de dicho plan sería aún peor, y habría que remitirse a la balacera de la vivienda del entonces gobernador Antonio Bonfatti en octubre del 2013 para encontrar un caso similar.

Los antecedentes

El 9 de junio del 2020 a las 1:40 una bomba molotov casera fue arrojada contra la puerta de la sede de la fiscalía provincial de Venado Tuerto. La explosión generó un principio de incendio en el ingreso vidriado del edificio que el personal policial que estaba de guardia logró extinguirlo. En el lugar encontraron una nota pegada en la pared con un mensaje: “Atentamente, Nahuel Novelino“. Dicho atentado, estuvo precedido de un aviso, otra nota anónima que llegó al Juzgado Federal de Venado Tuerto que advertía sobre un posible atentado. Por eso, la hipótesis barajada en aquel momento fue la bomba tenía como destino original el edificio de calle Chacabuco, donde se había reforzado la custodia ante la amenaza. Posteriormente se estableció que, en realidad, la orden de lanzar las amenazas y la bomba molotov no salieron de este joven detenido en una cárcel federal de Chaco, sino de su exsocio, Maximiliano Ezequiel Ríos, alias Wacho Maxi, que actualmente está preso en la cárcel de Piñero.

Puerta de la Fiscalía posterior a la explosión de bomba molotov

Vale recordar, que luego de semejante acto, el entonces fiscal regional Alejandro Sinópoli, se lamentó del “silencio tremendo del sector político sobre el atentado al MPA”. En la oportunidad no hubo comunicados de repudio y solidaridad (como si hubo ahora), y si abundaron las escaramuzas cruzadas entre políticos y miembros del poder judicial.

Pero, acercándonos más en el tiempo, hay dos hechos que los investigadores empiezan a vincular con el plan para balear la vivienda del intendente. Uno de ellos es el robo que sufrieron hace pocos días familiares del mandatario y el otro el extraño episodio ocurrido el 18 de marzo cerca de las 14 en la puerta de la sede de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Venado Tuerto (25 de Mayo y Belgrano). En esta última oportunidad, personas no identificadas (posiblemente circulaban en motos) arrojaron una botella que produjo una explosión en la vereda. De todos modos, la fiscal de turno, Mariana Vidal, aclaró que el artefacto no se podía caracterizar como una bomba molotov, pero si tenía algún tipo de contenido que causó el estallido que asustó a los empleados que todavía permanecían en el lugar. Lamentablemente la investigación no avanzó demasiado, sobre todo por la ausencia de testigos y porque las cámaras de seguridad que se encuentran cerca del lugar no lograron detectar nada.

Por supuesto, a todos estos casos, hay que sumarles las continuas balaceras que se repiten en barrios periféricos de la ciudad. De hecho, dos días antes que trascendiera la investigación sobre el plan de atentado contra la vivienda del mandatario local, se conoció que hubo una nueva balacera en el barrio Alejandro Gutiérrez. La fiscal Mariana Vidal detalló que “Se secuestraron 14 casquillos con sus vainas de calibre 9 mm, algunos de los cuales ingresaron en la vivienda sin provocar heridas en los moradores, que en ese momento eran tres personas”. A la vez, agregó que después de varios episodios de estas características que se registraron durante enero, que derivaron en una serie de allanamientos, hacía un mes y medio que no sucedían.

Fiscal, Mariana Vidal

La necesidad de un abordaje diferente

Así las cosas, no hay dudas que hay que esperar el avance de las investigaciones sobre el plan de atentado contra la casa del intendente. A pesar del silencio de la fiscalía, que prefiere mantener en reserva los pasos realizados, por ahora lo único que se sospecha es que la orden habría salido de la cárcel federal del Chaco, donde se encuentra detenido el reconocido narco nombrado líneas atrás, quien ofreció $100 mil, droga y balas para la tarea. En tanto, distintos indicios llevarían a dar con la persona encargada de ejecutar el atentado. En los próximos días podría haber novedades al respecto

Más allá de esto, todavía no hay certezas absolutas, sospechan que el plan pergeñado por el narco detenido, tendría que ver con las denuncias realizadas por Chiarella en ocasión de la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Municipal. El mismo mandatario y los dirigentes afines se apuraron a reforzar tal hipótesis.

Para nosotros lo que refuerza es lo que planteamos en la apertura de sesiones, diciendo con nombre y apellido quiénes son las personas que siguen delinquiendo y eso evidentemente es real. La respuesta ante estas cuestiones que se pusieron sobre la mesa es reaccionar con violencia”, dijo Chiarella en la única nota periodística dada para hablar del tema.

Lo cierto es que de a poco los ciudadanos venadenses comienzan a naturalizar un nivel de violencia creciente, que tiene como origen un combo de exclusión, consumo problemático y organizaciones delictivas que se complejizan.

Mientras, el Estado sigue yendo detrás de las bandas delictivas o, en el peor de los casos, hasta se convierte en cómplice de las mismas. Los medios rosarinos dieron cuenta de las reveladoras declaraciones realizadas en los últimos días por el detenido, Marcos Jeremías Mac Caddon, presunto ladero de Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos.

Por todo esto es necesario un abordaje y diferente (con mayor complejidad) al tema del realizado hasta el momento. No hay dudas que la persecución y encarcelamiento no es suficiente. Pedir a viva voz la detención de presuntos delincuentes y pelearse con los jueces no parece ser el único camino. Como sostuvimos en nota anterior, las cárceles están repletas y los hechos delictivos no paran, sino todo lo contrario. Y encima los delitos se organizan desde atrás de las rejas (el plan de atentado contra Chiarella habría sido urdido en una cárcel federal).

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif