Dicen que fue allá por el ‘83, cuando la democracia estaba resurgiendo en el país, que nació aquel canto de guerra entre el público nunca sutil de Riff. “Hay que ver, hay que ver, a Pappo presidente y a Vitico canciller”. Tan insólito como magistral, ese canto le otorgó un título honorífico al bajista y ladero del Carpo durante décadas. Campera de cuero, gesto adusto, ojos claros y presencia imponente en el escenario.
Hoy Víctor Bereciartúa es un señor de 75 años, pero cuando se cuelga el bajo es el Vitico de siempre, el que se alió con Pappo cuando vieron que en el rock nacional habían “ablandado la milanesa” y había que tocar fuerte. Entonces se vistieron de riguroso negro y cadenas para crear el heavy metal en Argentina, aunque en realidad Riff siempre fue una banda de hard rock. Pero ese es otro debate.
El sonido de los primeros discos no le hizo honor a un repertorio repleto de clásicos, pero en vivo aseguran que Riff no dejaba nada en pie. Y lo que quedaba, lo derrumbaba un público que había estado contenido (como el título de uno de sus discos más emblemáticos) y que desataba hechos de violencia. Tanto que eso obligó al primer parate de la banda.
Tendrían muchos regresos, peleas, enojos y reencuentros. Pappo y Vitico tuvieron asistencia perfecta, el presidente y el canciller. Aquel accidente en la ruta 5 cerca de Luján terminó con la vida de la guitarra mayor del rock nacional, y también con Riff.
Pero el legado sigue vigente, las canciones no se oxidan, el rock no detiene su motor y ahora Vitico, con nueva banda, llega por primera vez a Venado Tuerto. Será este viernes 17 en 1927 Multiespacio (Av. Casey 435) a partir de la medianoche. Y el propio músico adelanta que será un encuentro imperdible, porque Los Leones, su nueva formación, suena mejor que todo lo que hizo antes. Y eso que en el arranque de este siglo creó a Viticus, otra banda que dejó muy buenos discos, y que entró en pausa cuando Nico Bereciartúa (el hijo el mito) entró como guitarrista de The Black Crowes.
“Yo soy lo que quise ser y hago lo que me gusta, cómo no me voy a seguir subiendo a los escenarios. Si a mí me gusta, a la gente también… si no es así que me cuelguen en la plaza”, dice Vitico vía telefónica y larga una carcajada.
Se lo nota contento con este nuevo proyecto, con Vitico y Los Leones, tanto es así que dispara: “Yo formé a Riff junto a Pappo, a Viticus con mi hijo y otra gente, pero nunca tuve una banda tan buena como esta. El que se lo pierde es un boludo. A mí no me quedan tantos años para seguir tocando, pero mientras respire, el rock va a existir”.
Después de grabar seis discos con Viticus, donde también tocaba su sobrino Sebastián, lleva más de una docena de shows con Los Leones, con los hermanos Pistarelli (Demon y Pollo) en guitarras y voces, y Alejandro Soto en batería. “Donde vamos la gente no lo puede creer, es como un portal a algo que sucedió hace treinta años o más con Riff. Acá está la misma emoción y estoy yo. Pappo convocaba, y yo sigo irradiando todo lo que irradiaba, que era alegría y que la banda suene bien”, afirma.
Todo Riff
En el show de este viernes el repertorio será “todo Riff”, porque “a esta altura del partido, con más de 50 años tocando, aprendí que la gente quiere oír lo que conoce y revivir otros momentos. No obstante lo cual, aparte que me siga gustando el cabaret, estamos trabajando en dos o tres temas nuevos. Pero de acá a que la gente los entienda y le gusten, no sé si voy a estar en este mundo”, dice y vuelve a reírse.
Vitico y Los Leones, la formación que llegará a Venado Tuerto.
“Si cerrás los ojos el sonido es Riff, solamente falta la voz cavernosa del Carpo, pero se reemplaza (aunque yo no quiero reemplazar a nadie) con arreglos vocales, porque estos pibes cantan muy bien y entre los tres zafamos. No se lo pierdan, me van a dar la razón”, insiste.
El nexo venadense
Salvo que se haya perdido alguna fecha en el archivo, esta será la primera vez de Vitico tocando en Venado Tuerto: “Estuve en casi todo el país, puede ser que en Venado Tuerto no, por eso sería una pena que se lo pierdan”, invita.
Pero sí tocó con un venadense, que es Jota Morelli. El baterista ingresó en la última etapa de Riff VII, la que grabó con JAF en segunda guitarra y voz y Oscar Moro, que luego fue reemplazado por el crédito local.
Vitico se sorprende con el dato: “¡Gran valor Jota Morelli! Es un amigo que hace mucho que no lo veo. Aparte de un excelente baterista es una gran persona. Estuvo poco tiempo en Riff, fue justo al final porque Pappo no se lo bancaba a JAF porque era flaco, lindo y tenía el pelo largo, y era mucha competencia para él”, se ríe Vitico.
JAF, Vitico, Morelli y Pappo, uno de los pocos registros del paso de Jota por Riff.
Historia escrita
El año pasado editorial Planeta publicó una autobiografía del músico que se llama “El Canciller”, donde recorre sus más de cincuenta años en la música, repleto de historias, anécdotas y experiencias. “Mi familia me había programado para seguir una carrera universitaria y practicar algún deporte. Y ninguna de las dos cosas sucedió. Porque escuchando a Elvis en la radio del Chevrolet 51 de mi padre encontré el escape para no ser lo que debía”, narra en el libro. En definitiva Vitico fue lo que quiso ser. Y este viernes en Venado Tuerto lo volverá a demostrar.
El show está anunciado a partir de la medianoche, se presentará Fatigados como banda invitada y las entradas anticipadas se consiguen en Alpogo o en 1927 Multiespacio.