Mauro CamillatoOpiniónA una semana de la elección: apatía, dispersión y el dilema de la sucesión en el oficialismo

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Aunque el calendario electoral marca que el próximo domingo se vota en Santa Fe, en Venado Tuerto el clima sigue siendo frío. A una semana de los comicios, en los que se renovarán cinco de las diez bancas del Concejo Municipal, la apatía domina la escena y el fantasma del ausentismo vuelve a sobrevolar con fuerza. Fantasma que, vale aclarar, se instaló en todo el país y parece haber llegado para quedarse.

De todos modos, en juego, además de la nueva composición del cuerpo legislativo local, está el primer gran test político del segundo mandato de Leonel Chiarella. Y, quizás, algo más: la posibilidad de delinear desde ahora quién será su sucesor en 2027, si finalmente cumple con su promesa de no ir por un tercer mandato. Es que quien encabeza la lista de candidatos a concejales de Unidos, Juan Ignacio Pellegrini, es señalado para la sucesión.

El desempeño del oficialismo en estas elecciones puede ser determinante para el futuro político del propio Pellegrini. Si logra una victoria clara, su proyección como posible candidato a intendente en 2027 se consolidará. Si, en cambio, no consigue sostener el caudal de votos del oficialismo, la pregunta inevitable será si Chiarella reconsiderará su promesa de no postularse nuevamente.

El propio intendente sabe que la posibilidad de un tercer mandato es tentadora. Pero también conoce los antecedentes. El más cercano es el de José Luis Freyre, quien, tras dos gestiones con altos niveles de aprobación popular, encaró un tercer mandato que terminó de forma muy deslucida, con pérdida de liderazgo y una caída que arrastró al PJ local hasta su actual estado crítico. Algo similar le ocurrió antes al también radical Ernesto De Mattía, que no solo atravesó un tercer período con bajo rendimiento político, sino que además dejó al radicalismo fuera del poder por 24 años. La historia local enseña que un tercer mandato suele ser más una trampa que una coronación.

La elección de 2021 como antecedente 

El antecedente más certero para comparar con los comicios de este año es el  legislativo del 2021. No solo por tratarse del mismo tipo de elección (sin cargos ejecutivos en juego), sino también porque muchos de los protagonistas de aquella jornada encabezan las distintas listas en esta oportunidad: Juan Ignacio Pellegrini (oficialismo), Sebastián Roma (PJ) y Bruno Taddia (Ciudad Futura) vuelven a liderar sus respectivos espacios..

Aquella elección fue histórica para Unidos (en ese momento bajo el sello Primero Venado), que cosechó 23.670 votos (55%), logrando el mejor desempeño de una lista oficialista en una legislativa local desde el regreso de la democracia. Fue la primera vez que el partido gobernante superó la barrera de los 23 mil sufragios sin el arrastre de una boleta ejecutiva.

Para Ciudad Futura, por su parte, el resultado fue un debut más que auspicioso: con 7.652 votos (17,78%), se ubicó sorpresivamente como segunda fuerza, por encima del peronismo, y logró ingresar al Concejo por primera vez.

El PJ, en cambio, vivió su peor elección desde 1983. La lista encabezada por Sebastián Roma, apenas alcanzó los 6.378 votos (14,82%), reteniendo una sola banca por un margen ajustado. Fue, además, la cuarta vez en democracia que el justicialismo no logró superar los 10.000 votos. Como analizamos en su momento, fue la primera elección legislativa desde la restauración democrática en que el peronismo no obtuvo al menos dos bancas.

El impacto de la detención de Cristina

Cuando todo indicaba que la campaña transcurriría en clave localista, la reciente detención de Cristina Fernández de Kirchner irrumpió con fuerza en la escena política nacional. Las movilizaciones espontáneas que se multiplicaron en todo el país abrieron un nuevo clima político que podría tener impactos imprevisibles también en el plano local.

En Venado Tuerto, el primer movimiento fue en el Concejo: Sebastián Roma, actual edil y cabeza de la lista “Venado con Vos”, impulsó un proyecto de repudio a la “proscripción política y judicial” de la expresidenta. La jugada puso en aprietos a Ciudad Futura, con quienes compite por una porción del electorado progresista, y obligó a sus dos concejales a acompañar la declaración para no quedar desacomodados frente a su base.

Más allá de eso, Ciudad Futura va por otro “batacazo”. No solo buscará retener su banca, sino tratar de sumar una segunda que le permita ampliar a tres su bloque en el Concejo. Su apuesta se apoya en un crecimiento sostenido y en el desgaste del justicialismo, que llega fragmentado y debilitado. A diferencia de lo ocurrido en otros puntos de la provincia, donde sectores del peronismo y Ciudad Futura compiten aliados, en Venado Tuerto no hubo acuerdo: se presentan dos listas justicialistas, una liderada por Roma y otra por Janina Ferreyra (“Hacemos Nuestra Ciudad”).

El desafío de La Libertad Avanza

Una de las grandes incógnitas de esta elección es el desempeño de La Libertad Avanza. Prima facie, el espacio liderado por Javier Milei contaría con el respaldo de un importante porcentaje de los votantes venadenses. Sin embargo, los antecedentes muestran que ese respaldo no se traduce fácilmente a figuras locales sin peso propio.

El dato más claro fue la elección del 14 de abril: en la categoría de convencional departamental, Lisandro Enrico arrasó con 17.409 votos (algo más del 58%), mientras que el libertario David Sanfilippo apenas alcanzó 4.062 votos (14%), posicionándose por debajo del PJ, que obtuvo 4.461 votos.

La sorpresiva baja de la lista “Inspirar (Somos Vida y Libertad)”, encabezada por Alihuén Posetto, achica la dispersión del voto libertario, lo que podría favorecer a la lista oficialista, “Las Fuerzas del Cielo” (Marisel Fabbiani), y a “El Seleccionado (Moderado)” (Gonzalo Castro). Pero la duda sigue latente: ¿pueden las listas libertarias romper el techo que mostraron hasta ahora con dirigentes sin mucho rodaje y con un alto desconocimiento? La lista oficial libertaria encabezada por Fabbiani consiguió trascender algo más con un importante despliegue en campaña. Habrá que ver si alcanza para ser competitiva.

Una elección atomizada

Otro factor que condicionará los resultados del 29 de junio es la gran dispersión de votos producto de las nueve listas en carrera. A las ya mencionadas se suman tres espacios más: Partido Activemos (peronismo no orgánico) que encabeza, Martín Giménez; Unite por la Libertad y la Dignidad (libertarios alternativos), con Adalberto Pelacani como primer candidato; y el Frente Amplio por la Soberanía (espacio progresista), con Ariel Ricci en la cima de la lista.

Esta atomización puede licuar el voto opositor y favorecer a los espacios más consolidados, pero también puede hacer que las bancas se definan por diferencias ínfimas.

Campaña fría y apatía en alza

La campaña no prende. Hay actos formales, presencia en redes, pero poco entusiasmo social. Los candidatos caminan las calles, invierten en redes sociales y no mucho más. Solo quienes transitan el centro de la ciudad durante las jornadas laborales pueden advertir señales de campaña: la ya habitual postal de candidatos, con prolijos banners y una tímida mesita, instalados en las cuatro esquinas de San Martín y Alvear (ver foto de portada). Un fenómeno que se repite elección tras elección: los espacios políticos se disputan un lugar en ese cruce neurálgico venadense.

Sin embargo, el antecedente inmediato (las elecciones de abril) dejó un dato preocupante: solo votó el 47,20% del padrón. Si esa tendencia se repite, cualquier resultado puede magnificarse y toda predicción corre el riesgo de desdibujarse.

¿Todo resuelto?

El oficialismo parte como favorito, pero nada está escrito. La participación incierta, la fragmentación opositora, las tensiones internas, el impacto nacional del caso Cristina y la incógnita libertaria hacen de esta una elección con algo más de incertidumbre.

En ese marco, el oficialismo enfrenta una elección crucial: si repite, mejora o en todo caso, se acerca al rendimiento de 2021 (obtener similar caudal de votos va a ser difícil teniendo en cuenta el dato de la baja participación), el camino para Juan Ignacio Pellegrini hacia el 2027 quedará despejado.

Pero si los números no acompañan, el oficialismo deberá repensar liderazgo. Y en ese escenario, nadie descarta que Chiarella decida volver a escena, aún a riesgo de emular los desenlaces fallidos de otros terceros mandatos. Porque en Venado Tuerto, como en toda la política, las promesas valen… hasta que los votos marcan otra cosa.

 

 

Ver nota anterior: Comenzó la campaña: Chiarella busca blindar su legado y la oposición intenta construir una alternativa

 

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