Después del incremento aplicado por las petroleras Shell y Puma durante el último fin de semana, el resto de las compañías anticipó que también subirán los precios en los próximos días. La única que, por ahora, intenta sostener los valores actuales es YPF, condicionada por el control que ejerce sobre ella un gobierno nacional que busca contener la inflación en plena carrera electoral hacia octubre.
Según informaron fuentes del sector, las petroleras ya notificaron a las estaciones de servicio que los aumentos se deben, principalmente, a la escalada del conflicto en Medio Oriente, que involucra a Israel, Irán y ahora también de forma activa a Estados Unidos.
Los empresarios del rubro argumentan que los precios locales se referencian en el barril de crudo Brent de Londres, que en los últimos 30 días registró un alza del 20%. Además, remarcan que desde comienzos de abril el tipo de cambio aumentó un 10%, los biocombustibles un 7%, el etanol un 2% y los impuestos al sector se ajustaron un 1,3%.
Otro elemento que mencionan es el encarecimiento de los productos terminados (nafta y diésel), esenciales para complementar la oferta local mediante importaciones.
“Las variaciones hacen necesario comenzar a trasladar a los precios estos aumentos de costos, para que toda la cadena de comercialización pueda afrontar el impacto”, señalaron desde una de las principales distribuidoras.