Venado Tuerto sigue semejando una isla en la política argenta, por acá nada de los cambios producidos nacionales parecen impactar en el tablero.
Es que, el hecho político más importante de los últimos días es el ascenso de Sergio Massa, quien a esta altura es un virtual presidente en las sombras. Aunque, vale aclarar, que más allá del desdibujado Alberto Fernández, quien quedó como una figura decorativa (quizás parecida a los reyes que subsisten en algunas de las alicaídas monarquías que quedan en el mundo), aparece Cristina Kirchner para ponerle límites “al presidente en las sombras”. En cualquier caso, esta última se guarda para sí el atajo de siempre, si sale todo mal ella no fue; y si sale medianamente bien, se atribuirá la jugada. Tan es así, que llamativamente permanece en silencio y ni siquiera asistió al acto de asunción del “nuevo superministro” (menos mal, imagínense su cara al escuchar el coro encabezado por Malena Galmarini que vitoreaba al Frente Renovador).
Pero, volviendo sobre nuestra primera aseveración en esta nota, el ascenso de Massa no produce ningún efecto estratégico por acá, debido a la casi nula representación dirigencial que tiene. Así, su futuro éxito o fracaso (elija lector lo que a ud. le parece que va a pasar) no beneficiará o perjudicará a nadie en su carrera política. Por supuesto, que de producirse lo primero muchos se atribuirán cercanía con él, sin embargo, los bendecidos serán aquellos que luzcan previamente la chapa del Frente Renovador.
En ese sentido, el único dirigente venadense que blandió las banderas de dicho espacio desde tiempo atrás es: Franco Balzaretti, quien actualmente es el representante del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) en el sur de Santa Fe y el año pasado integró en un tercer lugar una lista de candidatos a concejales del Frente de Todos en la ciudad de Rosario. Por lo tanto, el exdirector de Políticas de Adultos Mayores de la Municipalidad de Venado Tuerto y fundador de Venado Renace, parece alejado de la política autóctona. Aunque, vale aclarar, continúa teniendo un representante en el Concejo Municipal, Darío Jeannot, quien particularmente está lejos de identificarse con Massa y, además, confiesa a propios y extraños que sus intenciones futuras son afianzarse como empresario gastronómico y alejarse de la política (aunque nunca se sabe). Así las cosas, más allá de algunas manifestaciones realizadas por el propio Balzaretti a medios colegas, donde afirmó que Venado Renace seguirá existiendo, tendrá que encontrar un candidato competitivo que lo represente. Si no, no habrá posible “efecto Massa” que lo beneficie.
Mientras tanto, en la provincia de Santa Fe, la situación es bastante similar, tampoco el tigrense tiene demasiados representantes. Por más que el primer gobernador que salió a apoyar su designación fue Omar Perotti, la relación entre ambos es fría (siempre hay tiempo para “calentarla”, si hay necesidad política de por medio). Demuestra dicha situación la ausencia de referentes del Frente Renovador en el gabinete provincial.
En todo caso, solo dos exaliados al “superministro” ocupan cargos provinciales. Se trata de Alejandro Grandinetti, actual secretario de Turismo de Santa Fe, y Eduardo Romagnoli, director del Aeropuerto Internacional Rosario, pero ambos rompieron con Massa en el 2019.
En tanto, el que desde hace tiempo sigue manifestando su adscripción al massismo, es el inefable diputado provincial Oscar Cachi Martínez, quien presidió en el 2019 la denominada “Mesa Provincial Massa presidente” (también estaba el nombrado Franco Balzaretti), no obstante, luego se presentó a las elecciones provinciales por su propio partido “100 por ciento Santafesino”. Además, en las últimas internas del Frente de Todos integró las listas de Agustín Rossi, rival de Perotti.
La primera visita de Massa
Así las cosas, más allá de las especulaciones políticas, Massa tuvo el último viernes su primer desembarco en la provincia de Santa Fe y no la pasó nada bien. En este caso, la excusa fue el acto de presentación del tren de cercanía entre las ciudades de Rosario y Cañada de Gómez, ramal recuperado después de 45 años.
Allí junto al presidente, Alberto Fernández y el gobernador Perotti, se encargó de repartir sonrisas para todos, pero los gestos de alegría se borraron de su cara cuando se acercó a saludar a un grupo de vecinos y una mujer espetó: “¿Cómo andás chorro, delincuente?”, y otra agregó: “no les da vergüenza venir a inaugurar un tren de la prehistoria”. Y tras ellas comenzaron a sumarse más, con diversos reproches, hasta que el superministro decidió alejarse del lugar.
Dicho episodio (más allá de lo repudiable que son los escraches) se viralizó rápidamente y culminó demostrándole a Massa que no son tiempos de sonrisas, y que, si no logra rápidos resultados, nada fácil le será caminar en el futuro por las calles del país.