Tomás LüdersAnálisis: otro “fue sin querer queriendo” del niño Cambiemos

Tomás Lüders09/06/2016
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La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal anunció, apenas endureciendo la suave sonrisa que suele acompañar a su cándida mirada, que dará marcha atrás con las penas de cárcel para periodistas que denuncien incrementos patrimoniales de sus funcionarios. Nuevamente el macrismo tendrá que anular una medida anti-popular (y como en otros casos, directamente anti-constitucional) ante la puesta en evidencia de la misma por parte de la prensa. Esa institución que se buscó volver a silenciar a partir de una iniciativa reglamentaria del o impulsada por el Ejecutivo.

Y es que el propio presidente Macri afirmó que ordenará a sus legisladores modificar el artículo 85 de la ley de blanqueo de dinero ilegal, que establece penas de prisión y multas a quienes revelen información sobre las personas acogidas a tan cuestionable iniciativa “legal”.

Hagamos un poco de psicología infantil…

Entre los 2 y los 3 años medio, el niño y la niña es una “personita” que ya comienza a darse cuenta de cuáles de sus acciones son consideradas buenas y cuáles malas, pero aún espera que sean sus padres los que impongan los límites que frenan la acción de sus deseos “incorrectos”. Por eso, el infante actúa ante algo que sabe o intuye “malo” pero deseable, si siente que la autoridad paterna no está presente… Su lóbulo frontal aún no le otorga la capacidad el autocuestionamiento. Algo así como un “si pasa, pasa“, y si no se pedirá perdón.

Del infante, claro está, no se espera que tenga una conciencia moral plenamente desarrollada, por eso, ante la transgresión se lo corrige y sanciona. Pero después se lo perdona.

Es esta moral heterónoma la que lleva al infante a interrogarse tras, el reto, si sus padres lo siguen queriendo. Incertidumbre que exterioriza en estrategias de “seducción” como sonrisas, besos y abrazos exagerados o preguntas por la “felicidad” de sus progenitores.

Algo sin dudas simpático de ver cuando de niños se trata. Y suele ser recomendable alternar el reto con un reaseguro del amor que se siente por ellos. Sería de terribles padres no hacerlo. Límites y amor de los padres se conservan para siempre como la base sobre la que un adulto tiene montada su moral autónoma.

Seis meses de travesuras..
La criatura de Cambiemos cumple mañana uno seis meses. Está compuesta, sin embargo por muchachos y muchachas de cierta edad, y, se supone de cierta experiencia.

Los chicos han demostrado sin embargo su heteronomía a la hora de actuar. La primera picardía de la nueva criatura fue intentar nombrar con un Decretito de Necesidad y Urgencia a dos juecesitos en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Los retos llegaron rápido para el inexperto gobiernito, y ante el enojo decidió seguir el procedimiento que marca la normativa vigente… ¡Fue sin querer queriendo!” 

El siguiente golpe que recibió el Gobierno fue cuando el propio Presidente apareció vinculado al escándalo mundial conocido como Panamá Papers. Esto desencadenó en la firma de un contrato para constituir el fideicomiso ciego al que le otorgó la administración de sus bienes…  “Es que no me tienen paciencia”.

Sin embargo, las dudas en torno a la economía del jefe de Estado no terminaron ahí. Tras conocerse su primera declaración jurada como Presidente resultó llamativo cómo su patrimonio pasó de 52 a 110 millones de pesos en 2015, sumado al hecho de que movió 18 millones de Estados Unidos y Suiza a las Islas Bahamas. Macri nuevamente se vio forzado a reconocer la situación y determinó repatriar el dinero. No era para menos, la revelación se produjo en la misma semana en la que se pedía confianza a los argentinos con dinero no declarado para que lo repatríen. La corrección “retrospectiva” de la picardía fue presentada como  un gesto ejemplar del jefe de Estado, casi una lección de civismo desinteresado frente a quienes deben confiar en el país…. “¡Síganme los buenos!”

Pero en paralelo llegaba otra (parcial) marcha atrás ante una picardía que no pasó. Se trataba de la bromita del tarifazo, que, sin tope alguno, condenaba al congelamiento a toda la población patagónica y al cierre de la mayoría de las pymes nacionales…. “¡Se me chispoteó!”. 

Menos mal que Papi y Mami estaban mirando, que si no…

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