En un rápido flashback, Gustavo Cordera es que el que estaba en la cresta de la ola llenando estadios a principios de siglo al frente de la Bersuit, el que vaticinó en pijamas el estallido social a finales de los ’90, el que inició una carrera solista y que tiempo después fue un artista cancelado por sus inoportunas declaraciones, pagando una larga condena social. Es el que volvió a arrancar casi desde cero y que hoy asegura estar reconciliado consigo mismo. Y garantiza que frente al público también se está generando un vínculo muy especial.
El Pelado está de vuelta, en su esplendor, con sus canciones, con su historia y su presente, y llega a Venado Tuerto con un show que promete mucho este viernes a las 21 en 1927 Multiespacio (Av. Casey 435), seguramente a sala llena.
-¿Qué se va a encontrar el público en este nuevo show que estás haciendo?
-La versión más poderosa de mi carrera.
-¿En qué sentido?
-En todos los sentidos. Es donde más capital artístico tengo, donde menos expectativa le pongo al afuera. Donde estoy haciendo la entrega más generosa que jamás haya hecho arriba de un escenario. Tengo 63 años, vivo en La Paloma (Uruguay), viajo un día para llegar hasta allá y después de tres o cuatro días de gira, me vuelvo para acá. Estoy practicando calistenia, alimentándome muy bien, con mucha lucidez, con muchísimas ganas. Nunca sentí ese fuego interno de conexión conmigo. Y eso se transmite a la gente también.
-¿Qué cambió?
-Después de muchos años me asumí, me quiero, me respeto y me valoro como ser humano y como artista. Todo eso está arriba del escenario y la entrega es total. Cuando uno empieza con esto, los objetivos son conquistar el mundo, llenar estadios, ganar dinero, que te quiera todo el mundo. Todo eso ya sucedió, y la verdad que no me sirvió mucho para construirme interiormente. Te diría que casi nada. Tuvieron que suceder muchas cosas para que ese personaje tenga que morir y empezar a hacerme amigo de mí mismo. Entonces me encontré con mucho arte, con mucha literatura, con muchas canciones. Siento que no me alcanza el tiempo o los años para hacer la cantidad de discos que tengo pensado hacer. Estoy por lejos en el mejor momento.
-Da la sensación que te reencontraste con vos mismo, que estás en paz con vos, con todo tu proceso.
-Tal vez no sea ‘paz’, porque es una palabra muy grande para mí en este momento. Estoy en proceso y los procesos son muy virulentos. La cabeza misma te va tendiendo trampas constantemente, entro en situaciones de oscuridad, de tristeza, de melancolía. Todos los días tengo que enfrentar algo que me atormenta. Pero lo interesante es que estoy presente frente a esas circunstancias y siempre con una mirada artística. Estoy viviendo la vida con los ojos de un artista.
-¿Sentís que ese reencuentro también se dio con el público, que ya pagaste tu condena social?
-Lo vas a ver vos, con tus propios ojos. La frecuencia vibratoria en la que uno está, atrae personas con tu misma vibración. Entonces, los conciertos donde nosotros estamos no están politizados, es uno de los pocos conciertos que no hay cánticos políticos. Sin embargo, hay una algarabía, una emoción y una potencia tremenda. Son personas que están empezando a conectarse con su autenticidad, que te miran a los ojos, que te cuentan y te dicen lo que les pasa. Hay gente que está desperezándose, empezando a despertar. Es gente que cuestiona su alimentación, a las farmacéuticas y a todos los modelos políticos. Lo de la condena formaba parte, de alguna manera, de un formato dual, político e ideológico, del cual yo vengo. O sea, todavía yo tenía que saldar una cuenta con ese mundo. Y yo conmigo mismo también. Me saqué de encima ese cascarón, esa careta, que es el personaje social, heroico y provocativo. Hoy provoco, pero desde otro lugar.
-En todo este proceso, ¿en algún momento entraste en conflicto con tu propia obra?
-No, no. En algún momento sí. Por ejemplo, no cantaba ‘La Bolsa’. Pero una vez fui a tocar a la Fundación Eira, que es un espacio que apadrino donde se rehabilita gente adicta, fundamentalmente a la cocaína. Yo canté canciones como ‘Soy mi soberano’ o ‘Agua de río’, pero un chabón me dijo ‘cuando estuvimos en la oscuridad, en las drogas y totalmente hechos mierda, estabas ahí. Nos cantaste en ese momento. Y ahora estás acá adentro, cantándonos en nuestra recuperación’. Y en ese momento me di cuenta que no hay que negar el recorrido, inclusive cuando me toca hablar de las drogas, lo hablo con un profundo respeto, porque haber tomado cocaína fue un puente hacia mis miserias, mi oscuridad y todo aquello que no quería saber de mí. Entonces, en ese momento sané esa cosa de negarme a cantar ‘La Bolsa’, ‘El Estallido’, ‘Yo Tomo’. Todas esas canciones forman parte constitutiva, en algún momento, del viaje personal de algún adolescente que está ahí, que dice ‘este chabón estuvo como estoy yo ahora, y mirá qué bien está’.
El artista y su obra
Adelantando el show de este viernes, Cordera se sincera y afirma: “En este momento me cuesta mucho hacer las listas para los conciertos, yo hago 21 canciones para Venado Tuerto, y vuelvo a ir el mes que viene y te hago 21 canciones que no son ninguna de las que canté, y te puedo asegurar que te caes de ojete. Porque ahora van a estar todas, pero al mismo tiempo falta Madre hay una sola, La del toro, El gordo motoneta, Qué pasó, A los tambores, Veneno de humanidad o La argentinidad al palo; pero están Amores perros, El tiempo no para, Soy mi soberano, La bomba loca, La murguita del sur, Otra sudestada, Sencillamente, El baile de la gambeta, Yo tomo, El estallido, La bolsa y otras tantas más. Hay muchísimo repertorio para hacer varios shows”.
-Esta va a ser la tercera vez que venís a Venado Tuerto. Estuviste con la gira de presentación de La Argentinidad al palo con Bersuit y ya como solista en 2013. O sea, es como la primera vez que venís…
-Claro, pasó mucho tiempo. Según me enteré, va a estar lleno. En algunos casos va a ser un reencuentro, y en otros casos un encuentro nuevo. Se van a encontrar con algo totalmente nuevo.
Las entradas se pueden adquirir en alpogo.com o en 1927 Multiespacio. Quedan pocas anticipadas.
Acá se puede ver la entrevista completa: