El diagnóstico de dirigentes políticos y judiciales es idéntico: por ahora, solo la casualidad evitó que Venado Tuerto sufra una víctima fatal como consecuencia de las balaceras que se repiten periódicamente. Mientras tanto, el plan de atentado a la vivienda del intendente, Leonel Chiarella, fue la gota que rebalsó el vaso.
Así las cosas, hoy las fuerzas de seguridad y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) se encuentran trabajando a sol y sombra para intentar detener semejante ola de violencia.
De acuerdo con los datos suministrados desde el mismo MPA, la balacera ocurrida en la madrugada del viernes en calle Carelli a metros de avenida Eva Perón fue la 11° del 2022. Antes, el martes 29 de marzo, después de más de un mes sin registrarse hechos de estas características, se produjo un ataque con al menos 14 disparos contra una vivienda de calle Pardal, en el barrio Gutiérrez. La mayoría de los atentados fueron realizados por un arma 9 milímetros y todos tendrían que ver con disputas vinculadas al narcotráfico. Seis de las 11 balaceras ya fueron esclarecidas, con los tiradores identificados y detenidos. Además, destacaron que las investigaciones de otras tres están bastante avanzadas.
Desde de la fiscalía tienen detectadas tres bandas narcos con líderes detenidos en distintas cárceles (dos de ellos en unidades penales federales y el otro en Piñero) que se disputan territorios.
Uno de estos cabecillas, tal como relatamos en nota anterior, sería el que habría ofrecido $100 mil, droga y balas para atentar contra la vivienda del mandatario local. Al respecto, en los primeros días de la semana que pasó se realizó un allanamiento en una celda de la cárcel federal del Chaco (donde se encuentra alojado el sospechado de haber ideado el plan) y se secuestraron cinco celulares que están siendo periciados.
Al borde de un ataque de nervios
Como venimos destacando, Venado Tuerto se encuentra enmarañado en una ola de violencia de futuro incierto.
Por ahora, todos coinciden que las bandas con las que se enfrentan distan mucho de ser hiperprofesionalizadas (más bien lo contrario) y, por lo tanto, están a tiempo de desbaratarlas.
De todos modos, tal como también sostuvimos en nota anterior, la persecución y encarcelamiento no es suficiente. Esto lo demuestra que, más allá que se esclarecieron la mayoría de las balaceras, estás no paran.
“Nosotros podemos tener la respuesta más eficaz posible, pero este conflicto tiene diferentes aristas y, no solo lo podemos enfrentar con soluciones punitivistas”, alertó a Venado24 el fiscal regional, Matías Merlo.
En esa línea, luego de un convenio firmado conjuntamente entre el MPA, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, y los municipios de Firmat y Venado Tuerto, se está intentando realizar otro tipo de abordaje. Así, detalló unos de los datos recabados que muestra la otra cara del discurso hiperpunitivista: “En un relevamiento realizado en el 2021 detectamos que, en la franja etaria de 18 a 25 años, de los 29 venadenses que se encuentran con condenas provisorias 27 tienen el secundario incompleto. A la vez de esos 27, 16 ni siquiera terminaron la primaria”.
Con este panorama, es entendible la preocupación de la dirigencia política y judicial. Por eso insistimos: no es momento de declaraciones públicas altisonantes, sino del trabajo en conjunto y a largo plazo (algo a lo que no está acostumbrado la clase política, tan pendiente del electorado).
En tanto, por ahora. demuestran estar al borde de “un ataque de nervios”. Ataque que podría consumarse y contagiar a la población, si finalmente alguna de las balaceras culmina con un muerto, o en todo caso con un herido grave.