El paísPolíticaUn debate con algo más de pimienta pero con escasas propuestas

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Lo estructurado del formato volvió a convertir al segundo debate presidencial una exposición aburrida de declamaciones de los seis candidatos.

En la oportunidad Mauricio Macri comprendió que debía jugarse todas las fichas para levantar los números y lució mucho más agresivo que en el anterior tratando de vincular continuamente a Alberto Fernández c0n la corrupción K. La contribución en este sentido de otro de los candidatos en ultraliberal, José Luis Espert, fue fundamental, ya que él fue el primero que lanzó una pregunta punzante hacía Fernández.

En tanto el candidato del Frente de Todos tuvo que defenderse en más de una oportunidad e intento ser punzante con sus contragolpes dirigidos contra el actual presidente.

De todos modos el común denominador de la noche fue la escasez de propuestas innovadoras presentadas por los seis postulantes.

Lo cierto es que Alberto Fernández (Frente de Todos), Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), Roberto Lavagna (Consenso Federal), Nicolás Del Caño (FIT), Juan José Gómez Centurión (Frente Nos) y José Luis Espert (Unite) expusieron sus cartas en el debate sobre cuatro ejes temáticos: Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad institucional y Rol del Estado; Desarrollo social, Ambiente y Vivienda; Seguridad.

En las presentaciones individuales, Macri advirtió que el próximo domingo “se vota en qué tipo de país vamos a vivir”, mientras Fernández señaló: “Esta semana le dedicaron mucho tiempo a mi (dedo) índice. Sería bueno que nos dediquemos a los índices de desocupación, de pobreza…”. Del Caño compartió las críticas al formato (“propuse que hubiese un debate real”, destacó), en su primera intervención Gómez Centurión tuvo segundos de sobra (“no vengo a ser políticamente correcto”, sostuvo), Lavagna sostuvo que Chile es el ejemplo de que “los pueblos no tienen una paciencia infinita” y Espert remarcó: “Cuidado, en esta elección la historia puede repetirse”.

Seguridad

En el primero de los ejes temáticos, donde cada uno tuvo un tiempo de exposición de dos minutos, un espacio de intercambio de treinta segundos y otro medio minuto para la respuesta o cierre, Del Caño aseguró que la actual administración tiene “fuerzas de seguridad militarizadas con libertad para matar”, mientras que Espert se refirió al exjuez de la Corte “Eugenio Zaffaroni y sus fans”, en referencia a un sector del kirchnerismo. “Nosotros estamos del lado de la víctima”, aseveró.

Espert propuso bajar la edad de imputabilidad a los 14 años “con penas de cumplimiento efectivo” mientras Fernández pareció responderle: “Es fácil hablar de mano dura. La inseguridad está directamente vinculada a la desigualdad de una sociedad”.

Gómez Centurión sostuvo que “el narcotráfico corrompe todo lo que toca” y llamó a “terminar con este perverso negocio”, mientras Macri sentenció: “Somos distintos a ellos”, y enumeró logros en la lucha contra el narcotráfico y en la posición ante el terrorismo.

Lavagna se expresó en contra del gatillo fácil pero pidió que “tampoco haya mano flácida, fofa, con incapacidad para defenderse”.

En el espacio de intercambio, cada uno se apegó a su libreto, con Macri y Fernández ignorando a los demás postulantes y repartiéndose ataques y chicanas. “Gracias a Dios no nos parecemos en nada”, le dijo el postulante del Frente de Todos al presidente, y prometió “menos marketing y más seriedad”, mientras Macri dijo que el kirchnerismo “le dio un gatillo fácil a los delincuentes”. Del otro lado, Espert seguía detallando su plataforma de gobierno con advertencias a los piqueteros (“cuidado Grabois”, dijo), Gómez Centurión convocaba al “orden en el país” y Del Caño comparó a Pichetto con Micky Vainilla, el personaje ultraderechista de Diego Capusotto.

Empleo, Producción e Infraestructura

En el segundo eje temático, a la hora de hablar de Empleo, Producción e Infraestructura, Lavagna afirmó que “ninguno de los tres tienen ninguna solución en el marco de una economía como la actual”. Fernández y Macri se trenzaron en una pelea de golpe y golpe, como si fuesen los únicos contendientes. “Presidente…”, se dirigió Fernández a Macri en cada intervención, mientras el mandatario candidato a la reelección habló de “nosotros y ellos”. Macri se refirió a una “matriz de corrupción en la obra pública durante el gobierno K”, dijo que Fernández “se fue sin denunciar nada” del gobierno y remarcó que “ellos hablan de empleo, pero entre 2011 y 2015 se estancó la generación de empleo”. Y aseguró que fue “la peor gestión en energía de la historia”.

Fernández no demoró la respuesta: “Esta es la tasa de desempleo más alta de los últimos trece años”, dijo, añadió que “el presidente uberizó la economía argentina” y manifestó que “el trabajo es la mejor garantía de paz social”. Y le preguntó: “¿Usted, en el clan Macri, no vio la corrupción en la obra pública?”.

Gómez Centurión también habló de corrupción en obras pública en la era kirchnerista y dijo que Cambiemos en el poder “es una máquina de hacer quebrar las pymes”, mientras Del Caño afirmó: “Macri jamás va a entender lo que le genera a un familia que se queda sin empleo”, además de referirse a una “dirigencia sindical vendida”.

Espert apuntó hacia el mismo lugar, al calificar a los sindicalistas de “corruptos, delincuentes y algunos partícipes necesarios de algún asesinato”. Y asestó la primera pregunta directa, con Alberto Fernández como destinatario: “¿Usted no vio nada o fue cómplice?”.

“Cuando tuve diferencias renuncié y me fui a mi casa”, sostuvo el candidato kirchnerista, y le sugirió: “No me corra por el lado de la corrupción, puedo darle clases de decencia”. Macri no se quedó afuera: “Es difícil creer que Lavagna lo vio del otro lado de la calle y usted, desde la oficina de al lado, no vio nada”.

Federalismo, Calidad institucional y Rol del Estado

Alberto Fernández aseveró que “Macri llegó diciendo que iba a mejorar la calidad institucional pero nombró jueces de la Corte por decreto” y llamó a “terminar con los empresarios que corrompen y los funcionarios que se dejan corromper, y también con los empresarios que llegan al gobierno para hacer negocios con sus empresas”.

“La prensa corre peligro con Macri, no conmigo”, manifestó, nuevamente dirigiéndose directamente al presidente, quien le respondió que el kirchnerismo “dejó un Estado sin estadísticas, sin controles y lleno de militantes”, y sostuvo que Fernández “firmó el primer decreto para intervenir el Indec”.

“No somos iguales”, “no somos lo mismo”, repitió una y otra vez Mauricio Macri, y Alberto Fernández expresó frases similares, pero Espert ironizó sobre ambos. “Se tiran misiles”, dijo, pero “deberían abrazarse y hermanarse, porque tan diferentes no son”, consideró.

Por su parte, Gómez Centurión se refirió al kirchnerismo como”el paradigma de la corrupción” y dijo que, “del otro lado”, el macrismo mostró “cierto grado de complicidad con esa corrupción”. Del Caño recordó que Macri “emitió un decreto para salvar a su familia de una deuda con el Estado” y propuso “que todos los funcionarios y jueces cobren lo mismo que un docente”. Pero el único que decidió no atacar y limitarse a exponerse su plataforma fue Lavagna, quien propuso “una política tributaria y crediticia a favor del interior” del país y medidas para “aumentar el control sobre el poder del presidente”.

Desarrollo social, Ambiente y Vivienda

“Presidente, no nos parecemos en nada, gracias a Dios, y en el tema de la pobreza es donde menos quiero parecerme a usted”, arrancó Alberto Fernández en el último tópico, para remarcar: “Este gobierno está haciendo pasar hambre a la gente”. Macri respondió con sentencias como “gobernaron 24 de los últimos treinta años y la única ideal genial que tuvieron fue ocultar la pobreza”; “siempre han hecho clientelismo”, y “en 35 años gobernando La Matanza no pudieron hacer una sola obra”.

Pero cuando anunció que, a partir del 1º de enero, los créditos UVA se ajustarán por salario y no por inflación, casi todos los demás candidatos tuvieron su opinión al respecto. “Parece que Macri se acordó del problema de la vivienda en estos últimos cinco minutos”, chicaneó Fernández, Del Caño aseveró que “los créditos UVA fueron una estafa”, e incluso Lavagna señaló: “Me pone muy contento después de muchos meses de drama para la gente”. El presidente aprovechó para dar otro paso adelante en sus ataques: “Aguantar la agresividad kirchnerista es duro, pero escuchar que digan que tienen las soluciones a los problemas que ellos generaron es increíble”.

Mientras tanto, Gómez Centurión reseñó que “décadas de planes sociales han fracasado. Desarrollo social debería ser lo opuesto a asistencialismo”. Espert remarcó que Argentina lleva “treinta años con pobreza estable en un treinta por ciento”, dijo que “para luchar contra la pobreza hace falta crecimiento sostenido” y propuso reformar “completamente” el programa previsional.

Bloque de cierre

En el minuto para las conclusiones individuales, primero Gómez Centurión sostuvo: “Quiero ser el presidente que rescate a la Argentina del fracaso de los últimos gobiernos”. Propuso “una Nación sin grietas” y sentenció: “Vengo a ponerle Patria a la política argentina”. Luego fue el turno de Macri, quien remarcó que “el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo, tal cual su historia”, y pronosticó: “Vamos a dar vuelta no sólo una elección sino la historia de la Argentina”.

Del Caño señaló que “Macri se va pero se queda la crisis, el FMI y los gobernadores del Frente de Todos que fueron cómplices del gobierno de Mauricio Macri”, mientras Lavagna sentenció: “Hemos escuchado los crujidos del aparato político existente en Argentina”.

Por su parte, Espert manifestó que el resto de los candidatos “han demostrado que son parte del problema y no de la solución”, y se dirigió a los dos principales protagonistas: a Macri le dijo que “en cuatro años no pudo, no supo o no quiso” encontrar respuestas para los problemas de Argentina, y a Fernández le aseguró que “va a generar una crisis que va a dejar chiquitita a la crisis de Macri”.

En la intervención final, Alberto Fernández citó a María Elena Walsh, hizo un rápido repaso por los períodos más oscuros de la historia argentina y sentenció: “Llegamos con Néstor y Cristina, y pusimos a la Argentina de pie. Pero entonces llegó Macri y acá estamos de vuelta, empezando otra vez”.

 

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