El paísSociedad y PolíticaLa pobreza bajó en el segundo semestre de 2024, pero afecta a 4 de cada 10 argentinos

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El Indec informó en la jornada de hoy que la pobreza afectó al 38,1% de la población al cierre de 2024, indicador que muestra una considerable caída en comparación con el 52,9% que había registrado en el primer semestre de 2024, influido por la aceleración de precios de esa primera mitad del año y también una caída respecto al 41,7% que había marcado el organismo estadístico para el cierre de 2023.

La indigencia, es decir la porción de la sociedad que no logra tener cubiertos los gastos de canasta básica alimentaria, fue en el final del 2024 de 8,2 por ciento. Esto implicó un retroceso respecto al primer semestre de ese año (18,1%) y al fin de 2023 (11,9 por ciento).

Estos números oficiales indican que el porcentaje de pobres en la Argentina se redujo prácticamente en la misma cantidad de puntos porcentuales que había subido durante la primera mitad del año pasado, es decir bajo el gobierno de Javier Milei.

Estas cifras aún son preocupantes, no solo porque significa que 4 de cada 10 ciudadanos que viven en la Argentina son pobres sino que, traducido a los números, se trata de 11,3 millones de personas, que viven en casi 3 millones de hogares distribuidos en todo el país. Además, 2,4 millones de personas vivían durante la segunda parte del año pasado, ya en plena administración libertaria, en la indigencia, lo que significa que el ingreso que tienen ya no les alcanza ni siquiera para comer diariamente.

La situación es más crítica en las regiones del Noreste (NEA) y Noroeste (NOA), donde la pobreza alcanza el 47% y 42,8% respectivamente. Estas cifras contrastan con la Patagonia (33,5%) y la región Pampeana (35,6%), que presentan los índices más bajos. Dentro del NEA, Gran Resistencia es uno de los aglomerados con mayor índice de pobreza (60,8%) y de indigencia (22,4%).

El ingreso promedio de los hogares pobres fue de $599.837 mientras que la Canasta Básica Total (CBT) promedio para el mismo grupo alcanzó los $952.313, lo que implica una brecha del 37%. Aunque hubo un aumento en los ingresos familiares promedio del 64,5% respecto al semestre anterior, este crecimiento no es suficiente para alcanzar la CBT ni la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que aumentaron 26,7% y 22,2% respectivamente.

Mientras tanto, desde el gobierno nacional celebraron estas cifras, asegurando que “la pobreza sin precedentes que había dejado el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, que llegó a un pico del 52,9% en la medición del primer semestre de 2024, se redujo al 38,1% en el segundo semestre, mientras que la indigencia disminuyó del 18,1% al 8,2%, como efecto directo de la lucha contra la inflación que ha llevado adelante el Presidente Javier Milei, además de la estabilidad macroeconómica y la eliminación de restricciones que durante años limitaron el potencial económico de los argentinos”, indicó un comunicado de la Oficina de Presidencia tras la información del Indec.

Dichos índices reflejan el fracaso de las políticas del pasado, que sumieron a millones de argentinos en la precariedad mientras vendían que estaban ayudando a los pobres, pero la pobreza no paraba de aumentar. La gestión actual demuestra que el camino de la libertad económica y la responsabilidad fiscal es la vía para reducir la pobreza a largo plazo”, continuó el comunicado.

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