Este artículo tiene que empezar aclarando que no hay una forma infalible de llevar adelante una estrategia en la ruleta. Al tratarse de un juego de casino, el caos y el azar son lo que determina los resultados. Sin embargo, las personas a las que les gustan las matemáticas pueden encontrar en algunas estrategias de ruleta una forma de multiplicar la diversión.
En las próximas líneas daremos detalles sobre algunas de las estrategias de ruleta más comunes, para que cualquier persona con o sin experiencia pueda aprovecharlas para mejorar su juego. Son esquemas que van desde la ruleta rojo y negro hasta estrategias matemáticas de avanzada. Aquí, los detalles.
Estrategia rojo y negro
La estrategia del rojo y el negro en la ruleta es muy elegida porque es realmente apta para cualquier nivel de juego. Resumidamente implica apostar a uno de los dos colores el rojo o el negro, con la idea de que la bola va a caer en el color que uno ha predicho. Aunque parezca que la probabilidad es del 50%, la presencia del cero, o en la ruleta americana el doble cero, reduce las probabilidades de ganar.
La idea detrás del rojo-negro es simple; se diferencia así de las demás de este listado. Esto implica también que es sencilla de llevar adelante. El cálculo aceptado generalmente es que esa técnica puede desembocar en una disminución de las pérdidas de un 26% como máximo.
Aún así, las chances de ganar no se aumentan con este método. Quiere decir que la ventaja de la casa dependerá sobre todo del hecho si se trata de una ruleta americana, francesa o europea. No tanto de las estrategias que se usen para torcer la suerte a favor del jugador.
Martingala
Otra de las estrategias más conocidas para la ruleta es sin dudas la de Martingala. Aunque suene contraintuitivo, consiste en duplicar la apuesta cada vez que hay una pérdida. La idea detrás de esto es que cuando finalmente hay una ganancia, se recupera todo lo perdido.
Por ejemplo, si se apuestan 10 euros al rojo y se pierde, en la siguiente ronda hay que apostar 20 y así, duplicando el monto cada vez que haya una pérdida hasta llegar a la ganancia, que debería dejar la baza en cero.
Es una estrategia arriesgada que requiere un bolsillo interminable o, dicho técnicamente, un bankroll considerable. Además en mesas con límites de apuesta bajos puede que se alcance el límite rápidamente, impidiendo seguir con la estrategia adecuadamente. En resumen, conlleva un riesgo importante y no es la que deberían elegir los menos experimentados, dado que las cosas se pueden descontrolar rápidamente.
D’Alembert
La estrategia D’Alembert comparte la idea detrás de la Martingala pero es mucho menos agresiva, ya que la progresividad de la apuesta es mucho más lenta y además tiene una contraparte que ocurre en el caso de la ganancia.
Para no enredarse, funciona así: la apuesta aumenta en una unidad después de la pérdida y disminuye en una unidad después de una victoria. Así, por ejemplo, si se hace una apuesta de 10 euros y se pierde, en la siguiente ronda hay que apostar 11 euros. En el caso de ganancia en esa segunda ronda, se vuelve a apostar 10 euros.
La cara oculta de D’Alembert es que a pesar de tener menos riesgo, la recuperación también es más lenta, por lo que tampoco es recomendable para jugadores sin experiencia tras sus espaldas.
Fibonacci
Fibonacci (Leonardo de Pisa) fue el primer gran matemático de Europa en el Medioevo. Debido a su “militancia” por la matemática, se convirtió en una de las figuras clave en la promoción de los los números indoarábigos en lugar de los romanos. Descubrió la secuencia divina que se proyecta en distintos escenarios en la naturaleza, a la que se le dio por llamar la Secuencia de Fibonacci.
Fundamentalemente, consiste en sumar los últimos dos números de la secuencia para obtener el siguiente (1… 1… 2… 3… 5… 8… 13… 21… 34… 55, etc). Aplica para el crecimiento de las flores y de las conchas de las caracolas, por ejemplo.
En las apuestas, dentro y fuera de la ruleta, se usa esta secuencia para determinar el tamaño de la apuesta. Luego de cada pérdida, se pasa al número siguiente, al igual que en la estrategia de Martingala. Cuando hay una ganancia, se retroceden dos pasos en la secuencia. En este sentido, se parece también al sistema D’Alembert.
Teoría del caos (Andrucci)
Una estrategia posible también es usar el llamado Sistema Andrucci, que se inspira en la Teoría del Caos. Esta teoría postula que, en un período de tiempo infinito, todos los números de la ruleta aparecerán con la misma frecuencia.
Dicho esto, el Sistema Andrucci llega un poco más allá. Indica que algunos de los números pueden salir hasta ocho veces en 35 giros. La “tarea para el hogar” del lado del jugador radica en identificar estos números frecuentes para realizar apuestas más efectivas.
Hasta aquí vale la pena señalar que que esta táctica carece de una base matemática sólida. Depende sobre todo del azar, más que fundamentarse en principios científicos. Por eso, no suele ser un consejo a seguir.