El comienzo del 2025 luce vertiginoso, ni siquiera las altas temperaturas de enero apaciguaron a una dirigencia política que empezó muy activa de cara a un año electoral. Encima, las fechas corren: en Santa Fe el próximo 2 de febrero cierra el plazo para la presentación de alianzas políticas para las próximas Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y de convencionales para la Reforma Constitucional. Días después, el 10 del mismo mes, deberán presentarse ante el Tribunal Electoral las listas de los candidatos de cada partido o alianza. En tanto, el 13 de abril será la fecha de las PASO y de los convencionales. Las elecciones generales para elegir concejales, intendentes (en unas pocas ciudades) y presidentes comunales, por su parte, se llevarán a cabo el 29 de junio.
La particularidad de las elecciones de convencionales en Santa Fe le añade un condimento extra al año electoral que vivirá todo el país. Es que el actual gobernador Maximiliano Pullaro sabe que la elección a constituyentes es casi un temprano plebiscito sobre su gestión. Además, la frutilla del postre que busca es la posibilidad de ser habilitado para una futura reelección.
Los desafios del oficialismo
Consciente del tamaño del desafío, Pullaro ya decidió que será él mismo el que encabece la lista de convencionales de la coalición gobernante, obligando a jugar a los integrantes de las primeras líneas de los partidos que forman parte del Frente Unidos para Cambiar Santa Fe.
Cabe recordar que dicha elección se dividirá en dos categorías: 50 convencionales serán elegidos mediante un sistema de representación proporcional en un distrito único y 19 convencionales serán seleccionados uno por cada departamento, utilizando un sistema de circunscripción uninominal.
Esta situación sumada a las otras elecciones provinciales y a las nacionales que se avecinan (todavía no se confirmó el calendario electoral) hace que la rosca esté más viva que nunca.
De hecho, una clara muestra de que el año electoral ya arrancó fue lo ocurrido el último viernes en el acto de inauguración del comienzo de la obra en la Circunvalación de Venado Tuerto, un proyecto histórico que cambiará la traza urbana de la ciudad. En este contexto, los discursos fueron muy críticos con el gobierno nacional, marcando claramente la diferencia de una administración provincial que no para de anunciar y comenzar obras públicas. Por supuesto, los cañones apuntaron al abandono de las rutas nacionales que pasan por Venado Tuerto, las mismas rutas que conectará la nueva Circunvalación.
El principal orador fue el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, quien disparó como nunca contra el gobierno de Javier Milei. “El modelo santafesino de gestión contrasta con el modelo de abandono que se observa en las rutas nacionales Nº 33, 8, 34 y 11”, dijo. Y luego lanzó su más contundente definición política “El Estado no puede ser solamente un pagador de sueldos públicos”.
En la misma línea se manifestaron los demás oradores, excepto el intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, quien prefirió referirse al significado histórico de la obra y a ponderar al gobernador Maximiliano Pullaro y al propio Enrico por las promesas de campaña que se comienzan a cumplir.
No parece casual que Enrico, día a día, extreme su discurso contra La Libertad Avanza, más allá de la lógica desesperación que genera ver cómo las rutas se deterioran al mismo ritmo que se pierden vidas en ellas. El partido de Milei parece ser el principal rival de cara a las próximas elecciones y el actual ministro de Obras Públicas se posiciona como el seguro candidato a constituyente del departamento General López.
Por su parte, el intendente local, Leonel Chiarella, se perfila como otro de los posibles candidatos, si se concreta la decisión de Pullaro de postular a los dirigentes con mayor reconocimiento. No hay dudas que el mandatario local adquirió un prestigio que traspasa las fronteras de Venado Tuerto, y para el oficialismo provincial sería un despropósito no postularlo. Aunque, Chiarella evita referirse a su posible candidatura a convencional, espera tranquilo la posibilidad de ser nominado por el gobernador.
Dicho sea de paso, Chiarella otra vez hizo alarde de su lealtad para con Enrico en su discurso del viernes. Habría que buscar en los anales de la política local y hasta nacional semejante grado de lealtad de un dirigente ante su “jefe político”, a pesar de haber adquirido vuelo propio.
Por otra parte, al oficialismo local también se le viene el desafío de intentar retener las tres de las bancas que pone en juego y para ello deberá elegir a los mejores candidatos teniendo en cuenta que luego se vienen dos años de cierre de gestión. En este sentido, Chiarella insiste en que este será su último mandato y que cumplirá con cederle la postulación para el próximo periodo a Juan Ignacio Pellegrini, quien es el único candidato confirmado para renovar una de las bancas.
Crisis del peronismo
Mientras tanto, en la vereda del PJ reina la incertidumbre. A nivel provincial, el quiebre en el congreso partidario de hace una semana concluyó con el perottismo, el sector del senador Marcelo Lewandowski y el Movimiento Evita afuera de la estructura partidario.
Encima, se sucedieron luego lamentables episodios. El lunes renunció el vicepresidente del partido, Eduardo Toniolli. Y el jueves el perottismo pidió a las autoridades partidarias anular el Congreso y advirtió que recurriría a la justicia.
Dicha crisis se cristaliza en Venado Tuerto con dos sectores claramente enfrentados: uno que responde a cierto residuo del freyrismo, que fue el que ganó en la interna, y un segundo de raigambre perottista, que en los últimos días se sacó una sorprendente foto con el representante provincial del Frente Amplio por la Soberanía (FAS), Carlos Del Frade.
Aunque, este último destacó a Venado24 que no supo hasta después de la foto quienes eran los dirigentes venadenses que posaron junto a él y descartó cualquier tipo de alianza con ese sector del PJ. “Yo fui a Venado Tuerto invitado por un grupo de jóvenes integrantes de Centros de Estudiantes, nunca supe que se iban a sumar gente que no conocía y que forma parte de ese sector del peronismo”. Entre los integrantes de los Centros de Estudiantes, emerge la figura ascendente y sorprendente del joven de tan solo 17 años, Juan Médica, que acaba de alzarse con la vecinal del barrio San Martín, unas de las pocas que el oficialismo no pudo conquistar. Claramente, Médica es una figura emergente al que varios partidos opositores en Venado Tuerto se disputan. De raíz y familia peronista, es sobrino del exconcejal y armador del perottismo en Venado Tuerto, Miguel Pedrola (uno de los que aparece en la mencionada foto).
Ante este panorama, el peronismo dejó de ser la principal preocupación del oficialismo local y provincial.
El factor Milei
Más allá del visible crecimiento de Ciudad Futura en Venado Tuerto, que hoy es la verdadera oposición, empiezan a inquietar el papel que podría tener Libertad Avanza.
Si bien en esta región el armado político es bastante precario, la alta consideración que tiene el gobierno de Milei entre los venadenses hace pensar que podría atraer a una cantidad importante de votantes. Preocupa más el crecimiento de Libertad Avanza que el del propio Ciudad Futura, ya que la especulación es que los libertarios cosecharían apoyo entre los mismos votantes que tiene el oficialismo y terminar disputándoles una de las tres bancas en juego.
Algo similar ocurre a nivel provincial, donde el armado es más contundente y ya tienen hasta candidato a convencional, el actual diputado nacional por Santa Fe, Nicolas Mayoraz. A esto se suma la posibilidad de que convenzan a la exmodelo y actual diputada provincial, Amalía Granata, para que se una al espacio. Actualmente, Granata está alejada de los libertarios, pero comparten demasiados intereses y no sería extraño que vuelvan a terminar confluyendo. Uno de los intereses que Granata comparte con los libertarios es impedir la reelección de Pullaro, opción que se definirá en la asamblea constituyente.
El 2025 recién comienza, pero ya deja en claro que será un año electoral intenso, con desafíos mayúsculos para todos los actores políticos provinciales y locales.