Tomás LüdersEn Campaña..

Tomás Lüders09/09/2021
Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

¿Qué es la obscenidad manifestada en insultos, latiguillos y culos sino el desierto de lo Real del que nos habla Žižek?

La mascarada de la selfie con los niños, la torta de cumpleaños o las plantas del jardín de la publicidad política no son ni eso: no ocultan que se venden candidatos como se venden cocacolas. Es tan pobre ese semblante de autenticidad que basta con recorrer cualquier campaña para ver en todas variaciones de lo mismo con distintos colores: apodos de desconocidos que nos tutean, nos dicen que va a estar todo bien porque no tienen nada para decirnos.  Sin promesa ni programa, a lo sumo algún bot exagera solicitud por ellos para lo micro: “ya paso por tu casa y te cambio el cuerito de la canilla“…

Entonces aparecen los gritos de Milei, los “garches” de una, las colas de otra y las “calenturas” de otra más. La Cosa en bruto, así nada más. Porque ya no hay relato para contarnos, pero, como bien lo sabía el esloveno, la Coca Cola no se vende por el azúcar de la campaña, sino por la promesa de ese “it” innombrable.

Algna vez pedimos que se vayan todos, pero no construimos nada. Se quedaron, con sus negociados, sus asesores y su impunidad. Este es el resultado. Como ya lo dijo el fallecido Norberto Oyarbide, divo pop y garante de impunidades varias: “Welcome to the Desert of the Real…”

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif