“En estos tiempos en que andamos con la boca tapada, los otros sentidos se están catapultando más. Estamos viendo más por andar con tapaboca y a este proyecto lo relaciono con eso, hay mucho que puede ser descifrado sin ser mencionado. Con mirarse a los ojos se entiende un poco más de los sentimientos del otro, y estamos tratando de re-ecualizarnos en el plano de los sentidos como sociedad, como planeta, seres humanos y músicos”. Leo Genovese hace esa lectura al hablar del nuevo trío que conforma con Mariano Otero y Sergio Verdinelli, un verdadero dream team del jazz nacional que cuenta con un disco grabado (“Sin tiempo”) y que esta semana sale de gira, incluyendo una fecha en Venado Tuerto.
La presentación en nuestra ciudad será el viernes 29 en el anfiteatro de la plaza Italia, con entrada gratuita (gracias al auspicio de la Municipalidad de Venado Tuerto) y una serie de protocolos sanitarios que se cumplirán para poder disfrutar de la música en vivo.
Después de un año muy difícil para los artistas, el 2021 todavía está lleno de incertidumbres. Pero el venadense Leo Genovese destaca al menos poder salir a tocar en vivo en este habitual regreso estival a su tierra de origen, después de un encierro neoyorkino forzoso.
“Me motiva y me emociona este proyecto, son dos músicos que admiro hace mucho tiempo, y contar con ellos como colegas, amigos y hermanos es súper lindo”
Tiene dos grandes aliados: Mariano Otero es una de las principales figuras del jazz argentino desde hace dos décadas, bajista pero multinstrumentista, supo compartir proyectos con Fito Páez y hoy es el director musical de la banda de Vicentico. En tanto, Verdinelli fue el último baterista de Luis Alberto Spinetta y varios años formó parte de la banda de Fito Páez. Genovese toca por todo el mundo en múltiples proyectos con el jazz como eje, pero también es músico destacado de la banda de Residente.
Foto: Juan Mirko
El concierto del viernes promete ser un bálsamo entre tanto silencio de conciertos masivos y el calor del verano venadense: “El disco lo grabamos hace dos años, después volvimos a juntarnos y seguimos grabando otras cosas. Seguramente es un proyecto que tendrá continuidad, estamos los tres escribiendo música para este trío y viene con fuerza”, cuenta Leo en charla con Venado24.
“Me motiva y me emociona este proyecto, son dos músicos que admiro hace mucho tiempo, desde antes de irme de Argentina, y contar con ellos como colegas, amigos y hermanos es súper lindo”, remarca el pianista, quien además asegura que el bagaje musical diverso que tienen los tres se mete en esta propuesta: “Nuestras experiencias con otras bandas se filtran en el menjunje musical alocado nuestro”.
Foto: Juan Mirko
Nómades fumigados
El 2020 será recordado en la historia por la pandemia de Covid: “Fue un año de aprendizaje para todos, pero en especial para quienes comemos del arte. Fue muy difícil para quienes nos dedicamos a tocar y viajar… están fumigando a la raza nómade”, asegura Leo Genovese, quien justamente le puso Nómades a una de sus formaciones hace unos años.
“Fue un cambio rotundísimo, en un año normal pasaba muy poco tiempo en mi casa y ahora tuve que pasar todo el tiempo adentro. Me resultó un re-concebir del elemento tiempo. Me permitió ponerme al día con ciertas cosas que tenía en el tintero, cuestiones que quería estudiar en lo musical y nunca las podía abordar como quise por falta de horas, y ahora lo pude hacer”, destaca.
Hubo mucho tiempo de soledad y silencio, que son la mejor escuela posible para conocerse y repensarse, tomando fuerzas para salir arando el día que abran las compuertas
También fueron meses de “mucho tiempo de soledad y silencio, que son la mejor escuela posible para conocerse y repensarse, tomando fuerzas para salir arando el día que abran las compuertas”, avisa.
Grabar y componer
Sin la posibilidad de recorrer el mundo como lo hacía en cada año, en este último tiempo Leo se abocó principalmente a crear música nueva, se involucró en proyectos colaborativos (como la genial versión de la marcha San Lorenzo con músicos venadenses) y también a grabar desde su casa. Lo único que permitió el virus.
“Compuse un montón, si estoy en mi casa en Brooklyn escribo música. Andá a saber si eso se toca algún día. A veces le pongo caras o nombres a la música que hago, pensando con quién la quiero tocar; pero otras es conectar con lo que está en el aire y surge algo, y otras simplemente es escribir un par de notas en el papel. Es entrenamiento, el deportista sabe mucho de eso”, explica sobre su método de trabajo.
Leo cuenta que tiene tres o cuatro discos grabados (uno de ellos de folklore), que están casi terminados esperando el momento preciso para que salgan a la luz. Además en estos meses grabó para diferentes artistas desde su casa: “Hubo que inventar un estudio para poder generar música, yo soy bastante troglodita, no soy muy tecnológico, pero me tuve que poner un poco al día con eso, haciéndome más amigo para poder grabar”.
Nuevos tiempos, misma esencia
Si bien el jazz todavía se mantiene bastante al margen de los cánones de la industria musical, todos los artistas atraviesan un notorio cambio en las formas de difusión de sus obras, condicionando incluso el proceso creativo. El pianista sienta postura: “Yo todavía pienso la música en disco, me gusta tener discos, casetes y vinilos. Me gusta la idea de concebir una obra, tal vez porque crecí en esa época. Ahora está la moda de los singles, los discos muchas veces no se fabrican y sólo están digitales, y también hay que adaptarse a lo que viene”.
El viejo tocador vive en una choza en algún pueblo y hay que ir a buscarlo. Hay ciertos personajes que están a la vuelta y conservan la sabiduría de nuestros abuelos
A pesar que internet pone a la música de cualquier artista al alcanza de todo el mundo, hay otra realidad paralela: “Se huele la injusta paga a los músicos desde las plataformas masivas, desde los grandes supermercados de la música. Hay otro mundo que sigue funcionando a la vieja escuela, que no muchas veces recibe la tinta o el espacio porque tampoco lo buscan porque están más allá. El viejo tocador vive en una choza en algún pueblo y hay que ir a buscarlo. Hay ciertos personajes -del palo que sean- que están a la vuelta y conservan la sabiduría de nuestros abuelos. Eso no se murió”, resalta.
La música y el alma
Y después, la industria arrasa con todo, imponiendo modas de dudosa calidad que copan la mayoría de los espacios. “Yo era bastante renegón con ciertos estilos musicales, me encaprichaba si alguno pasaba música mala. Y de repente ese fue el trampolín que me impulsó a irme para buscar otros caminos. Pero hoy por hoy si tengo que juzgar algún género o artista, prefiero no hacerlo, sino escuchar y rescatar algo que me guste dentro de la canción. Siempre se puede aprender algo, especialmente de lo que no te gusta”, sostiene un reflexivo Genovese.
Siempre se puede aprender algo, especialmente de lo que no te gusta
Y va más a fondo: “La música tuvo desde un principio el fin de elevar el alma y no de hacerla sufrir, es la fiel compañera en el viaje que va más allá de la vida y la muerte. Si alguien está creando algo para hacer unos mangos o hacerse famoso, les deseo suerte… ya no me enojo. Pero sí te invita a estar más despierto. Yo sigo escuchando a Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú, al Cuchi Leguizamón y a Spinetta. Lo que me hace feliz”.
LO QUE HAY QUE SABER
El trío Genovese-Otero-Verdinelli se presenta en Venado Tuerto este viernes a las 21 en el anfiteatro de plaza Italia (Piacenza y Chapuis), frente a la Terminal de Ómnibus. La cita es a las 21 y la entrada es gratuita, pero ajustada a los espacios autorizados por protocolo. Por tal motivo, se recomienda asegurarse el lugar comunicándose al celular 3462-653292. Cada entrada es para una burbuja de cuatro personas.
La gira de presentación de “Sin tiempo”, que tuvo su primera actuación en diciembre en Buenos Aires, llevará al trío también por Icho Cruz (el martes 26), Córdoba (miércoles 27), Rosario (jueves 28) y cierra en Mendoza (domingo 31). Quizás en febrero haya otras presentaciones, todavía por confirmar.