No hay dudas que la constitución y el posterior holgado triunfo del “frente de frentes” denominada Primero Venado fue una de las novedades políticas del 2021 en la provincia de Santa Fe. Dicho logro está cimentado en el acuerdo diagramado, posmuerte de Miguel Lifschitz, por el actual diputado provincial Maximiliano Pullaro y el senador, Lisandro Enrico. Y por supuesto necesitó del beneplácito del intendente local, Leonel Chiarella quien decidió empujar el armado.
Claro está, que también requirió de la venia de Juntos por el Cambio (JxC), el PDP y el socialismo local. En el primero de los casos, la sumatoria no fue completa, ya que un par de sectores decidieron ir por fuera. Mientras que en el partido de la rosa fue todo más complejo, puesto que por acá atraviesa una fuerte interna entre dos líneas, pero conveniencia electoral de por medio, bajaron algunas banderas y aceptaron el convite.
Así las cosas, la experiencia culminó siendo exitosa, por lo menos en lo electoral, y se alzaron con el 55% de los votos.
Pero, ahora este nuevo esquema del poder en Venado Tuerto necesitará afianzarse teniendo en cuenta las lógicas disidencias ideológicas de los partidos que componen está novedosa coalición. Encima, son muchos los ojos de la política grande santafesina que los están mirando para evaluar si es posible reproducir la jugada a nivel provincial.
A poco de andar, demostraron cohesión en la votación de las autoridades del Concejo Municipal. ¿Lo mismo lograrán en los dos años que le quedan antes de la próxima elección? ¿Hasta dónde influirán las disidencias que ya empezaron a ser visibles a nivel nacional y provincial entre los actuales integrantes de Juntos?
Internas
Lo cierto es que la gran coalición opositora logró ampliarse a nivel nacional y provincial con la sumatoria de sectores de la UCR. En Santa Fe, la prematura muerte de Lifschitz fue la que empujó definitivamente a la mayoría del radicalismo a quitar los pies del plato del Frente Progresista y culminar seducidos por el canto de sirenas de JxC. Pero, en ninguno de los dos casos, se logró plasmar un “frente de frentes” como el local, donde se consiguió que todos los partidos que integraban el Frente Progresista (incluido el socialismo) se unieran al novedoso “Primero Venado”.
De todos modos, a pesar de lo dicho, en lo nacional las disidencias y las internas están al orden del día en JxC. Es que la falta de una cabeza visible culminó provocando que varios se lanzarán anticipadamente a la carrera por ocupar lugares de poder. Al papelón ocurrido en las disputas de cargos en la legislatura nacional ahora se añadió la derrota en la votación de Bienes Personales.
Así hoy en la Cámara de Diputados Nacional la coalición opositora está dividida en diez espacios, con cuatro monobloques incluidos.
La situación en Santa Fe también atraviesa una incipiente tensión y Juntos por el Cambio tiene por lo menos tres sectores bien determinados: el del PRO puro encabezado por Federico Angelini y con algunos boinablancas incluidos; el de los radicales Evolución que responden a Martín Lousteau y que el líder por acá es Maximiliano Pullaro; y el de los radicales de la reciente senadora nacional, Carolina Losada y del diputado provincial, Julián Galdeano. Eso no quita que dentro de estos propios sectores también existan otras internas.
Es decir, en el gran espacio antiperonista, lo que prolifera son las diferencias, los choques de miradas y las desconfianzas cruzadas.
El ejemplo Venado
Así las cosas, habrá que esperar para poder vislumbrar si estas disidencias/internas terminan haciendo mella en Primero Venado. Por ahora, todo parece ir sobre ruedas, y el propio intendente local en la entrevista realizada la semana pasada para Venado24, valoró la experiencia. “A todos los partidos que conformamos Primero Venado nos unen los valores que deben regir en la gestión pública: la honestidad, cumplir con la palabra y trabajar en equipo”, destacó.
De hecho, cuando el periodista Juan Miserere le preguntó, si iba a poder blindar a la coalición local de las internas de Juntos por el Cambio, el mandatario respondió: “Hoy muchos ven que la experiencia de Primero Venado fue exitosa y necesariamente se tiene que llevar adelante en la provincia. Todos los partidos están diciendo que el camino para 2023, a nivel nacional y provincial, requiere de la unidad de los partidos políticos en un frente más amplio”.
Claro está que, con el devenir de los acontecimientos nacionales y provinciales, la alianza local necesitará blindarse a más no poder. Es que para lograr “el frente de frentes”, el radicalismo cedió espacios en la lista de concejales a JxC y el socialismo. Y ese no es un dato menor.