Mauro CamillatoOpiniónLa lección para Chiarella y el apuro de Perotti

Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

A pocos días de ingresar al último año de gestión, la situación del intendente local Leonel Chiarella y del gobernador Omar Perotti, parece diametralmente opuesta.

Mientras el primero transita una gestión casi sin sobresaltos y con una oposición inexistente, el segundo sigue sin poder “despertar el gigante dormido” y realiza denodados esfuerzos para revertir el panorama.

Claro que, en la semana que pasó el que inesperadamente recibió su primer cachetazo fue Chiarella. Es que el martes por la tarde empezó a circular en redes sociales una imagen de una aparente multa por alcoholemia positiva que le habían realizado el martes 13 de diciembre. Ya sobre la noche la información llegó a los medios de comunicación nacional, lo que obligó al mismo mandatario a salir a aceptar la situación y a intentar esbozar una explicación. La noticia tuvo mayor repercusión porque el mismo intendente días antes había tenido sus 15 minutos de fama (Andy Warhol dixit) en medios nacionales por justamente por imponer una veda para la venta de alcohol durante ocho horas en el día que se disputaba la final del Mundial. Previamente, la ciudad había ocupado espacios en esos mismos medios nacionales por los disturbios en ocasión de los festejos pos el triunfo en la semifinal de Qatar.

Lo cierto es que el último viernes Perotti y Chiarella, después de mucho tiempo, se volvieron a “ver la cara” en el acto de entrega de las 64 viviendas en barrio Santa Fe. Justamente, el viernes también fue la ocasión de otra desobediencia del intendente local a una decisión del gobernador. En este caso, el rafaelino sorprendió rubricando un decreto que daba marcha atrás con el asueto el 23 de diciembre, decisión que el venadense no acató.

Paradojas del destino, Perotti en su apurado operativo de despegue, desobedeció un decreto de Alberto Fernández (ya lo había hecho el día de los festejos mundialista). Mientras tanto, logró que Chiarella, al decidir incumplir la decisión del Ejecutivo provincial, a la vez acató el Nacional y se desmarcó de su aliado Rodríguez Larreta, que en la Ciudad de Buenos Aires decidió lo contrario. Clara muestra que poco importan las ideas (esos relatos que pretendían dar identidades a los espacios) y si las especulaciones políticas (electorales) per se.

La lección para Chiarella

Así las cosas, tal como remarcó Juan Miserere en su columna en Venado24, lo que le ocurrió a Chiarella, “tal vez sea oportunidad para un aprendizaje sobre los riesgos de caer en ciertos excesos moralistas en los discursos (…)”. Dichos excesos, en este caso, se culminaron convirtiendo en “moralina”. Es decir, como dice el refrán popular: “Haz lo que yo digo, no lo que yo hagoSeñalar al Otro continuamente, tiene sus riesgos.

Por ahora, en un momento donde la consideración pública sigue siendo alta y con una oposición inexistente, es difícil que el episodio tenga importantes consecuencias políticas, pero si debería ser un llamado de atención de cara al futuro. Como ya sostuvimos en otras oportunidades, uno de los signos de los tiempos que corren es la volatibilidad de la opinión pública.

El apuro de Perotti

Pronto a transitar su último año de gestión y sabiendo que no cuenta con la posibilidad de reelección, Omar Perotti luce por demás de apurado.

Así las cosas, luego de casi tres años con escasas obras públicas, ahora lanza un ambicioso plan que intenta plasmar antes de irse. La dificultad no menor es la necesidad de lograr que las empresas cumplan en tiempo y forma, sino las obras las van a inaugurar los que vengan.

También, luego de retacear continuamente aumentos salariales para los trabajadores estatales, en los últimos días otorgó un incremento de un 30 por ciento desdoblado en diciembre y enero, que dejó conforme a todo el arco gremial santafesino.

Pero, además, después de conseguir que le comiencen a abonar la deuda por coparticipación, empieza a despegarse de manera abrupta del gobierno nacional.

Tan es así, que cualquier oportunidad parece motivo para diferenciarse de Alberto Fernández, la desobediencia de los asuetos es una de las señales al respecto. Tampoco asistió a reunión de gobernadores ni firmó el comunicado consensuado, posterior a la decisión de la Corte Suprema sobre los recursos de la Ciudad de Buenos Aires.

De todos modos, Perotti sabe que no será fácil retener la gobernación, más aún si el frente de frentes se concreta. Su ambición parece ser quedar lo mejor parado posible para mantener su cuota de poder.

Mientras, dentro del propio peronismo, son cada día más las voces que manifiestan su desagrado con el rumbo del gobierno provincial. Claro, que al rafaelino eso no parece inquietarle demasiado. En su paso del viernes por Venado Tuerto, exhibió que su principal preocupación es reafirmar la marca Hacemos Santa Fe, el espacio creado y liderado por él que intenta dominar y alambrar el PJ en la provincia.

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif