Arte y espectáculosCultura“Linaje francés en la pampa”: un recorrido por el legado de Alejandro Estrugamou

Juan Miserere23/10/2020
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Por donde se ve un detalle edilicio aristocrático o una corriente del barroco francés, podemos reconocer su linaje, el mismo que nos guió al éxito”, sostiene el autor venadense Mauro Bertozzi sobre la figura de Alejandro Estrugamou, un benefactor que dejó su sello en Venado Tuerto, la ciudad a la que tanto contribuyó a fundar. Lo hace en un libro de reciente aparición, titulado “Linaje francés en la pampa”.

Rescatando un concepto del etno historiador Carlos Martínez Sarasola, quien sugiere que es necesario caminar la historia para lograr una revisión completa de los hechos y vestigios, logrando el reencuentro con el pasado de forma incierta; Bertozzi se abocó a transitar los últimos días de quien fue el ejecutor físico del primer plan urbano diseñado para Venado Tuerto: Alejandro Estrugamou.

Con su designación de juez de paz y con su llegada en 1883 fue quien encaminó el éxito de la colonia y posteriormente en 1935 su paso a ciudad”, sostiene Bertozzi sobre este singular personaje que a pesar de pertenecer al régimen conservador de la república, fue reconocido por su modesto andar.

El poder ejecutivo ejercido por Estrugamou no fue coincidencia ni mucho menos. Fue la constante de haber permanecido décadas en Venado Tuerto, lo que hizo que su obra sea la más importante entre los designados oportunamente presidentes comunales e intendentes con los años venideros”, amplía el investigador.

La obra recorre su legado como benefactor, contando con dos pulsiones: salud y educación. Tanto él como sus hermanos fueron adeptos altruistas que bajo la premisa de hacer con calidad “sugirieron oportunamente soluciones a necesidades de las sociedades donde interactuaban, siendo Venado Tuerto testigo único de la administración de su éxito”.

Hoy el apellido Estrugamou está casi desaparecido del viejo continente, y solo noventa personas aproximadamente lo conservan y residen en Argentina. El primero en llegar fue Jean Estrugamou (padre de Alejandro) con su esposa Catherine Larrart Larralde, dejando de ese matrimonio varios hijos de los cuales uno fue nuestro Alejandro.

El legado familiar tiene un desfile de mansiones y estancias en todo el territorio de Buenos Aires y fuera de él, los emprendimientos no solo alcanzaban los negocios de ganado y agricultura, también la construcción edilicia atravesó esta familia”, recalca Bertozzi.

Legados

Con una recorrida y los permisos pertinentes, Mauro Bertozzi logró visitar a los lugares donde Don Alejandro pasó sus últimos días y las obras de infraestructura edilicias en el barrio de Retiro, muy cerca de la famosa “Torre reloj de los ingleses”.

La visita a la residencia Estrugamou de calle Basavilbaso enalteció mis expectativas por su dantesca obra. El recorrido por sus dependencias arrojó en mí el verdadero entendimiento del porqué de  las extraordinarias y extravagantes obras realizadas en Venado Tuerto. Esta propiedad emblemática por su arquitectura señorial, fue construida en la primera década de 1900, con estilo ecléctico influenciado por barroco francés”, precisa el autor.

La fachada con grandes molduras, los techos altos y sus amplios ventanales con balcones y balaustradas son sólo detalles de este inconmensurable edificio. “Como lo sugiere el eclecticismo de la Belle Époque, sus ambientes señoriales nos muestran la confluencia de las bellas artes aplicadas”, amplía Bertozzi.

A media cuadra de la residencia se encuentra el otro famoso ícono aristocrático, el “Palacio Estrugamou”, un edificio ubicado en la intersección de Juncal y Esmeralda. “Su estilo influenciado por el barroco francés, fue encargado en 1924 y terminado en 1929, ocho años antes del fallecimiento del terrateniente de Venado Tuerto como es señalado en Buenos Aires”, resalta.

El Palacio Estrugamou, emblemático edificio porteño.

El arte era otra evidente inquietud de Don Alejandro, como queda en evidencia en la estancia “La Victoria” de Venado Tuerto, residencia que Estrugamou le comprara a Eduardo Casey, su socio y amigo, en 1886. En ese parque luce una estatua de mármol de “Diana La Cazadora de Versalles”, con el venado en sus pies.

Bertozzi concluye que a través de estos recorridos “desdibujé en mi imaginario los errores históricos sobre Estrugamou, quien dejó un legado extraordinario para nuestra ciudad, que aun transitando su 136º aniversario ignora más de este hacedor que de sus necesidades y faltantes contemporáneas”.

El proyecto literario es enriquecido con un proyecto de ordenanza que intenta reivindicar al cofundador de Venado Tuerto, de quien este 24 de octubre se estarán cumpliendo 83 años de su fallecimiento.

Colegio Santa Rosa, inaugurado a finales del siglo XIX, fiel exponente del legado Estrugmaou.

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