El Índice de Pobreza alcanzó al término del primer semestre del año al 52,9%, por encima del 41,7 % de finales del año pasado, y del 40,1% de enero-junio del 2023, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Además, el Índice de Indigencia, entendido este como los pobres cuyos ingresos no son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, trepó al 18,1%.
De este modo, los datos de pobreza e indigencia del primer semestre de 2024 se ubicaron en niveles similares a los del 2000 con el estallido de la convertibilidad (el plan económico impulsado por Domingo Cavallo).
Lo cierto es que a finales del año pasado la pobreza había trepado al 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%
Esto implica que, sobre una población de 46 millones de personas, 24,3 millones son pobres, y entre ellas,8,3 millones no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia. A su vez,el 66,1% de los niños y niñas menores de 14 años es pobre, mientras que se duplicó el porcentaje de mayores de 65 años en situación de pobreza en un año: pasó del 13,2% en el primer semestre de 2023 al 29,7% en igual período de 2024.
Entre finales del 2023, y junio de este año la inflación alcanzó al 79,8%, y si bien el Índice de salarios aumentó 84,3% en el primer semestre del año, no todos los empleados tuvieron el mismo aumento.
Solo los trabajadores registrados del sector privado tuvieron un aumento por encima de la inflación, al registrar un alza del 93,6%, mientras que los ingresos de los empleados públicos aumentaron 73,3% y lo de los trabajadores “en negro” el 69,8%, informó el Indec.
Además, durante el primer semestre se registró caída en el nivel de la actividad económica del 3,2%, y la tasa de desocupación pasó del 5,7% de finales del 2023, al 7,6% al terminar a finales de junio, según datos del Indec.
La canasta básica cada vez más lejos
El informe del INDEC señala que en promedio los hogares pobres registraron ingresos un 42,6% inferiores que la Canasta Básica Total (CBT), el indicador que marca el límite a partir del cual una persona es considerada pobre.
De acuerdo con los datos oficiales, los hogares pobres registraron un ingreso promedio de $ 407.171, mientras que la CBT se ubicó en $ 709.318 en el primer semestre de 2024. El instituto de estadísticas afirmó que esta diferencia se incrementó con respecto al segundo semestre de 2023 (37,8%).
En tanto, en los hogares indigentes los ingresos fueron 33,4% inferiores a la Canasta Básica Alimentaria: registraron ingresos por $ 232.453 mientras que la canasta fue de $ 349.073.
Índice por región
De acuerdo con el informe del INDEC, las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (62,9%) y Noroeste (57%). Le siguieron el Gran Buenos Aires (52,8%); Cuyo (52,3%); Pampeana (49,9%) y Patagonia (49,1%).
En los partidos del Gran Buenos Aires la pobreza fue del 59,7% en el primer semestre de 2024. Los niveles más altos de pobreza se registraron en Gran Resistencia (76,2%); Formosa (67,6%); La Rioja (66,4%); Concordia (65,8%); y Santiago del Estero-La Banda (64%). En tanto en el Gran Rosario (la región más cercana al departamento General López que midé el Indec) el índice llegó al 46,8%
Las excusas del gobierno
Antes del mediodía, y que el Indec diera a conocer la cifra, el vocero presidencial Manuel Adorni, salió al cruce del aumento en el índice de Pobreza al afirmar que “si no se evitaba la hiperinflación la pobreza se hubiese llevado de cerca de 40% a cerca del 95%”.
“Nos dejaron implantadas un montón de bombas que iban a afectar la actividad y también a los salarios reales y a la inflación”, dijo Adorni durante la conferencia de prensa que realiza en la Casa de Gobierno.
El funcionario también destacó que desde el gobierno de Javier Milei hacen “todo para que cambie. De hecho hace cuatro períodos que el salario comenzó a recuperarse”.
Adorni aseguró que; “La gente votó al Presidente (Javier Milei) diciendo que su principal objetivo era bajar la inflación ordenando la macroeconomía. Y siempre dijimos que 2024 iba a ser peor que 2023”.
“A la Argentina la han despedazado y reconstruirla lleva tiempo y lo marca la historia, al margen de que, repito, recibimos una Argentina en las peores condiciones históricas que se pudo recibir un país”, reiteró el vocero presidencial.