Con 36 votos a favor y 35 en contra, el Senado de la Nación rechazó el proyecto de Ficha Limpia, que buscaba impedir la candidatura de personas condenadas por delitos de corrupción. La medida, que no podrá ser reconsiderada en lo que resta del año parlamentario, generó repercusiones inmediatas, entre ellas, la del intendente venadense Leonel Chiarella.
En una jornada cargada de tensión política y expectativas cruzadas, el Senado de la Nación rechazó en la noche de hoy el proyecto de Ley de Ficha Limpia, que proponía vedar el acceso a cargos electivos a quienes tuvieran condenas penales firmes por hechos de corrupción. La iniciativa, que obtuvo 36 votos afirmativos pero necesitaba 37 para su aprobación, no podrá volver a ser tratada en lo que resta del año legislativo.
El debate, que mantuvo en vilo tanto a oficialistas como opositores, estuvo atravesado por fuertes acusaciones cruzadas. Mientras el bloque de Unión por la Patria denunció un intento de “disciplinamiento y proscripción”, sectores de la oposición apuntaron contra el kirchnerismo por frenar una norma que, de aprobarse, hubiera inhabilitado a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner para postularse a cargos nacionales.
El oficialismo logró blindar a su principal figura política con el apoyo de sectores del PRO, parte del radicalismo y bloques provinciales. A cambio, se frustraron también intentos de citar a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, por el escándalo conocido como “caso $LIBRA”, así como al ministro de Economía, Luis Caputo, por su ausencia ante requerimientos del Congreso.
La reacción de Leonel Chiarella
Uno de los primeros en reaccionar públicamente fue el intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, quien expresó su malestar a través de redes sociales apenas conocida la votación. “La corrupción es el principal problema que tenemos en nuestro país. Los que quieren impunidad rechazaron la ley de ficha limpia. Le siguen dando la espalda a la sociedad, al futuro”, escribió el dirigente radical, en un claro mensaje de respaldo a la iniciativa y de repudio a su rechazo.
Un trasfondo de internas y negociaciones
El rechazo del proyecto no solo evidenció las divisiones entre oficialismo y oposición, sino también las tensiones dentro de cada bloque. Mientras algunos radicales, como Martín Lousteau y Maximiliano Abad, se sumaron al pedido del peronismo para citar a Karina Milei, otros se alinearon con el oficialismo para evitar su exposición.
Desde el oficialismo, el proyecto de Ficha Limpia fue visto como una amenaza directa a figuras clave del kirchnerismo. El PJ nacional llegó incluso a emitir un comunicado titulado “No hay Ficha Limpia cuando el verdadero objetivo es ensuciar la voluntad popular”, donde calificó la iniciativa como una “operación de proscripción disfrazada de moralidad institucional”.
La iniciativa fue originalmente impulsada por el PRO y sectores de la UCR, con el respaldo de organizaciones civiles que desde hace años promueven mecanismos para mejorar la calidad democrática. Su tratamiento en el Senado había sido postergado en reiteradas ocasiones desde su media sanción en Diputados, mientras el oficialismo exploraba su utilidad como moneda de cambio en negociaciones con la oposición.
Qué decía la ley
La propuesta establecía la prohibición de presentar candidaturas a cargos electivos nacionales para toda persona con condena por delitos de corrupción, siempre que esa condena estuviera confirmada por una instancia superior (doble conforme). Aunque no impedía la postulación en elecciones provinciales, su alcance hubiera representado un cambio significativo en el estándar de integridad requerido a nivel federal.
Por ahora, la iniciativa quedará archivada hasta el próximo período legislativo, aunque la presión social y mediática en torno al tema promete mantenerlo vigente en la discusión pública.