El próximo sábado 20 de mayo Carmina Burana vuelve a Venado Tuerto. Será en una fecha especial, porque la banda nacida en Firmat hace casi 30 años se presentará en la Casa de la Música (Sarmiento 461), un reducto que remite a viejas épocas de la banda, con el público bien cerca y el sudor compartido, porque en los recitales de Carmina siempre se transpira mucho. “Es una fecha old school, más íntima. A mí me caben más estos lugares, con más contacto con la gente. Uno es de esa época, que hoy no se estila demasiado con el vallado y tener a la gente lejos. A mí me satisfacen mucho más este tipo de lugares. Como aquellos recitales en el CEJ que fueron memorables, justo en el mismo barrio”, dice Leandro Ibarra, conocido por todos como Kamono, la voz e imagen de Carmina Burana.
La fecha será compartida con la banda local Superfibra y Molly freestyle, con capacidad limitada, por eso las anticipadas con descuento ya están a la venta en Alpogo.com o en el local de Ollie (Belgrano 536). Habrá servicio de barra y buffet, dado que está anunciado a las 22 horas puntual.
-Está bueno reivindicar el contacto cercano con el público en tiempos donde están de moda los megaeventos, donde la gente ve al artista por pantalla gigante.
-Claro, se va naturalizando y perdiendo esa historia. Hay un video de Body Count que toma a un chabón de la actualidad y lo lleva a un recital de esa época y el loco no puede creer lo que ve porque lo meten adentro de un pogo que no existe más.
En pleno proceso de grabación del nuevo disco, con varias fechas en las últimas semanas (Rosario, Melincué, Buenos Aires), Kamono dialogó sobre el momento de Carmina Burana, en cómo fue cambiando el público con el paso de las décadas y por qué siguen tan enojados cada vez que se suben a un escenario.
“Estamos tocando bastante, lo que nos quita tiempo para terminar algunas canciones que queremos sacar en breve, pero el agua que se estanca dicen que se pudre, y la que fluye se mantiene en acción. Estuvimos en Buenos Aires en un lugar que estuvo casi lleno y con mucha gente nueva, algo que nos llamó la atención porque Carmina es una banda que convoca a gente que nos iba a ver hace veinte años y está buenísimo encontrarla, como pasa en Venado”, resaltó Kamono.
Para el cantante es interesante encontrar “algunos pibes que se vuelcan a expresiones del rock, que hoy está medio apaleado, de capa caída”, y considera que “el público nuevo se sorprende un poco más al vernos, porque nosotros somos de generaciones que veíamos en vivo a Los Violadores, Ramones, Mano Negra o Sumo, y no era extraño a tu entorno ese tipo de recitales. En cambio los pibes nuevos ven un pogo extraño y los pone en otro lado, con un impacto muy fuerte”.
-Hoy parece que es todo más homogéneo en la música, que hay menos lugar para la sorpresa…
-En algunos aspectos se homogeneizó, y en otros es como la serpiente que se muerde la cola, porque está proponiendo lo mismo desde un estado distinto. Lo que venía de antes no es que desapareció, sino que tiene otro formato y hoy Carmina sorprende más por cómo suena y lo que se ve. Hoy está todo muy encasillado, si querés ver una banda que suene fuerte vas a ver hardcore o heavy metal, si querés bailar vas con una banda que propone algo más ligado a la cumbia; pero nosotros proponemos un ska-punk fuerte, flirteando con una cumbia y un chamamé con algo más rotundo no está tan curtido ahora.
-¿Cómo hace Carmina Burana para no perder la furia que hay en los recitales?
-Eso tiene que ver con una situación mental de cada uno de los Carmina. La banda para nosotros es un lugar de expresión en este sistema en el que vivimos inmersos. Las generaciones nuevas ni enojadas están, entonces descubren que no están tan conformes, que estos viejos de mierda vienen acá a mostrar algo. Y eso capaz que nos enoja todavía más y lo expresamos ahí arriba, porque ya tenemos niños, yo tengo nietos, y uno va viendo cómo todo se va aggiornando y cada vez es menos considerado el que está disconforme o tiene menos vías de demostrarlo. O directamente no tiene el espacio para darse cuenta que está disconforme, que es lo peor de todo.
-Y Carmina es un lugar para mostrarlo…
-Para mostrarlo y para preguntarse, es una expresión artística como un cuadro, y por ahí lo mirás y esa cosa que está ahí te lleva a preguntarte algunas otras. Te vende algo que te lleva a otros lugares, en algunos casos. En otros no te lleva a ningún lado y son un par de salames gritando, que también está bueno (risas).
Foto: Iván Crespo.
-¿Cómo viene el disco nuevo?
-Va a salir en etapas, se va a ir publicando como viene siendo la métrica del laburo, que es tomar cuatro o cinco temas y terminarlos para publicarlos. Ahora salen cuatro temas más y en un par de meses cuatro más, y así para llegar a fin de año con los 16 temas que en principio van a formar el disco.
-¿Cómo está sonando Carmina Burana 2023?
-Para mí está sonando con todo, se nota una evolución. Escucho los discos viejos y acá hay cosas más pulidas, intenciones que están más seguras. Son canciones que tienen poca letra pero lo que dice tiene una intención más cerrada que una canción que dice un montón de cosas y a lo mejor no se terminó de entender bien lo que planteaba. En lo musical son temas sin tantos recovecos, más directos pero conservando la cuestión alternativa de ser muchos géneros juntos. Yo siempre pienso si Carmina sería una banda que yo escucharía si no formara parte.
-¿Y?
-La escucharía mucho más que siendo parte, porque ahora no tengo ninguno de los discos. La escucharía y estoy conforme con eso.
Primer adelanto del nuevo disco:
La foto principal es de Iván Crespo.