Este viernes se estrena el cortometraje de ficción “Hore Shakul”, escrito y dirigido por Marcela “Pini” Sacco, con funciones en el Cinema Casey a las 22 y las 22.30, además de la avant premiere para invitados especiales a las 21. Este trabajo de producción íntegramente local, se filmó durante la pandemia y tras superar distintas etapas llega al estreno, con el objetivo de tener un recorrido posterior por festivales y salas de distintos puntos del país.
“Es un cortometraje de ficción (de 18 minutos) con tintes de comedia negra que transcurre en un universo distópico en donde hay mucho control sobre la biología”, cuenta Sacco, agregando que “la historia trata sobre una mujer que sufre un desorden hormonal que el sistema necesita controlar y le ofrecen determinadas opciones para resolver el problema. Una de ellas es adoptar un hijo, y a partir de ahí se disparan un montón de conflictos, en un ámbito donde está muy controlada la reproducción de la vida, ya sea humana, de animales o plantas”, revela.
Un dato importante: Hore Shakul es una palabra hebrea que no tiene traducción, que aparece en la Biblia y da significado al padre o madre de un niño fallecido. Es sabido que hoy ningún idioma le pone nombre a esa condición, que hay ‘huérfanos’ y ‘viudos’ o ‘viudas’, pero que perder un hijo no tiene nombre. “Está bueno saber qué significa, porque además no está explicado en la película, es metafórico”, aclara la directora y guionista.
Doble desafío
Esta es la primera experiencia de Sacco al frente de su propia película, aunque ya tuvo pasos previos como directora de arte de otros proyectos. Al encarar Hore Shakul se encontró con un doble desafío: por una lado contar una historia que rompía las estructuras premoldeadas para un guion de cine, y por el otro hacer ciencia ficción desde un bajo presupuesto.
“Lo audiovisual pensado desde el lugar industrial tiene una fórmula infalible, donde el guion tiene que tener inicio, desarrollo y final con dos puntos de giro y el protagonista terminar ganador. Yo vengo del palo de las artes visuales, con otra cabeza, esta estructura me limita y renegué de eso al momento de escribir la historia. A esta chabona no le podía ir bien, y el que leía el guion me decía que me fije… pero yo no quería una heroína”, revela.
Por otro lado, “hacer una ciencia ficción se supone que requiere muchos efectos tipo Guerra de las Galaxias, y eso es mucha plata. Pero yo tenía como referencia a dos películas: El Proceso, que es una adaptación de la novela de Kafka, donde se plantea un universo distópico y no hay nada que lo determine salvo la historia y los diálogos. Y Langosta de Yorgos Lanthimos”, de la que Pini acepta haberse inspirado.
“Hacer eso desde Venado Tuerto con los recursos que teníamos parecía complejo. Pero salió, está muy digna la película”, dice entre risas.
El origen
“La idea de base parte de un reniegue que tengo con una empresa de telefonía en la que uno llama para realizar un reclamo y te tienen rebotando durante horas, días y semanas sin obtener respuesta. La sensación de que tu tiempo está supeditado a una máquina que termina decidiendo por vos, mientras seguís pagando para sostener ese sistema… Esa impotencia la trasladé a una ficción, llevándolo al extremo del control que existe sobre nuestros cuerpos y nuestra biología, aunque no nos demos cuenta, a través de la cuestión tecnológica”, explica.
La historia fue escrita en 2018 y hay muchos elementos vinculados al control social. El problema es que después llegó la pandemia (y la cuarentena) y “fue una cachetada porque parecía que la historia había perdido fuerza, superada por la propia realidad, porque el control que existe sobre la protagonista lo vivimos claramente en la pandemia. Pero hoy vuelve a jugar con esa experiencia previa que tuvimos todos, y puede estar bueno desde ahí”, confía.
El rodaje se hizo bajo estrictos protocolos.
Made in Venado
Con el guion escrito, Pini Sacco y la productora Micaela Godino (socias en Las Tuertas) se presentaron al programa de Fomento de la Provincia, el proyecto resultó elegido y obtuvieron los recursos para iniciarlo. “Estábamos terminando el profesorado de Artes Audiovisuales, por lo tanto todo tiene que ver con la EPA (Escuela Provincial de Arte), terminó siendo una coproducción entre El Abrigo y la irrupción de Las Tuertas, y desde ahí se arma el equipo técnico, con estudiantes de la escuela. Y al mismo tiempo fue un primer trabajo por fuera de los que nos pedían dentro del cursado”, repasa.
El elenco se armó a partir de un casting, aunque el protagónico de Valeria Orodeski ya estaba definido por la directora. “Sí buscamos mucho el papel de Benjamín Avila, que es el controlador, por cuestiones fisonómicas y estéticas. A ellos se suman Florencia Cingolani, Cayetano Donatti, Agustina Vivas, Carina Lianza, Martín Bonfanti y varios niños de la familia”, destacó.
La filmación se tuvo que demorar por la llegada de la pandemia, hasta que se fueron liberando los permisos y bajo un estricto protocolo pudieron desarrollar el rodaje, con una persona responsable de tomar la temperatura, poner alcohol en gel y controlar el uso de máscaras y barbijos.
Otra forma de expresión
Pini Sacco viene de las Bellas Artes, siempre hizo un trabajo artístico que tenía que ver con lo gráfico y el arte urbano en Rosario, donde había ido a estudiar. Cuando volvió a Venado Tuerto armó El Berretín de Lee Debord, que incluía una galería, por lo que se abocó más a la gestión y disminuyó su producción.
El equipo al finalizar la filmación del corto.
Cuando se abrió la Escuela de Arte y empezó a cursar el profesorado de Artes Audiovisuales “buscaba ampliar mi lenguaje artístico, más allá de ser profesora. Y mi producción empezó a pasar por ese lugar”, con dirección de arte en cortometrajes (el más destacado en ‘Venado Tuerto’ de Jerónimo Marroquin).
Luego se animó a escribir y dirigir, armó la productora con Micaela Godino, coescribió un largometraje de ficción con Martín Donatti (la adaptación de la novela ‘Los electrocutados’ de Zooey) y la producción de Abuelo Gaucho. “Voy experimentando diferentes roles en el cine, estoy en pleno proceso de redescubrir para dónde va, y tengo ganas de meterme en lo experimental, con narrativas menos convencionales”, anticipa. Por lo pronto, este viernes la ciudad conocerá su primera producción y la expectativa es grande.
El equipo técnico se completa con Asistencia de dirección, Francisco Bertune; asistente de producción, Mauricio Cozzi; dirección de casting, Silvana Battocchia; dirección de fotografía y cámara, Jorge Bebek y Eduardo Correa Luna; asistente de fotografía y gaffer, Walter Orodeski; dirección de arte, Santiago Cesana y Vanesa Sudack; asistencia de arte, Martina Saita; peinado y maquillaje, Jorgelina Bertolé; vestuarista, Valeria Coronel Farrell; diseño sonoro, Alexis Kanter; sonido directo, Martín Donatti y Alejandro Acosta; música original, Luca Galarza y Martín Donatti; personal protocolo COVID-19, Emilia Godino. Se realizó con el apoyo del Plan Fomento 2019 del Ministerio de Cultura de Santa Fe, el programa de formación y mentoreo ABC BAFICI líneas Posproducción y Distribución.