Mauro CamillatoOpiniónEl pacto Pullaro-Macri y su impacto en el tablero político de Santa Fe y Venado Tuerto

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¿Pullaro es un fenomenal estratega o solo un pragmático? O, ¿quizás ambas cosas a la vez? La respuesta la obtendremos el 13 de abril fecha en se elegirán los 69 Convencionales Reformadores para la Constitución de Santa Fe.

Lo cierto es que ayer cerró el plazo para la presentación de listas ante las autoridades partidarias (aunque todavía queda hasta el lunes para hacerlo ante el Tribunal Electoral) y hubo varias sorpresas en la lista de Unidos. Hasta hace unas semanas, todo indicaba que Pullaro jugaría la carta segura: encabezar una lista de constituyentes que funcionaría como plebiscito de su gestión, apoyado por nombres fuertes como la vicegobernadora Gisela Scaglia y la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García y varios ministros. Sin embargo, ese plan cambió drásticamente cuando el expresidente Mauricio Macri intervino y selló un pacto con el gobernador, lo que derivó en una lista completamente distinta.

Pullaro encabezará la nómina, pero la gran sorpresa fue el segundo lugar, que en vez de ser para Scaglia, quedó en manos de la diputada nacional Germana Figueroa Casas. En el tercer puesto se ubicó la diputada provincial Lionella Cattalini. Este movimiento dejó en claro que el reemplazo de Scaglia por Figueroa Casas fue una decisión de Macri, quien considera a la nueva candidata como parte de su tropa, a diferencia de la vicegobernadora, más cercana a Horacio Rodríguez Larreta, convertido en enemigo político del exmandatario.

El impacto en Venado Tuerto

Este cambio de última hora tuvo repercusiones en toda la provincia y en particular en Venado Tuerto, donde la actual concejala Verónica Ruíz, aliada de Scaglia, fue desplazada en favor de Didier Bizet, un nombre prácticamente desconocido en la política local. Aunque se difundió una foto de Bizet con la vicegobernadora en un intento por suavizar el golpe, todo indica que la decisión respondió a la estrategia de fortalecer la presencia de figuras alineadas con Macri. El nombre de Bizet fue impulsado por dirigentes como Lucas Huergo, la diputada Fernanda Castellani y Guillermo Merino, y encajó en el acuerdo general entre Macri y Pullaro. Finalmente, fue validado por Scaglia y presentado como una opción de unidad dentro del PRO venadense.

La foto de Gisela Scaglia y Didier Bizet

Este reacomodamiento también impactó en el socialismo local, que venía negociando la postulación de un candidato para el tercer puesto de la lista. Ante la falta de consenso entre los sectores liderados por los diputados Leo Calaianov y Rosana Bellatti, desde el entorno del intendente Leonel Chiarella se decidió ofrecerles el cuarto lugar. Desde el socialismo consideraron que esta decisión ya estaba tomada de antemano y que se les dejó fuera de los primeros lugares de manera deliberada. Como resultado, Gisela Pouillastrou, presidenta de la UCR de Venado Tuerto y directora de Educación, ocupará el segundo lugar detrás de Juan Ignacio Pellegrini.

Mientras tanto, el otro impacto indirecto en Venado Tuerto que tuvo la rubrica del pacto entre Pullaro y Macri fue el desplazamiento de todos los intendentes de la lista de convencionales constituyentes. Esto provocó que finalmente, Leonel Chiarella quedará afuera de los 50 que integrarán la lista proporcional. Así, la ciudad más importante del extremo sur santafesino solo tendrá a Lisandro Enrico, que fue confirmado como el candidato de Unidos en el departamento General López.

Un cambio de enemigo/adversario

Estos movimientos responden a una transformación profunda en el panorama político. El peronismo, que históricamente fue el principal adversario del oficialismo (Unidos se armó para disputarle el poder al PJ), hoy se encuentra debilitado tanto a nivel provincial como local. En su lugar, la nueva amenaza para Unidos es Libertad Avanza. Aunque este espacio aún no cuenta con una estructura consolidada en Santa Fe, la figura del presidente Javier Milei goza de un fuerte respaldo en la provincia, lo que preocupa a Pullaro y los suyos.

Ante este nuevo escenario, Pullaro decidió reforzar su alianza con el macrismo y relegar al socialismo a un segundo plano. Para Macri, este movimiento también representó una oportunidad de revancha contra el partido de la rosa, que ocupa buena parte de los cargos en la administración provincial. Además, le permite posicionarse en un distrito clave como Santa Fe y fortalecer a Pullaro en su competencia con La Libertad Avanza, el mismo partido que intenta disputarle el liderazgo del electorado de derecha en la Ciudad de Buenos Aires con la conversa Patricia Bullrich.

Para el expresidente lo que suceda en Santa Fe es todo ganancia, habrá que ver si también lo es para Pullaro que con estos movimientos culminó provocando heridas en algunos de sus aliados.

Sin embargo, el mayor favor al oficialismo provincial no provino de Macri, sino de Amalia Granata. La exmodelo, al presentarse como candidata, fragmenta el voto libertario y debilita el caudal electoral de Milei en la provincia.

Un desafío mayúsculo

Pullaro enfrenta un reto enorme: reformar la Constitución provincial luego de 62 años para habilitar la reelección, algo que hoy no está permitido en Santa Fe. Para lograrlo, decidió adaptarse al clima de época  y priorizar candidatos con un perfil de derecha, aunque sin alinearse completamente con el gobierno nacional. Comparte con Milei la idea del ajuste para garantizar el déficit cero y la responsabilidad fiscal, y avanzó en recortes impensados en otras administraciones, como en jubilaciones y educación. Es un firme defensor del punitivismo y de políticas de seguridad más duras, como el proyecto de ficha limpia. No obstante, se diferencia del presidente en su apuesta por la obra pública y el desarrollo productivo. Es decir, tiene una matriz en común con Milei con una agenda que es la que triunfa en la opinión pública, pero demuestra matices de diferencia que son los que se destacarán en una campaña que aparece como muy interesante.

El dilema del peronismo

Mientras tanto, el peronismo se enfrenta a uno de sus momentos más oscuros en décadas. No solo corre el riesgo de quedar marginado en la provincia, sino que en Venado Tuerto podría perder completamente su representación en el Concejo Municipal. Un hecho inédito desde la restauración democrática, que refleja la profunda crisis interna del partido.

Encima, a diferencia de lo ocurrido a nivel provincial, donde el sector del peronismo más ortodoxo cerró una alianza con Ciudad Futura, llevando al actual concejal rosarino Juan Monteverde como cabeza de lista de convencionales por distrito único, acá no hubo acuerdo y el partido irá completamente disgregado. Habrá dos listas en la interna (una encabezada por Sebastián Roma y otra por Martín Giménez) y una tercera que tiene a Janina Ferreyra como la primera candidata, que va por fuera.

A su vez, Ciudad Futura terminará siendo su claro competidor en la elección a concejales y podría arrebatarle la única banca que hoy tienen en el Concejo.

El desafío de Pullaro

Para Pullaro, esta elección es mucho más que un plebiscito a su gestión. Si logra reformar la Constitución provincial después de 62 años, abrirá las puertas a su reelección y consolidará su posición como actor relevante en la política nacional. Pero el desafío no es menor: deberá equilibrar las tensiones dentro de su coalición, gestionar las expectativas del macrismo y enfrentar el embate de Milei.

El 13 de abril sabremos si Pullaro es realmente es un gran estratega o si su pragmatismo alcanzará para sortear este complejo laberinto político.

Mientras tanto, los ciudadanos observamos estas maniobras con una mezcla de escepticismo y esperanza. Porque, más allá de las estrategias electorales, lo que realmente importa es si estas decisiones nos acercan o nos alejan de un futuro mejor. Esa es otra historia.

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