El gobierno nacional iniciará la semana próxima el proceso para licitar corredores viales, con el fin de seguir reduciendo el gasto público y sostener el equilibrio fiscal. Si bien en primer término se habla de las rutas 12 y 14, la 33 aparece entre las prioridades y podría haber novedades en breve sobre una concesión.
El esquema de licitación comenzaría con rutas claves para el comercio del Mercosur, y el objetivo del gobierno es ahorrar más de 5.000 millones de dólares en 20 años.
En principio, se consigna que se buscaría un nuevo concesionario para las rutas 12 y 14, que atraviesan las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. El concesionario actual es Caminos del Río Uruguay (CRUSA), cuya concesión vencerá el 9 de abril próximo.
Esta compañía le reclama al Estado Nacional unos 300 millones de dólares, aduciendo un incumplimiento del contrato y atraso de tarifas. Sin embargo, la empresa propuso obtener una extensión del contrato y a cambio dar de baja su juicio contra el Estado. En la discusión está incluido el aumento del peaje de Zárate en aproximadamente 140%.
En el Gobierno asegura que existen otras ofertas, en especial una de un consorcio integrado por tres constructoras. Se habla de una inversión cercana a los 600 millones de dólares.
Si bien no hay información oficial hasta que se lancen las licitaciones, la agencia Noticias Argentinas consigna que entre las prioridades también aparece la ruta nacional 33 dentro de la provincia de Santa Fe, incluida entre más de 8.000 kilómetros de trazas, donde también aparecen la 18 en Entre Ríos y la 19 en Córdoba.
Las constructoras, duramente golpeadas por la decisión del gobierno de frenar la obra pública, están interesadas en recuperar negocios. En las licitaciones se pedirá a los oferentes solucionar todos los baches, reparar banquinas, señalización horizontal y vertical, e iluminación. Recién ahí podrán acceder a la nueva tarifa.
El estado de las rutas nacionales requiere una urgente intervención, y tras la decisión del gobierno de recortar casi por completo la obra pública, es la intervención de empresas privadas la única alternativa que aparece en el horizonte. Claro que los plazos no serán inmediatos y la maltrecha ruta 33 está próxima a soportar el tránsito pesado de una nueva cosecha, con los riesgos que eso acarrea.